VENEZUELA
Este viernes 15 de marzo, luego de una última misa de cuerpo presente, fueron trasladados los restos del presidente Hugo Chávez, al Museo de la Revolución en Caracas. Chavez, falleció el 5 de marzo a los 58 años de edad, después de batallar durante 21 meses contra el cáncer.
El acto fúnebre paralizó las actividades en Caracas y se realizó frente a los familiares más cercanos del comandante presidente —sus padres y hermanos—, algunos ministros y las máximas autoridades de los demás poderes públicos. La urna funeraria fue cubierta por completo con la bandera de Venezuela.
Una vez finalizado el servicio religioso, el ataúd fue trasladado al patio de la Academia Militar, donde 2.000 cadetes le rindieron los honores correspondientes a su investidura. Tras esa parada empezó el camino hacia el Museo de la Revolución, ubicado en una loma del histórico barrio del 23 de Enero, donde estará mientras el Gobierno decide si prosigue con sus planes de embalsamarlo y llevarlo al Panteón Nacional.
El Museo de la Revolución fue el lugar desde donde Chávez dirigió el 4 de febrero de 1992 la intentona golpista contra Carlos Andrés Pérez. Aún se desconoce si el cuerpo será expuesto en una urna de cristal, como lo había anunciado el Gobierno, o si será sepultado allí.
Difícil embalsamar el cuerpo
Nicolás Maduro afirmó esta semana que será “bastante difícil” que el cuerpo del líder bolivariano pueda ser embalsamado. Los preparativos debían haberse iniciado antes, sorprendió el presidente encargado.
Maduro confirmó que expertos rusos y alemanes llegaron a Venezuela para el proceso de embalsamamiento, pero que “las noticias científicas y las opiniones” estiman que “va a ser bastante difícil que sea así, porque los preparativos tenían que iniciarse y la decisión se tuvo que haber tomado mucho antes“.
La sorpresa, “producto del amor”, que Maduro tenía reservada para levantar la moral del chavismo le ha salido cara. “Hemos decidido embalsamar al comandante para que todos lo vean, como a Lenin, Ho Chi Minh y Mao Tse Tung”, proclamó la semana pasada el autodenominado ‘hijo político de Chávez’.
Maduro había anunciado que el destino de Hugo Chávez sería una urna de cristal, en la que permanecería embalsamado “eternamente” para que sus seguidores lo pudieran ver. “Es su comandante. Les pertenece a ustedes”, señaló entonces. Este miércoles, sin embargo, el discurso era muy distinto: “Queremos decírselo responsablemente a nuestro pueblo, para que sepamos que de pronto no se puede”, reconoció Maduro. Tengo “la responsabilidad máxima de informar sobre estos pasos”, confirmó.
Si el propósito era conservar el cuerpo del presidente Hugo Chávez para la posteridad, ya debería estar embalsamado, mediante un procedimiento especial. “Hacerlo a estas alturas sería muy difícil”, confirmó Camilo Jaramillo, licenciado en medicina mortuoria de la academia McAlister de la Universidad de Nueva York al diario El Tiempo.
Y es que los expertos en tanatopraxia han recomendado desde hace días empezar cuanto antes este proceso que no es rápido, se necesita unos seis meses, ni barato, tendría un coste cercano al millón de dólares. (Con datos de El Mundo)