ESTADOS UNIDOS
La fiscalía militar presenta 29 cargos, 17 de ellos por asesinato. El Pentágono añade seis cargos por intento de asesinato a dos adultos y cuatro niños
La fiscalía militar de Estados Unidos presentó este viernes 29 cargos contra el sargento Robert Bales por la matanza de Kandahar, 17 de ellos por asesinato, al considerar que los homicidios se efectuaron con premeditación. Se le acusa de abandonar su base el 11 de marzo con la intención de provocar una masacre, de aniquilar a 17 civiles y de intentar matar a otros seis. La pena máxima por cada uno de esos cargos de asesinato es la de muerte.
El Pentágono aclaró que nueve de las víctimas eran niños, y los otros ocho adultos. Los aniquiló empleando las dos armas que portaba: un revólver de nueve milímetros y un fusil de asalto automático M4. Quemó algunos de los cuerpos, después de amontonarlos. Intentó matar, sin lograrlo, a un hombre, una mujer y cuatro niños, a los que dejó malheridos, según la fiscalía.
Según el Código Uniforme de Justicia Militar de EE UU, el homicidio premeditado conlleva una pena máxima de muerte. Los fiscales militares deberán solicitar la condena formalmente cuando comience el consejo de guerra, después de una investigación judicial en el que un magistrado debe decidir si hay pruebas suficientes para abrir el juicio.
Bales tiene un abogado civil, contratado por su familia, pero el Departamento de Defensa ha puesto a su disposición dos abogados militares. Tanto la fiscalía como los jueces que participen en el proceso serán, todos, miembros de las fuerzas armadas.
Hay siete soldados norteamericanos condenados a la pena capital, entre ellos Hasan Akhbar, acusado de matar a dos compañeros de filas en Kuwait en 2003. La última ejecución judicial el Ejército de EE UU tuvo lugar en 1961. (Fuente: David Alandete, El País)