Dios nos defiende con la diestra de su Justicia

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EL EVANGELIO EN MARCHA

Por: Boris López, Tabernáculo Bíblico Bautista, Manassas, Virginia (borislopez986@yahoo.com)*

 

Nacho, como muchos jóvenes de su país El Salvador, veía la necesidad de tener amistad con jóvenes de su edad, sobretodo con los que había conocido en la escuela o en los alrededores de donde vivía.

No le importaba su procedencia o a qué se dedicaran sus amigos, simplemente compartía diferentes momentos de la vida. Todas las tardes después de una jornada de trabajo que comenzaba en la madrugada, en una panadería propiedad de sus padres, Nacho se relajaba en la esquina de su casa conversando con sus amigos. Es una costumbre en varios de nuestros países que los árboles frutales están dispuestos para ir a cortar sus frutas directamente. Una tarde Nacho y sus amigos fueron a “bajar mangos” a una finca, entre ellos estaba “la pantera” que decían muchos que andaba con la pandilla denominada “dieciocho”. Cuando estaban en la finca se unió al grupo otro joven de sobrenombre “Calín” que también se decía que era pandillero pero del grupo contrario de “la pantera”.

No tardó mucho en originarse la discusión y “la pantera” sacó un revólver y mató a Calín. Allí en medio de la finca, sin mayor rivalidad que ser de la otra “mara”, ocurrió el homicidio. “La pantera” les advirtió a los demás jóvenes, cuatro más, – El que hable está muerto – les dijo. Cuando se iniciaron las investigaciones del asesinato, se supo que el grupo de jóvenes había salido a “cortar mangos’ y que a ese grupo se había unido “Calín”, el grupo de jóvenes fue arrestado,  todos menores de edad; excepto Nacho, por lo que los menores fueron dejados en libertad, no así Nacho.

Sus antecedentes de rebeldía hacían que Nacho fuera el principal sospechoso, por ser el único mayor de edad, y ante el silencio de todos debido a la amenaza que les hizo “el pantera”  nadie habló. El pantera no fue capturado. Estaba con “la mara”, y no estaba en su casa, cuando intentaron capturarlo, aunque también estaba acusado. El problema de todo esto era que Nacho era del grupo de jóvenes de nuestra iglesia y la congregación entera era testigo de su nueva vida en Cristo, y que había sido injustamente acusado y procesado penalmente, el pecado era “andar en malas juntas”.

Entonces se volvió el caso en un problema de la iglesia porque ahora tenía que ver la justicia de Dios para resolver este caso. Yo veía en esta situación un problema de fe, porque me decía para mi mismo – Si Dios no nos ayuda en esta causa, la fe de la iglesia se va a debilitar, porque entonces muchos se preguntarán: – ¿y Dios que hace por sus hijos? ¿Cuál es la justicia de Dios?

Nacho estuvo preso, llegó el día del juicio, y muchos de los miembros de la congregación acudieron a la Corte, después de que la fiscalía presentó las acusaciones y la defensa sus alegatos Nacho quedó en libertad a pesar de ser el único acusado. Todos dimos Gloria a Dios! la fe de la Iglesia estaba recuperada. Desde entonces tengo por seguro que la iglesia tiene una promesa de Dios en su palabra: “No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia”. (Isaías 41:10.).

Una promesa verdadera, Dios actuará con Justicia por su pueblo. En mi vida personal y ministerial, cuando he tenido algún problema y las cosas se han complicado, mi esfuerzo ha sido siempre el de actuar con la verdad, con la justicia, y así y sólo así Dios me ha recompensado con la Victoria. Mi preocupación en este caso es que hay personas que diciéndose creyentes en Dios actúan con la mentira por el frente, ¿A dónde van? ¿Cuál es su intención? ¿Qué clase de Cristianismo practican? ¿Qué clase de enseñanza espiritual tienen? ¿Qué Justicia de Dios practican? Sepamos pues que cuando actuemos con la mentira, Dios no nos respaldará y cuando actuemos con la verdad, Dios nos respaldará con la Diestra de su Justicia y nos dará la Victoria! Hasta la próxima.

 

*El pastor Boris López, es graduado del Seminario de la Misión Bautista Internacional de El Salvador. ¿Desea Congregarse? Llámenos al 703-357- 2908. Tenemos servicio de transporte para todas las áreas