EL EVANGELIO EN MARCHA
Por: Boris López, Tabernáculo Bíblico Bautista, Manassas, Virginia (borislopez986@yahoo.com)*
Vivimos en un país multicultural, personas de todo el mundo vienen a vivir aquí, con diferentes religiones, diferentes credos, acá en Virginia lo vemos y en lugares como New York mucho mas, por muchos considerada esa ciudad como la capital del mundo; vienen personas que creen que Dios nació de una vaca, o que al morir reencarnarán en un animal. Esto creen y se les respeta.
El Cristianismo sin embargo es un movimiento que donde sea presentado crece, adquiere credibilidad rápidamente, en países como Korea el cristianismo ha crecido tanto que es allí donde existe la iglesia Cristiana mas grande del mundo, es una iglesia de más de 720,000 miembros, una iglesia que celebra servicios cada dos horas 24 horas al día, durante todo el año. ¿A qué se debe esto? Se debe al efecto que genera la presencia de Cristo en el Cristiano, ¿de qué se trata?
Lo primero que hay que decir es que el Cristiano cuenta con el agente transformador mas eficaz: El Espíritu Santo, la tercera persona de la Deidad, Cristo lo prometió y viene al creyente a vivir en su espíritu y comienza una obra regeneradora, Cristo ha enviado al Espíritu Santo para que viva en el Cristiano y lo convenza del pecado, de Justicia, y de Juicio; para que haya una voz que le diga al cristiano lo que está mal y no lo deje en paz, siempre le dirá: – No lo hagas – ante toda intención de pecar, (Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9 De pecado, por cuanto no creen en mí; 10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; (Juan_16:8-10) este convencimiento es esencial porque para tener éxito en la vida hay que tener el control de nuestros actos, hay que estar fuera de problemas y es El Espíritu Santo quien nos da el control de nuestras emociones y nos ayuda a estar estables.
Si el cristiano cae en pecado, la lucha no está perdida, será El Espíritu Santo que se apague o contriste y ocasionará un estado de pobreza espiritual que causará sufrimiento al cristiano debido a la distancia que ha abierto con Dios, leamos el siguiente pasaje:… “Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte”. (Santiago 1:14-15)
Pero no todo termina allí, sino que luego de la lejanía que se ha establecido con Dios, el cristiano buscará volver a la comunión con Dios viviendo un pequeño infierno mientras recupera su comunión, como el rey David que pidió a Dios que no apartara su Santo Espíritu, después de haber pecado, (Salmo 51:11), luego de ésta experiencia, el cristiano estará mas preparado para cuando aparezca de nuevo el pecado, el error lo hará mas fuerte, por el dolor vivido ante la culpa del pecado, y así una y otra vez, hasta llegar a preferir la comunión con el Señor que el pecado, así lo explica el apóstol Pablo:
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. (2 Cor 12:9)
Quien haya experimentado la fe en Jesucristo, sabe de lo que estoy hablando, estoy hablando de un Dios vivo, que vive en nuestro ser para darnos transformación y de esa forma darnos el éxito en nuestra vida, no se puede tener éxito viviendo desordenadamente, pero cuando mantenemos el control ayudados por el Espíritu de Dios, es cuando encontramos el verdadero camino de la restauración. Es en Cristo que debemos de buscar el éxito, pídele hoy que venga a vivir a tu corazón.
*El pastor Boris López, es graduado del seminario de la Misión Bautista Internacional de El Salvador.
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