EL SALVADOR
El presidente salvadoreño Mauricio Funes inauguró el jueves la primera etapa de una segunda granja penitenciaria que el gobierno implementa como parte de un proceso de solución al hacinamiento carcelario y además, como método efectivo de rehabilitación de los reclusos.
“Las granjas, en específico, son una respuesta que da el gobierno al saturado sistema penitenciario con que nos encontramos a nuestra llegada al gobierno”, explicó Funes al inaugurar la citada granja penitenciaria ubicada en el kilómetro 72, en el departamento o provincia de Santa Ana.
El proyecto es parte de una donación que ha dado el gobierno de Taiwán, lo cual Funes destacó y agradeció en varias ocasiones. “La saturación hace extremadamente difícil la implementación de programas e iniciativas tendientes a la reinserción de la población interna y vuelve inútiles los esfuerzos por dar más oportunidades a los salvadoreños y salvadoreñas que quieren reinsertarse en la vida social del país”, señaló el mandatario.
El Salvador es uno de los países más violentos del mundo, pero también el modelo penitenciario es altamente ineficaz. Oficialmente se sabe que la capacidad instalada en las cárceles es para dar albergue a 8.000 personas, pero en la actualidad hay una población carcelaria de casi 25.000 reclusos.
Los privados de libertad sufren, además de hacinamiento, otros males, como insalubridad, ocio en extremo y violencia interna.
En esta granja recién inaugurada, apenas 90 reos han sido instalados en “fase de semi libertad”, quienes trabajarán en la rehabilitación del inmueble y actividades agrícolas. Además, se dedicarán a la producción de prendas de vestir e implementos deportivos, así como a la preparación de alimentos.
El jefe de Estado agradeció al pueblo y gobierno de Taiwán por la contribución de 2.5 millones de dólares destinados a ejecutar labores de ampliación y readecuación de la infraestructura de esta granja.
También se destinaron recursos a otra granja que alberga a 100 mujeres reclusas. Esta granja se encuentra en el municipio de Izalco, al occidente de El Salvador.
Funes explicó que en dos años cada una de las granjas albergarían a 1.000 privados de libertad.
“A la par de estos esfuerzos, estamos emprendiendo una fuerte labor de combate al crimen y a la violencia”, resaltó el mandatario, y agregó que ahora el gobierno cuenta con fuerzas de seguridad y con equipos de inteligencia mejor preparados, con mayor tecnología, con más efectivos policiales y con el acompañamiento de la Fuerza Armada.
“El gobierno ha tomado la decisión seria y firme de trabajar para construir las bases de un país que pueda vivir en paz y seguro, sin violencia de ningún tipo”, subrayó finalmente el presidente Funes, quien adelantó que pronto estarán establecidas las bases de un proyecto nacional de lucha contra la violencia y por la generación de empleo.
Hoy por hoy la tasa de homicidios en El Salvador es de cerca de 70 por cada 100.000 habitantes, más alto que en Irak y Afganistán, según fuentes oficiales. (Fuente: ContraPunto)
