EL EVANGELIO EN MARCHA
Dios conoce nuestro corazón y nuestra constancia
Por: Boris López, Tabernáculo Bíblico Bautista, Manassas, Virginia (borislopez986@yahoo.com)*
Cuando se hace el ministerio, se está sujeto a vivir muchas experiencias, una de ellas es el protagonismo que buscan las personas al hacerlo, hay quienes creen que las posiciones y puestos en el ministerio son dadas por la amistad, por el compadrazgo, o simplemente he escuchado a personas que le dicen a los líderes cristianos – Dame algo – o un –tómame en cuenta en este nuevo ministerio – movidos quizás porque ven el éxito del ministerio cuando ven que son iglesias que crecen muy rápido y quieren ellos ganar cierto protagonismo y reconocimiento de los hombres. Pero en el ministerio las cosas no funcionan así, en el ministerio es el Espíritu Santo el que se encarga de repartir los dones y de usar a las personas de acuerdo a su comunión con el Señor y colocarlos en los lugares donde corresponde según sea necesario.
Hoy me encuentro en San Francisco California, hace dos días viajamos desde los Ángeles, CA para unirnos a otro grupo de pastores para realizar el II congreso de pastores del Tabernáculo Bíblico Bautista Amigos de Israel, el fin de semana estábamos viajando desde Virginia hacia los Ángeles para poder predicar en los servicios del Tabernáculo de Hollywood el día domingo, una iglesia que en tan solo dieciséis meses tiene una membrecía de trescientas personas, dirigida por el pastor Edwin Escobar.
Fue allá por el año noventa y tres cuando pertenecíamos a la misma iglesia y fue cuando Dios puso en el pastor Escobar iniciar el mundo de las misiones. Recuerdo que hizo un viaje de reconocimiento a un lugar llamado ¨las cumbres¨ en Chalatenango, El Salvador, recuerdo que ese día los pobladores escucharon los rumores de que se iba a ¨hacer culto¨, y de las casas aledañas, aparecieron unas veinticinco personas con su Biblia bajo el brazo, esperando hacer la reunión en ese mismo momento, lo que así sucedió. Recién había pasado la guerra civil y toda esa zona estaba desierta de misioneros y de iglesias. Fue allí donde comenzó la primera misión, liderada por el pastor Escobar, que cada fin de semana, dejaba la comodidad de su hogar y viajaba con su familia a ese lugar, dejándolo todo.
Pasado el tiempo, logró la meta de fundar la iglesia en ese lugar y se trasladó a Zapotitán, departamento de Chalatenango, donde permaneció por más de trece años en la formación de esta iglesia. No fue fácil la tarea, pero cuando se ha creído a la palabra de Dios, se es constante y se trabaja con gozo, porque a la larga Dios premiará la labor de sus obreros:10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aun. Hebreos 6 10.
Ahora que veo la iglesia en Hollywood California, una iglesia de creyentes comprometidos y convencidos, que hacen una labor encomiable, que están temprano para servirle a su Dios, que están organizados, y que esperan grandes cosas de Dios para sus vidas, estoy cada vez mas convencido lo que dice la palabra en Gálatas 6 9 ¨No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
En definitiva en ministerio no es algo que se nos da hecho, siempre habrán una gran cantidad de circunstancias que se presentarán, obstáculos que hay que vencer, batallas que hay que pelear y ganar. Pero que gusto da ver obreros que han asumido el reto de tomarse de la mano de Dios y han logrado triunfar ministerialmente, eso no es fruto de la casualidad, es fruto del trabajo.
Nosotros los cristianos no podemos pretender que nuestra vida esté separada entre las cosas de este mundo y las cosas espirituales, no, están en unidad, nuestra entrega a la obra de Dios, es nuestra garantía del éxito en el mundo. Por eso digo una vez mas, el éxito ministerial no es casualidad, es el fruto recibido por la obra completada.
Así debemos ver a Dios, si queremos grandes cosas de Dios, emprendamos grandes cosas para Dios Hay iglesias que se han acostumbrado a la comodidad de no hacer nada. Simplemente se conforman con los que son, pero Dios nos llama a vivir sin límites, en la vida del creyente, no deben de existir límites, debe haber una entrega sabiendo que la respuesta a nuestras vidas viene pronto.
*El pastor Boris López, es graduado del seminario de la Misión Bautista Internacional de El Salvador.
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