Un año más un año menos!

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EL EVANGELIO EN MARCHA

Por: Boris López, Tabernáculo Bíblico Bautista, Manassas, Virginia (borislopez986@yahoo.com)*

 

-“Ya uno así, ya sólo la muerte espera”- Me dijo la señora de setenta y tantos años tomando un sorbo de su café caliente. Me impactó, me hizo reflexionar sobre mi propia vida, porque yo nunca había tenido esa perspectiva de la vida, el ya no planear, el ya no soñar. Nunca he dejado de hacer planes en mi vida, cada año que viene lo veo con optimismo, con deseos de hacer aquellas cosas que no pude hacer, de viajar donde me sea permitido, y no desperdiciar ni un momento de mi existencia, pero siempre pensando en que tengo un mañana. Solo que esta expresión cambió mi forma de pensar y ver mi realidad.

No recuerdo realmente cuándo fue que comencé a ver las viñetas de los productos que como, los miligramos de azúcar, los carbohidratos, no recuerdo cuándo fue que dejé de querer subir de peso y empecé a querer bajar unas libras. No recuerdo cuándo fue que me empecé a preocupar por dejarle un sustento a mis hijos por si un día falto. Lo cierto es que me han llegado los años sin darme cuenta.

Entonces pienso, cuanta alegría nos ocasiona el Nuevo año, nuevos planes, nuevos propósitos, un hasta aquí y un comenzar de nuevo, un parar para reflexionar y ejecutar un Nuevo plan de acción.

Solo que esta mañana no lo he conjugado con un probable “ya no”. Un “ya no” es que la vida se detiene, ¿para eso estoy preparado? no he planeado nada pensado en que el año que viene se termina en el primer mes, o el sexto mes o el noveno mes, ni siquiera en los últimos meses, de hecho hago planes por todo el año como si de hecho fuera a pasar al siguiente.

Esta señora setentona me hizo entrar en mi realidad, en lugar de un Nuevo año, debo de pensar también que es un año menos, un año menos de mi vida y en eso no quiero pecar de negativo, o llevar la contraria a los optimistas, lo cierto es que es un año menos.

Es mi realidad, la tuya también y casi no nos tomamos el tiempo para pensar en esto. Nos creemos eternos quizás, dejamos pendiente aquel perdón que tanto bien haría a nuestro corazón, dejamos pendiente aquella llamada a aquel amigo que traería tanta paz a nuestra vida. Olvidamos a aquel familiar del que ya no supimos, olvidamos decir “te quiero”, olvidamos decir “me siento feliz”, olvidamos decir “que afortunado me siento”, olvidamos decir “lo siento”.

Hoy puedo pensar en que soy perecedero sin temor al mañana, sí, un día ya no he de estar, pero me he propuesto disfrutar cada día consciente de que tengo que entregar cuentas al Creador, consciente de que la vida es como la flor de la hierba, como la misma palabra me lo enseña: – El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo,  Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más. (Salmo 103:15-16).

De modo que estoy consciente: un año más, un año menos, trataré pues de aprovechar todo lo que viva, lo principal: sentirme vivo, y hacer cada cosa bien hecha para poder despedirme de esta vida en paz, y lo principal para mi alma, lograr el pasaporte a la Vida Eterna por medio de mi Señor Jesucristo. (Porque la paz de Dios sobrepasa todo entendimiento, Efesios 4:7) como mejor no lo pudo haber dicho el poeta mexicano Amado Nervo:

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
…Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Feliz Año 2013 en Cristo!

 

*El pastor Boris López, es graduado del seminario de la Misión Bautista Internacional de El Salvador.

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