¡Velad!

0
459

PERLAS DEL ALMA

¡Velad!

Por: Francisco Aular (faular@hotmail.com)

Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir. MATEO 25:13 (RV60)

 

“El mundo se acaba el 21 de mayo de 2011”, dicen los carteles que todavía están en algunas carreteras de Estados Unidos y Canadá. Sé que también el movimiento patrocinado por Harold Camping, se hizo mundial. Sin embargo, el 21 de mayo, vino y se fue. Ya es historia. Lo que puedan decir los que suponían que poniéndole día y hora a la venida del Señor, Él lo haría, suena a excusa. Pero no obstante, no deja de impresionarme, la cantidad de personas que creyeron, se enlistaron y pusieron tiempo y dinero confiando solamente en las aseveraciones de un ser humano. Es admirable el despliegue de tantos misioneros llevando un falso mensaje en tan poco tiempo. Aquí se cumplen las palabras del Señor JESÚS, cuando dijo acerca de estos días que vivimos: “Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” (Mateo 24:24 RV60) Pero no perdamos de vista, la lección que encontramos ante el surgimiento, aún entre los propios escogidos de situaciones como éstas, por lo tanto: ¡Velad!

Pues bien, aquí estamos entre la tristeza y frustración de los seguidores de Harold Campin, y las burlas de siempre de los incrédulos. Pero el mensaje verdadero es el mismo: “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.” (Mateo 25:13) Y tenemos también un versículo de oro que estos días hemos utilizado para aferrarnos a él y ayudar a muchos que dudaban: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.” (Mateo 24:36) Pero en todo caso, el cumplimiento de las profecías bíblicas, siguen vigentes: ¡JESÚS vuelve! ¡El Rey ya viene! Y por lo tanto: “¡Velad!

¿Por qué debemos sostener la doctrina del Retorno de JESÚS?

Conocer esta verdad bíblica estimula al creyente para ser un buen mayordomo –un buen administrador- de lo que Dios nos ha dado. Lo enfoca en el hecho de que estamos en este mundo de una manera temporal, somos extranjeros sin visa de residencia permanente aquí. Así como no sabemos ni el día ni la hora de la vida del Señor JESÚS, tampoco sabemos ni el día ni la hora en que tendremos que salir de este mundo. Otro aspecto en que la doctrina de la segunda venida de Cristo nos ayuda, es que nos consuela y anima; nos alienta en las pruebas y tribulaciones; nos conforta en medio de nuestras enfermedades, tanto las nuestras como las de los demás; nos revela la verdad de que vivimos en un mundo injusto, y es en vano, esperar que nos van a tratar mejor por el simple hecho de ser cristianos, nacidos de nuevo; nos da un carácter lleno de amor, fe y esperanza que no lo podrá extinguir ni las persecuciones, ni las cárceles y ni la muerte: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.” (Apocalipsis 21:4). Igualmente, tener la seguridad del Retorno de Cristo, nos lleva a los cristianos, nacidos de nuevo, a llevar el mensaje de la salvación y la obra misionera a gran alcance: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mateo 24:14 RV60). Este es el llamado permanente al pueblo de Dios, en todas partes de mundo: ¡Velad!

Oración: Amantísimo Padre Celestial, ¡Te alabo en esta hora porque tu plan de salvación para todo aquel que te busque es perfecto! El conocimiento de tu tiempo, no está atado al criterio de ningún ser humano, ni bajo el poder y dominio de ninguna entidad espiritual. Solamente tú, sabes el día y la hora ¡Eso me da gozo y paz porque estar en tus manos y bajo tu voluntad, es todo para mí! Ayúdame a proclamar este Evangelio hasta el final de mis días en el nombre de JESÚS. Amén.

Perla de hoy: Estar en alerta ante la Segunda Venida del Señor le da un verdadero propósito para vivir.

Interacción: ¿Qué te dice Dios hoy por medio de su Palabra? Y en respuesta a ello… ¿Qué le dices tú a Él?