SALUD
BETHESDA, Maryland. En octubre se celebra el Mes de Concienciación Nacional del Cáncer de Seno. ¿Existe motivo para celebrarlo? Por muchas razones, la respuesta es un “sí” definitivo. Desde 1990, el índice de mortalidad por cáncer de seno ha estado disminuyendo. Las investigaciones, en su mayor parte financiadas por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI), han mejorado nuestros conocimientos del cáncer de seno y han producido tratamientos más efectivos.
El panorama para las mujeres hispanas en Estados Unidos es mixto. Aunque las hispanas tienen menos probabilidad de padecer cáncer de seno que las mujeres blancas no hispanas, más de 17 mil 100 hispanas serán diagnosticadas con cáncer de seno este año, y más de 2 mil 400 morirán de esta enfermedad. El cáncer de seno es el cáncer más común entre las mujeres hispanas en Estados Unidos y la principal causa de muerte por cáncer en este grupo.
Las investigaciones muestran que es más probable que las mujeres hispanas sean diagnosticadas después de que su cáncer de seno haya progresado a un estadio más avanzado que las mujeres blancas no hispanas. Y las mujeres hispanas tienen más probabilidad de morir por cáncer de seno que las mujeres blancas no hispanas diagnosticadas a la misma edad y en el mismo estadio de la enfermedad.
La buena noticia es que la información es poderosa. Infórmese bien. Y, como siempre, hable con su proveedor de cuidados médicos acerca de sus preocupaciones. Aquí detallamos lo que usted necesita saber acerca del cáncer de seno:
El cáncer de seno es un cáncer que se forma en los tejidos del seno, generalmente en los conductos (tubos que llevan la leche al pezón) y en los lobulillos (glándulas que producen leche). Esto sucede tanto en hombres como en mujeres; sin embargo, el cáncer de seno en hombres es poco común.
Aproximadamente 226 mil 870 mujeres y 2 mil 190 hombres serán diagnosticados con cáncer de seno este año. Más de 17 mil 100 de las personas diagnosticadas serán mujeres hispanas. Sin embargo, más de cuatro de cada cinco mujeres hispanas diagnosticadas con cáncer de seno sobrevivirán al menos cinco años después del diagnóstico.
Las mamografías son radiografías del seno que pueden usarse para ver si hay cáncer de seno en mujeres que no tienen síntomas de la enfermedad. Este tipo de mamografía se llama mamografía selectiva de detección. La detección temprana del cáncer de seno con una mamografía selectiva de detección significa que el tratamiento se puede iniciar más temprano en el curso de la enfermedad, probablemente antes de que esta se haya diseminado. Si usted tiene 40 años o más, debe realizarse mamografías cada 1 o 2 años. Las mujeres que tienen un riesgo mayor que el riesgo del promedio de padecer cáncer de seno deberán hablar con su proveedor de cuidados médicos acerca de cuándo deben realizarse mamografías antes de los 40 años de edad y con qué frecuencia deben hacerlo.
Algunos programas de salud estatales y locales y empresas proporcionan mamografías gratuitas o a bajo costo. También hay información disponible acerca de programas que ofrecen mamografías de detección a bajo costo o gratuitos por medio del Servicio de Información sobre el Cáncer del NCI.
– No ignore ninguno de los síntomas. Si nota algún cambio en cómo se ven o cómo se sienten sus senos, consulte con su proveedor de cuidados médicos. La mayoría de los cambios no se deberán al cáncer de seno, sin embargo estos siempre deben ser examinados.
– Muchos factores de riesgo para el cáncer de seno han sido identificados. Los factores de riesgo son cualquier cosa que aumenta su probabilidad de padecer una enfermedad. Algunos factores de riesgo del cáncer de seno no pueden cambiarse (tales como la edad o los antecedentes familiares de cáncer de seno), mientras que otros sí. Sin embargo, tener un factor de riesgo no significa que usted padecerá cáncer de seno. Para entender mejor su riesgo de cáncer de seno, lea en español o en inglés la publicación del NCI “Qué es la mamografía y cómo se entiende el riesgo que tiene usted de padecer cáncer de seno“.
– Las mujeres que están considerando la terapia hormonal para la menopausia deben saber que la terapia de combinación, la cual incluye tanto estrógeno como progestina; aumenta su riesgo de padecer cáncer de seno.
– Las investigaciones han demostrado que la actividad física puede ayudar a reducir el riesgo de padecer cáncer de seno. Trate de hacer ejercicio como parte de su vida cotidiana. El ejercicio intenso durante tan poco como 4 horas por semana puede reducir su riesgo.
– Ser obesa después de haber llegado a la menopausia puede aumentar su riesgo de padecer cáncer de seno. Los médicos saben que la obesidad aumenta su riesgo de varias enfermedades; de modo que tiene sentido mantener un peso saludable en cualquier edad.
– El consumo de alcohol puede aumentar su riesgo de padecer cáncer de seno. Si está preocupada, hable con su médico acerca de cómo reducir su consumo de bebidas alcohólicas. (Fuente: National Cancer Institute/PRNewswire-HISPANIC PR WIRE)
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La aspirina y las enfermedades cardiovasculares
Una pequeña dosis diaria de aspirina modera el deterioro del cerebro en mujeres de edad avanzada y con riesgo de sufrir un infarto, de acuerdo con un estudio publicado en la revista médica British Medical Journal (BMJ).
Un equipo de la Universidad de Gotemburgo, Suecia, estudió a 681 mujeres de entre 70 y 92 años que no padecían demencia. Las participantes tenían más de un 10 % de riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular o un infarto, por lo que tomaban pequeñas dosis diarias de aspirina para prevenirlo.
Los investigadores encuestaron de forma exhaustiva y durante cinco años a las mujeres sobre su salud física y su capacidad cognitiva, midieron su fluidez verbal y su velocidad para memorizar.
Un grupo de 129 de mujeres tomó dosis diarias de entre 75 y 160 miligramos de aspirina. Al final del periodo, los expertos comprobaron que el declive cognitivo era “considerablemente menor” entre estas mujeres, comparado con aquellas que no tomaron el medicamento, detalla la publicación británica.
Esto se debería a la capacidad del ácido acetilsalicílico de la aspirina para reducir la inflamación, un factor que interviene en las enfermedades cardiovasculares y que también podría estar implicado en el deterioro del cerebro y en el declive cognitivo.
El mecanismo de este efecto protector de la aspirina aún no se comprende del todo, pero podría deberse a que facilita la circulación sanguínea en el cerebro, explicó el neurólogo Silke Kern, líder del equipo de investigadores.
En marzo de este año, dos estudios publicados en The Lancet y The Lancet Oncology sugirieron que la aspirina podría tener efectos protectores contra diversos tipos de cáncer. Una cuarta parte de la población de adultos mayores en América Latina y el Caribe será mayor de 60 años para 2050, de acuerdo con un informe dado a conocer este mes por el Fondo de Naciones Unidas para la Población (INFPA). El aumento en la edad promedio de la población traerá retos para la región, como el cuidado de la salud de los adultos mayores (Con datos de CNN)