Pistorius obtiene la libertad condicional

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SUDAFRICA

Un juez sudafricano concedió al deportista la libertad bajo fianza mientras se lleva a cabo el juicio por el asesinato de su novia

 

El atleta Oscar Pistorius obtuvo la libertad condicional este viernes, en medio de un juicio por la muerte a tiros de su novia, la modelo Reeva Steenkamp. Pistorius, de 26 años, está acusado de homicidio premeditado.

El juez citó una serie de problemas con la investigación policial sobre la muerte de la novia del velocista olímpico.

Mientras el magistrado anunciaba su decisión se escuchó un “yes” (si) en la corte. Luego se llevaron a Pistorius mientras la familia aplaudía.

Pistorius se mantuvo tranquilo y reservado tras el anuncio y no apareció para celebrar. Su familia se abrazó en silencio. La apariencia del atleta era más de alivio que de felicidad. El magistrado sudafricano dijo que no creía que hubiera riesgo de que Pistorios huyera.

Pistorius deberá pagar una fianza de 1 millón de rands (alrededor de 114,000 dólares), y no podrá volver a su casa. Deberá entregar su pasaporte, no podrá acercarse a un aeropuerto y tendrá que reportarse en una estación de policía cada lunes y viernes. Además, tendrá que pagar 100,000 rands en efectivo antes del viernes y el resto en marzo.

 

La próxima cita de Pistorius ante la corte será el 4 de junio.

Previo a la decisión, en su argumentación final, los fiscales sudafricanos habían presionado este viernes para mantener al velocista tras las rejas, al pintarlo como un asesino con una defensa improbable.

Las autoridades y la defensa del atleta coinciden en que Pistorius mató a Steenkamp, pero él dice que la confundió con un intruso.

Las fallas de los investigadores

Nair cuestionó al fiscal, Gerrie Nel, sobre la afirmación del fiscal en el sentido de que Pistorious podía huir.

¿Qué tipo de vida tendría si huyera? preguntó el magistrado.

Una vida de libertad, respondió el fiscal.

¿Bucearía cada día con esas prótesis?, preguntó Nair.

Una vida fuera de la prisión, respondió Nel.

El fiscal imploró al juez negar la libertad bajo fianza a Pistorius al asegurar que la corte no puede favorecer a un famoso o una persona con discapacidad. “Todos sabemos que mucha gente importante ha salido bajo fianza y permanece en el país”, dijo Nel al magistrado. “Pero muchas personas importantes han escapado”, añadió.

Nel señaló el caso del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien huyó a la Embajada de Ecuador, en Londres, para evitar la extradición a Suecia, donde es buscado para ser interrogado por denuncias de asalto sexual.

El rostro de Assange era bien conocido, dijo el fiscal, pero “eso no lo detuvo para huir del arresto”.

“Pistorius no puede pasar inadvertido en un aeropuerto debido a sus piernas”, le dijo al magistrado.

Pistorius, emocionado, se sentó con los ojos cerrados y los hombros temblando mientras le rodaban lágrimas por el rostro. En otro momento miraba fijamente hacia adelante.

En los argumentos de la sesión del jueves, el fiscal dijo que el equipo de defensa de Pistorius falló al explicar por qué los investigadores encontraron dos teléfonos celulares y el arma que se cree que uso en el tiroteo enfrente de la regadera.

Esto apoya la afirmación del fiscal en el sentido de que Steenkamp no se limitó a levantarse para ir al baño en medio de la noche sino que se encerró a sí misma en el baño con su teléfono celular para protegerse de Pistorius.

Antes, en la audiencia, Nel argumentó que la evidencia muestra que Pistorius intencionalmente disparó contra Steenkamp. La evidencia balística muestra que tuvo que apuntar a la taza de baño para dispararle, de acuerdo con Nel. Por la forma en que las balas atravesaron la puerta sugieren que tenía puestas sus prótesis y estaba de pie, no sin ellas, como él asegura.

Pistorius dijo en su declaración que cuando disparó a través de la puerta se sentía vulnerable ante un posible intruso porque no llevaba sus piernas y tenía una movilidad limitada.

 

Parte de la declaración de Pistorius ante el juez

El 13 de febrero de 2013 Reeva había salido con sus amigos y yo había salido con los míos. Después Reeva me llamó y me preguntó si podía pasar la noche en mi casa. Dije que sí y estábamos contentos de tener una cena tranquila juntos en casa. Aproximadamente a las 22:00 horas el 13 de febrero de 2013 estábamos en nuestra habitación. Ella hacía sus ejercicios de yoga y yo estaba en la cama mientras veía televisión. Me había quitado mis piernas prostéticas. Estábamos profundamente enamorados y no podíamos estar más felices. Sabía que ella se sentía de la misma manera. Me había dado un regalo por el Día de San Valentín pero me pidió que no lo abriera hasta el otro día.

