Palenque salvadoreño: pelea de gallos

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Comienza la pelea

 COSTUMBRES DE MI TIERRA

Por: Alirio Alemán*

 

 

Don Napoleón y su hija Mary muestran uno de sus gallos

En nuestra tierra El Salvador aún se viven las costumbres ancestrales como las peleas de gallos, el jaripeo, carreras de cinta y otros entretenimientos dejados por los españoles en tiempos de la conquista.

La zona costera del departamento de Usulután es conocida por la explotación agrícola y ganadera, es ahí donde se vive con gran alegría estas costumbres y una de ellas es la pelea de gallos y Jiquilisco viene a ser el semillero de esta actividad tan fascinante y a la vez conmovedora y es que oír de una pelea de gallos, inquieta, desespera e invita a conocer más de este sano entretenimiento.

Diría que Dios hace los caminos y nosotros los recorremos sin pensar siquiera las sorpresas que vendrán, así fue una mañana que conocí a don José Napoleón Zepeda, un agricultor y ganadero de buena cepa, que inventa las mil maneras por ganarse el pan de cada día y dentro de estos menesteres esta su diversión por las peleas de gallo.

La mañana estaba calurosa cuando lo visité y vi una gran cantidad de gallos de pelea recorriendo su patio laboral, me inquietó y me interesó saber más de tan magna actividad y a súplicas me concedió una entrevista para El Imparcial.

Don Napoleón Zepeda, me relataba en son de broma y verdad que en una de tantas vagancias en su juventud y laborando por aquí y por allá encontró trabajo en el pueblo de Jiquilisco y de vecina a Milagro Lovo, quien sin dudarlo sería la mujer de su vida para nunca más volver a mirar a otra mujer. –Y mire ya me quedé aquí y me siento bien, tengo tres  hijas hermosas que esta mujer me ha dado, Arely es maestra, Mary ya casi termina la universidad y Milly un poco más y egresa también, dice don Napoleón en un coloquio costeño.

“Yo le voy a hablar de los gallos para que lo escriba, los gallos son conocidos por su canto mañanero anunciando la llegada de un nuevo día, dentro de este panorama se encuentran los gallos finos de pelea, este deporte se practica mucho en El Salvador, más aquí en la zona oriental, como Jiquilisco, Usulután, Santa Elena, El Tránsito…en fin donde se pueda apostar por un buen gallo”, expresa don Napoleón.

 

-¿Desde cuando practica esta actividad y sí es parte de su vida cotidiana que tanto los cuida y alimenta, porque según apuesta por sus gallos y cuándo están listos?

“Lo practico desde hace 30 años y heredado por mi abuelo, y sí es parte de mi vida diaria, los cuido desde que nacen y su alimentación es normal hasta un año, después comienza su alimentación especial con maíz amarillo, trigo, soya, avena, alpiste, mijo y semilla de girasol. Siempre le apuesto a mis gallos y a la suerte, siempre trato que mis gallos estén listos, los entreno una hora en la mañana y en la tarde hasta estar seguro que librará una buena pelea, aquí está el secreto de la apuesta, aunque uno nunca sabe como está preparado el gallo rival y un tiro de suerte define la pelea y no depende de cuanto se haya preparado. En verdad el factor suerte define la pelea que puede durar de 30 segundos a 20 minutos”, dice este gallero experimentado de la tierra calurosa de Jiquilisco.

 

-Dígame ¿qué ha inventado de alimento o vitamina para fortalecer a sus gallos?

“Les doy vitaminas avícolas, ahí está mi hija Mary que ya casi termina ingeniería agronómica y me ayuda a inyectarlos y desparasitarlos, les doy leche de niño, huevos duros y crudos, suero de leche y no me quejo, me ha funcionado, hasta el día de hoy creo que he ganado dos de tres peleas”.

La pelea de gallos es una actividad practicada por hombres donde se vive la emoción y las cervezas están a la disposición y una vez entradas se escuchan las vociferaciones, quizás por eso no se involucra toda la familia, al respecto pregunté a Milly si compartía con su padre la pelea de gallos y me expresó. “Yo lo apoyo, porque sé que es su diversión, aunque preocupa que venga tan noche y se levanta en la madrugada y bueno casi no duerme, pero él bien sabe que lo apoyo y a veces le apuesto a su gallo y casi siempre ganamos y si él es feliz practicando esta actividad, nosotros también”, expresa Milly en la entrevista telefónica. También pregunté a Argentina Maricruz si compartía de las peleas de gallo con su papá y ella comentó.

