LITERATURA
CELEBREMOS EL MES DE LA HERENCIA HISPANA
Hispanos somos y aquí estamos
Por Alirio Alemán*
Es comprensible nuestro largo recorrido para reencontrarnos en tierras del norte (EEUU) muchos de nosotros no conocimos bien nuestro terruño y aun así la necesidad nos obligó a abandonarla y es ahí donde todos tenemos algo, ahí adentro en el alma de poeta y suspiramos por nuestra tierra y su gente, bella nuestra tierra llena de ternura, sublime, de intensa belleza, como la poesía escrita con amor y es desde ahí donde brota con bondad el alma nativa.
Nosotros como hispanos comprendemos la distancia entre el terruño y nosotros, que somos millones los que vivimos fuera de nuestras fronteras patrias, pero también sabemos que ese pedacito de tierra es la fuente de inspiración y que por más que quisiéramos no podemos encontrar la dicha completa en tierra ajena, y es que allá tenemos los octubres llenos de vientos bajados desde las cordilleras norteñas, noches cuajadas de luceros y estrellas preñadas de luz…todo eso es inolvidable. Quisiera detenerme, pero no puedo, allá cada cosa por pequeña que sea proporciona felicidad, cada minuto es valioso…el vuelo de un pájaro, como el canto del gallo que nos hace sentir enorme alegría por el simple hecho de convivir juntos y es que allá viviendo en familia, nadie sueña con ser más importante que los demás ¡porque cada uno ya lo es! Así es allá…en nuestras tierras.
¿Y aquí en Los Estados Unidos de América…En Washington DC, Nueva York, donde quiera que estemos, como lo definimos?
Acá estamos en las grandes ciudades estadounidenses de esas que nunca duermen donde todo parece ser fiesta, música, bebida, comida, celebraciones, ahí estamos, sorprendidos a la vez, pero con nuestra habilidad hispana, porque para eso somos campeones, ahí en medio del relajo organizamos nuestras fiestas aunque estemos en medio de situaciones difíciles, ha veces nos preguntamos el porque celebramos si estamos viviendo momentos de dolor, persecución migratoria y policial, leyes discriminatorias, etc., pero al final del camino comprendemos que las celebraciones nos dan la oportunidad de estar juntos, así nos fortalecemos unos a otros y así combatimos la desesperación, creando una verdadera solidaridad. Fiestas que nos animan a seguir luchando, fiestas que son parte de nuestra búsqueda por una vida buena, para nosotros como inmigrantes la vida es buena si tenemos trabajo y salud, y si nuestra familia en el terruño está bien, entonces la vida es buena y estamos de fiesta que nos animan a seguir luchando, fiestas que son parte de nuestra búsqueda por una vida buena y la vida es buena si todos gozamos. Nuestra lucha es por sentir alegría, deleitarnos y compartir donde quiera que estemos nuestra buena suerte, por tener una vida digna…pobre, no importa, pero digna…por eso celebramos.
¿También vivimos contrariedades en nuestro diario vivir como inmigrante?
En las grandes ciudades como Nueva York se ve correr la gente por la aceras y cruzar la calle sin la debida precaución como si todos van a perder el último avión, o el tren subterráneo, allá en mi tierra solamente se corre cuando hay la necesidad de ayudar a alguien en peligro de muerte o hay que ayudar a la vaca con su parto, ah también cuando viene una de esas tormentas eléctricas que parten el cristal del cielo en mil pedazos y de verdad hay que correr y buscar donde pasar la tormenta. Después con el correr de los días comprendemos que en realidad no estaban perdiendo nada, el tren subterráneo ha estado ahí todo el tiempo, ha estado ahí desde antes que viniéramos, aquí esta gente anda corriendo todo el tiempo, en realidad ya es una costumbre. Así es la vida aquí, hay que convivir con todo lo que acontece alrededor, aquellos grandes edificios llenos de luminarias anunciando sus productos, bueno hasta carteles de mujeres semidesnudas. ¿Por qué esa falta de respeto a la mujer…pues? Me preguntaba. Al principio vi cosas extrañas, vagabundos drogándose en las aceras, parejas de novios teniendo sexo en los callejones llenos de mercaderes de dudosa reputación, así un día vi correr tanta agua…un agua tan sucia y hedionda, un desperdicio enorme de comida que tiran los dueños de los restaurant que me dieron ganas de llorar, en muchos de nuestros países murió tanta gente de hambre y sed, y aquí la gente no cuida el agua y la comida, aquí se desperdicia toda esa fuente de vida, aquí la gente se muere de drogarse, exceso de alcohol, por la misma delincuencia…todo eso contrastó mis primeros días como inmigrante.