Después de que Reeva terminó sus ejercicios de yoga se metió a la cama y ambos nos quedamos dormidos.

Estoy muy consciente de los crímenes violentos que cometen los intrusos que entran a las casas con el fin de cometer delitos, incluidos los crímenes violentos. He recibido amenazas de muerte antes. También he sido víctima de violencia y de robos. Por esa razón mantengo un arma de fuego, una Parabellum de 9 mm, debajo de mi cama cuando me voy a dormir.

Durante las primeras horas del 14 de febrero de 2013, me desperté, fui al balcón para meter el ventilador y cerré las puertas corredizas, las persianas y las cortinas. Escuché un ruido en el baño y me percaté de que alguien estaba en el baño.

Sentí una sensación de terror en mí. No hay rejas en la ventana del baño y sabía que los contratistas que trabajaron en mi casa habían dejado afuera la escalera. Aunque no tenga mis piernas prostéticas puestas tengo movilidad en mis muñones.

Creía que alguien había entrado a mi casa. Estaba demasiado asustado para prender la luz.

Tomé mi pistola de 9 mm de debajo de mi cama. En mi camino al baño grité para que él/ellos salieran de mi casa y para que Reeva llamara a la policía. La habitación estaba muy oscura y pensaba que Reeva estaba en la cama.

Me percaté de que la ventana del baño estaba abierta. Me di cuenta de que el intruso(s) estaba/estaban en el baño porque la puerta del baño estaba cerrada y no vi a nadie en el cuarto de baño. Escuché movimiento dentro del baño. El baño está dentro del cuarto de baño y tiene una puerta separada.

Me llené con horror y miedo de que un intruso o intrusos estuvieran dentro del baño. Pensé que él o ellos debieron de haber entrado a través de la ventana sin protección. Ya que no tenía mis piernas prostéticas puestas y me sentía extremadamente vulnerable, sabía que tenía que proteger a Reeva y a mí mismo. Creía que cuando el intruso(s) saliera del baño estaríamos en grave peligro. Me sentí atrapado ya que la puerta de mi recámara estaba cerrada y tenía movilidad limitada en mis muñones.

Disparé a la puerta del baño y le grité a Reeva que llamara a la policía. No respondió y me alejé del baño, manteniendo mis ojos en la entrada del baño. Todo estaba demasiado oscuro en la habitación y aún estaba demasiado asustado para prender la luz. Reeva no respondía.

Cuando llegué a la cama, me di cuenta de que Reeva no estaba en la cama. Allí fue cuando me di cuenta de que Reeva podía ser la que estaba en el baño. Regresé al baño diciendo su nombre. Traté de abrir la puerta del baño pero estaba cerrada. Regresé a la habitación y abrí la puerta corrediza que daba al balcón y grité para obtener ayuda.

Me puse las piernas prostéticas, corrí de regreso al baño y traté de abrir la puerta del baño. Creo que debí haber prendido las luces. Regresé a la habitación y tomé un bate de criquet para abrir la puerta del baño. Un panel o paneles se rompieron y encontré la llave en el piso y abrí la puerta. Reeva estaba desplomada, pero viva.

Luché por sacarla del baño y la llevé a la habitación. Llamé por teléfono a Johan Stander (“Stander”) quien estaba involucrado en la administración de la propiedad y le pedí que llamará a una ambulancia. Llamé a Netcare y pedí ayuda. Fui al piso de abajo para abrir la puerta de enfrente.

Regresé al baño y levanté a Reeva ya que me habían dicho que no esperara a los paramédicos, sino que la llevara al hospital. La llevé abajo para llevarla al hospital. Cuando bajaba Stander llegó. Un médico que vive en el complejo también llegó. Abajo, traté de dar asistencia a Reeva, pero murió en mis brazos.

Estoy absolutamente mortificado por los eventos y la pérdida devastadora de mi amada Reeva. Con el beneficio de la retrospectiva creo que Reeva fue al baño cuando salí al balcón para meter el ventilador. No puedo soportar pensar en el sufrimiento que le causé a ella y a su familia, al saber cuánto era amada. También sé que los eventos de esa noche trágica fueron como los describí y que en su momento no tengo duda de que la policía e investigadores expertos confirmarán esto.

Toleraré mi juicio si procede en mi contra. Soy un atleta internacional conocido y no hay posibilidad de que piense en no tolerar mi juicio si hay uno. Confío en el sistema legal sudafricano y que los hechos mostrarán que no asesiné a Reeva. (Con datos de CNN, Robyn Curnow y Chelsea J. Carter