Esperanza agrícola en zona costera de El Salvador

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Los ingenieros Ángela Castellón, Cristian Bonilla y Argentina Zepeda, disfrutan de su profesión en las instalaciones ganaderas de la Universidad El Salvador en San Miguel.

SALVADOREÑOS

Por: Alirio Alemán*

 

 

Los ingenieros Ángela Castellón, Cristian Bonilla y Argentina Zepeda, disfrutan de su profesión en las instalaciones ganaderas de la Universidad El Salvador en San Miguel.

Vivir en El Salvador, significa muchas veces “Sálvese quien pueda” otrora sinónimo de pobreza extrema y riqueza desbordante. La crisis económica es lamentable como en el resto de Centro América, a veces a causa de malas políticas implementadas por gobiernos extintos y el flagelo de la delincuencia regional que se ha extendido sin límites, pero no toda nube trae lluvia, algunas vienen cargadas de rumores y esperanzas que sustenta a un mañana mejor.

Vivir en El Salvador y en principal en la costa, significa estar listo a los retos por venir y es aquí donde las poblaciones costeras quieren recibir  El FOMILENIO II que según viene preñado de desarrollo local y regional a la vez. La Corporación del Reto del Fomilenio (MCC) por sus siglas en inglés, es una agencia de cooperación del gobierno de los Estados Unidos de América que apoya el combate a la pobreza y promueve el crecimiento económico de la región y hoy en especial El Salvador es el único país en América que fue seleccionado en este programa.

El Salvador ha sido beneficiado desde hace varios años con el plan Fomilenio I que se llevó a cabo con éxito en la zona norte del país y el gobierno salvadoreño a enmarcado que este Fomilenio II se destina a impulsar el desarrollo de la franja costera marina y de tal manera mejorar la infraestructura vial para el crecimiento y se pueda hacer más eficiente el tránsito del comercio local, nacional e internacional de entre un 25 y 30%.

Algunos expertos como los ingenieros agrícolas Roberto Durán y Francisco Navarrete explican que este programa trae esperanzas para el futuro agrícola de la zona costera del país. “Esperamos que El Fomilenio II inicie a mediados de año para la costa y que el desarrollo llegue a todos y este plan los llevé a otro nivel de vida, pues la costa y centro es la parte más productiva del país” asevera el Ing. Navarrete.

El Ing. Durán explica que este plan está lleno de innovaciones en el manejo de fertilidad de suelos, cultivos de la caña de azúcar, maíz certificado, frijol, etc. y mirar más allá hasta crear plantas de desarrollo agrícola para la exportación de los productos y aprovechar el Tratado de Libre comercio (TLC).

Los ingenieros agrónomos recién egresados de la Universidad El Salvador sección San Miguel: Argentina Zepeda, Ángela Castellón y Cristian Bonilla, apuestan a que El Fomilenio II trae grandes beneficios y que el país está en las condiciones de subir el nivel agrícola con el apoyo  técnico de compañías estadounidenses que proporcionan tecnología como los acondicionadores de suelo que contienen unas bacterias que proporcionan más eficiencia a la producción agrícola y miran como beneficioso el plan que las cooperativas agrícolas desarrollen los cultivos de maíz certificado H-59, y otras semillas mejoradas, un rubro que lo explotan las grandes compañías agrícolas transnacionales.

El presidente honorario de la Confederación de Federaciones de Cooperativas de la Reforma Agraria (COMFRAS) Miguel Alemán explica en pausados comentarios que “El Fomilenio II tiene sus ventajas como la construcción de nuevas escuelas, clínicas de salud, carreteras y otros beneficios y de ahí un sector de la población saldría beneficiado.

¿Pero qué se sabe del impacto ambiental que vendría por la deforestación en la zona costera?, pues bien sabemos que los manglares son pulmones al ecosistema, en esa referencia puedo creer que las repercusiones sean mayores” explica a El Imparcial News.

Diana Alemán coincide con su abuelo al decir que los beneficios serán pocos, sin embargo la familia se divide al respecto, Yolanda y Jacqueline Flores Alemán aseveran que este plan traerá fuentes de trabajos en las nuevas escuelas, la construcción de carreteras y hoteles, para Blanca Ramírez; una joven proveniente del cantón La Noria, estudiante de licenciatura en Mercadotecnia dice que el nivel educativo en la zona es menor que el resto del país y que las ventajas de un Fomilenio serviría para nuevas oportunidades al capital humano donde habrá oportunidades para los profesionales en matemáticas, inglés, informática, medicina, agrícolas, pesqueras, turismo, etc.

No se puede negar que la zona costera marina necesita de infraestructuras viales, agrícolas, pesquera, tecnificar el sistema de equipamiento técnico y tecnológico de los centros educativos, y este plan ayudaría a más de ciento setenta mil estudiantes y a la vez promovería a los estudiantes a terminar el bachillerato y luego llegar a la universidad.

Aquí está la apuesta del Fomilenio II en brindar la oportunidad de formación estudiantil, agropecuaria, pesquero, etc. y la zona costera marina viva su sueño real con 519 escuelas y 1,346 manzanas de tierras trabajables.

Quiero expresar que este plan es tan extenso a desarrollar y en el próximo artículo escribiré del desarrollo agrícola de la zona antes del FOMILENIO II.

 

*Alirio Alemán; Periodista Cultural, poeta y escritor salvadoreño residente en Virginia, USA.

 

Miguel Alemán y cooperativistas han superado su nivel de vida por medio de las cooperativas agrícolas y la ayuda mutua en La Noria. Usulután.

 

Diana y Jacqueline (primas) sonríen mientras tienen diferentes maneras de pensar respecto al Fomilenio II.

 

Fátima Ramírez, realiza con mucha alegría el proceso de desfloración del maíz certificado H-59 en La Cooperativa agraria “La Maroma” en la zona costera Usuluteca.