“Casi no nos gusta, porque papi viene noche y hay preocupación, ahí está mami esperando a que llegue y eso intriga, a mi, en si no me gusta porque hay derramamiento de sangre…la verdad lo hemos acompañado en unas cuantas veces y ahí solo hombres hay, al final siempre lo apoyamos en su entretenimiento y hasta le ayudamos a curar los gallos cuando vienen heridos” dice la futura ingeniero agrónomo que su deber es cuidar de los animales para que lleven un mejor nivel de vida.

Doña Milagro dice al respecto. “Nosotros compartimos con él su deporte, aunque no participamos, pero así de vez en cuando le apuesto unos 20 dólares cuando veo que un gallito me gusta y sé que ganará, pero me preocupa que venga tan noche”.

La pelea de gallos es promovida entre amigos y los palenques están diseñados para recibir grandes multitudes, casi siempre el verano es la temporada propicia comenzando en Navidad, motivo suficiente para reunirnos y apostar a nuestros gallos dice Rigo Claros Zamora quien lleva 40 años practicando lo que a la vez lo considera un arte.

“Hay fechas especiales y los participantes traemos los gallos en sus jaulas, una vez reunidos comenzamos a abrir las propuestas de pelear contra otros gallos, aquí apostamos desde 100 dólares en adelante, yo me siento bien en este deporte y he aprendido mucho del maitro Napo, él es un experto y siempre nos apoyamos” dice Álvaro Guevara oriundo de Jiquilisco.

Sin embargo Juan José Reyes dice “Este es un deporte sano y hay que motivarlo a las nuevas generaciones, aquí nos apoyamos siempre y yo le apuesto a los gallos de don Napo y Rigo, para mi son unos de los mejores galleros de la zona oriental”.

El palenque está listo a recibir a los invitados, don Napoleón, sus amigos y yo estamos en la concurrencia esperando la acción, para mi es sorprendente todo aquel movimiento, se fijan las apuestas y se entregan a la mesa de apuesta, donde el juez da un comprobante, luego se pesan los gallos y tendrán que oscilar el mismo peso, los gallos van al centro del palenque y el juez marca 20 minutos de pelea; los expertos amarradores como Orfi oriundo de Santa Elena preparan los gallos colocando una navaja de tres líneas que ayudará a eliminar a su rival.

Los gallos están listos y comienza la suelta, estos al ver a su contrincante se lanzan en busca de la mejor oportunidad de intentar sacar del juego a su opositor. La pelea puede durar desde 30 segundos a 20 minutos que se declara “Tablas” o empate.

Los apostadores ya con sus cervezas bien metidas insultan a los gallos a que tengan “suficientes huevos” para enfrentar a su rival, esa noche vi un empate, yo recuperé los 20 dólares que había apostado y los gallos perdedores fueron quedando mal heridos, después me arrepentí haber apostado…lo confieso.

Los galleros curarán sus gallos y meses después volverán al palenque con más experiencia y si La Divina Providencia lo ampara quedará como gallo rejero en el gallinero, justamente como don Napo tiene a su gallo alazán que a pesar de haber perdido un ojo sigue contando su historia a los gallos más jóvenes.

A la media noche abandonamos el palenque y en mi subconsciente sigo escuchando aquellos gritos de las apuestas. ¡Voy por 100 dólares a mi gallo! ¡No, que sean 150…mi gallo vale más! Otro dice por ahí…apuéstale al gallo de don Napo, ese maitro los entrena bien.

Un día volveré y acompañaré a don Napoleón, el chiva y sus amigos a la pelea de gallos, quizás no a apostar, sino a disfrutar que nuestra gente sabe disfrutar su tiempo libre y es una manera sana de entretener la vida…así es nuestra gente…así lo viven…nuestra gente salvadoreña tiene mucho que enseñar.

 

*Alirio Alemán: Columnista, poeta y escritor salvadoreño residente en Virginia, USA.


Comienza la pelea

 

Alirio Alemán con los galleros de Jiquilisco