Presidente Funes pide integración para enfrentar criminalidad

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SALVADOREÑOS

El Presidente salvadoreño Mauricio Funes, planteó durante su discurso esta semana, en la Cumbre de las Américas, en Washington, que es necesaria la integración de los países, incluyendo a Estados Unidos, con un plan regional para poder enfrentar el crimen organizado que bloquea el desarrollo económico y social por los altos índices de violencia y criminalidad y que mueven cantidades enormes de dinero.

Los latinoamericanos soñamos con una sociedad que elimine para siempre la violencia, la marginalidad y la injusticia que nos acompañan –con sus más y sus menos- desde nuestra independencia.

Soñamos con una sociedad que honre la vida, en todas sus manifestaciones. La paz, la seguridad, la vida digna, con educación de calidad que nos permita abrirnos paso y avanzar hacia el futuro, con empleos e ingresos justos y suficientes, con plenos acceso a la cultura y a las tecnologías. Es el sueño humilde pero a la vez grandioso que sueña cada uno de nuestros hijos e hijas de toda Latinoamérica.

¿Podemos, acaso, ser más ambiciosos? ¿No es esa vida la que soñamos? Si me preguntan a mi, como mandatario del más pequeño país del continente, con una historia signada por la violencia, la injusticia y la desigualdad de oportunidades; si me preguntan que deseo para mi pueblo y cuál es el afán que me mueve como Presidente, no vacilaré en decir que quiero esa vida digna para los salvadoreños, expresó Funes.

Tiempos de cambios

América vive tiempos de cambio. No son cambios violentos, no son sismos; son cambios progresivos, que parecen lentos, pero que avanzan inexorablemente porque son profundos, no se detienen en la superficie de las cosas y están sustentados, en la mayoría de los casos, en procesos democráticos y participativos.

Al referirse al poder criminal, Funes indicó que “Son organizaciones poderosísimas, que controlan y mueven más dinero que nuestros propios países. Un solo dato, confirma esto: sólo el contrabando de cocaína mueve una cifra en torno de los cien mil millones de dólares. Eso es casi 5 veces el PIB de mi país”.

400 millones para seguridad

En el caso de El Salvador, dijo que invertir en serio en un plan de seguridad necesita 400 millones de dólares, con los que se incorporarían 4 mil nuevos policías; se ampliaría el radio de actuación militar; se equiparían los sistemas de inteligencia y comunicaciones de las fuerzas del orden, entre otros.

El presidente salvadoreño detalló ante los asistentes algunos de los cambios que se han dado en el país a partir de sus dos años de gobierno y para ello reiteró que El Salvador acumuló una crisis económica y política producto de los 20 años de ARENA por las “erróneas apuestas económicas”.

El Salvador padece de una elevada pobreza estructural, fruto de aquel mismo modelo de concentración que hemos comenzado a desmontar paulatinamente.

Déjenme decirles que la concentración no había sido sólo económica. Había sido también política. El mismo partido de gobierno dominaba la Asamblea Legislativa y el Poder Judicial. A tal punto que aún los nostálgicos de aquel régimen ven el actual proceso de recuperación institucional, de democratización real y de independencia de poderes como factores de inseguridad.

Los ministros y funcionarios del área económica de los gobiernos  se elegían en las oficinas de los cuatro o cinco grandes grupos empresariales o en las oficinas de las gremiales empresariales controladas por estos mismos grupos que se aseguraban de ese modo sostener y ampliar el régimen de privilegios que les garantizaba la más alta rentabilidad.

Sin virajes traumáticos, en dos años se está generando una democratización real del país y se ha comenzado a sentar las bases de un nuevo modelo de gestión económica y social, aseguró Funes.