EL EVANGELIO EN MARCHA
¿Ya se dio cuenta de que necesita ayuda?
Por: Boris López, Tabernáculo Bíblico Bautista, Manassas, Virginia (borislopez986@yahoo.com)*
Desde que comencé a preparar conferencias para las familias, utilizaba pasajes bíblicos que inmediatamente me guiaban a utilizar recursos relacionados con el comportamiento humano y por consiguiente en base nuestro desarrollo emocional. El desafío ha sido tan notable que en más de alguna ocasión he escuchado; – eso no está en la biblia -. Pues estoy sorprendido, y es el motivo de estas letras, porque tuve la oportunidad de revisar al temario del Doctor Willian Goff en sus conferencias “Matrimonios triunfantes, Familias Felices” impartidas en la iglesia Bautista de Columbia, la semana recién pasada, y que desarrolló temas tales como los hogares destruidos, la Rebelión de los hijos, divorcios, maltrato; en todos ellos, además de la palabra de Dios, siempre hay un elemento emocional involucrado, el Espíritu Santo me estaba guiando hacia esta enseñanza.
De modo que nuestro comportamiento actual está íntimamente relacionado con nuestro desarrollo emocional, desde niños hacia adultos, somos el fruto de nuestra experiencia!!, Entonces esta enseñanza basada en la palabra de Dios y ayudada por el descubrimiento de mi verdadero yo, de reconocer que hay una experiencia traumática que me domina, me hace llegar a la conclusión de que todos tenemos en alguna medida un problema en nuestro subconsciente, apoyados por la observación del cien por ciento de los casos, de modo que todos, pero absolutamente todos necesitamos identificar los problemas en nuestro desarrollo emocional que vienen a desencadenar en nuestra conducta actual.
El psicoanálisis, fundado por el neurólogo vienés Sigmund freud allá por el año 1896, y definido como el modelo teórico descriptivo y explicativo de los mecanismos, procesos y fenómenos implicados en la vida anímica humana, nos envían a cada uno de nosotros a identificar esos problemas que nos hacen actuar de forma incorrecta, dañando a las personas que viven a nuestro alrededor.
Si somos “Celosos”, revisemos las experiencias vividas en el pasado y reconozcamos que necesitamos ayuda y que nuestra esposa o esposo no tiene porqué estar pagando nuestro dolor de relaciones pasadas.
Como ejemplo de este tema puedo mencionar que hace un tiempo, un joven amigo me preguntó el porqué de las maras o pandillas. Le contesté que era por diferentes causas, entre las que podría mencionar la desintegración de los hogares, el abuso infantil, la condición económica, etc. Por ejemplo, -le dije- si una madre soltera tiene un hijo y su relación actual no le acepta el hijo, decide dejarlo con una hermana o con la abuela y allí sufre de abusos, a la larga las pandillas será un salida a esta esclavitud, a estas lesiones emocionales o simplemente en el futuro su autoestima será afectada por el hecho de haber sido abandonado por su propia madre.
Sin saberlo, estaba relatando la vida de este joven, a lo que me contestó -A mi no me importa,…me vale – en tono colérico – le contesté, si,.. se nota, no te importa- La pregunta del millón fue preguntarle si creía en la familia, su respuesta fue de acuerdo a sus heridas emocionales, -quiero tener un hijo pero no un compromiso de familia – Definitivamente, necesita ayuda! Todos la necesitamos.
Ahora bien nuestro papel será identificar el problema que tenemos, ¿será Ira? ¿Rencor? ¿Que resulta en una baja autoestima? El papel del Espíritu Santo es sanar la herida, pero cómo va a actuar Dios si no nos dejamos ayudar, si no aceptamos que necesitamos ayuda. Al alcohólico se le puede ayudar cuando reconoce que necesita ayuda. En el matrimonio la ayuda es posible cuando aceptamos que necesitamos ayuda. Cuando reconocemos nuestra debilidad, es cuando el Espíritu de Dios va a comenzar su obra regenerativa, a curar nuestro interior, el Espíritu Santo realiza su obra cuando dejamos que nos guíe y nazcan de nosotros sus frutos y es entonces cuando vamos a dejar de dañar a las personas que nos rodean, personas que AMAMOS. La palabra de Dios, nos dice en Romanos 12:3 “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.” Claro está, Dios nos deja abierta la posibilidad de que necesitamos ayuda. ¿Reconoce que necesita ayuda? Si dice – NO, no necesito – búsquela, la necesita, y se dice – SI – el Espíritu Santo está esperando ayudarle.
*El pastor Boris López, es graduado del seminario de la Misión Bautista Internacional de El Salvador.
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