¡Que decir de nuestro orgullo hispano!
Entre lo bueno siempre existe lo malo, y habrán siempre los que se drogan, roban y matan dentro de nuestra raza hispana, pero también ahí está el orgullo hispano en posiciones envidiables dirigiendo una conferencia ejecutiva de alto nivel, así tenemos nuestra gente en el Congreso de la nación, por ahí están los maestros, doctores, empresarios, periodistas, poetas, cocineros, políticos, alcaldes, campesinos, constructores, cantantes, deportistas…en fin si hasta astronautas tenemos. Que orgullo se siente ser hispano, que bonito es el arco iris del color de las pieles, ¡Que rica es la diversidad de la raza y las diferentes culturas que representamos! No importa de donde venimos, si del Caribe, Centro América o de la misma Sur América, todo esto dice que se ve bien bonito el mestizaje, negro blanco, ladino, mestizo, en fin es la misma sangre que corre en nuestras venas y está estampado en nuestras pieles.
Todo esto me ha hecho pensar en la diversidad y diferencia, y las miles de palabras me da un enfoque de lo que se piensa al respecto: nuestra bendición y desafío son el regalo de nuestros antepasados, desde ahí a nuestros hijos viviendo en medio de un prejuicio establecido, sin embargo el desafío no es asunto pequeño, es una lucha que tenemos que abrazar si queremos ser fieles a lo que somos como hispanos, no importa que tan diferente seamos, hay muchas maneras en las cuales somos iguales o similares y es eso lo que hace preciso la amistad y la comunicación. Si no hubiera diversidad y diferencia, nuestro mundo sería tan pobre, tan limitado, tan aburrido, nosotros necesitamos la diferencia, eso significa que somos seres sociables, de lo contrario rechazar esta diferencia y diversidad es como negarse uno mismo.
Valoricemos todas estas diferencias que tenemos y tratarnos como hermanos hispanos, hagámonos amigos, aceptemos con agrado a las personas de diferentes nacionalidades y culturas, respetemos su credo, educación, orientación sexual y política, si nosotros aceptamos a aquellos que son diferentes, muy pronto caeremos en cuenta que podemos aprender de ellos, lo que ellos son y como enfrentan la vida, todo eso es importante y valioso.
Que mas quisiera decir de nuestra raza hispana viviendo en los Estados Unidos de América, Canadá, Australia, Europa, en fin que con gran tesón se gana el pan diario, es como querer olvidar de donde venimos, pero no podemos, nosotros provenimos de familias de manos laboriosas, manos que cortan, clavan, pintan y pegan, tejen y cultivan, manos venerables que decoran el jardín, forjan y definen el futuro, ASI SOMOS LOS HISPANOS, de mentes habilidosas de cuya fuente fluye el deseo de superación y el bienestar familiar, todo ello lleno de costumbres y tradiciones que cada vez recrean el alma popular y fortalecen así nuestra fe.
ASI SOMOS LOS HISPANOS…SOMOS ORGULLO…NO LO DUDES MI HERMANO.
*Alirio Alemán, Columnista, poeta y escritor salvadoreño residente en Virginia, EEUU.