Reserva Federal estudia nuevos estímulos económicos

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  La adopción de estímulos adicionales en Estados Unidos sigue siendo una opción de futuro. La cuestión está en saber qué debe pasar para que se active, bajo qué forma y con qué intensidad. El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, caminó de nuevo por una fina línea en su comparecencia ante el Congreso, al decir que el banco central está listo para actuar en caso de necesidad pero sin prometer algo inminente.

El Capitolio no es el lugar más propio para hacer anuncios de política monetaria. Así que el mensaje central de Bernanke fue simple: La situación actual es incierta y eso obliga a los miembros de la autoridad monetaria a modular su estrategia en función de las condiciones del momento. Es decir, el jefe de la autoridad monetaria mantiene la actitud de esperar y ver.

En su intervención inicial, por tanto, Bernanke no expresó un compromiso explícito con nuevos estímulos. Pero sí dijo que está preparado para actuar en caso de una escalada de las tensiones en el mercado financiero y un empeoramiento de la economía. Y aprovechó para pedir a los líderes europeos que “hagan más” para estabilizar su sistema bancario y “calmar los miedos”, tal y como ya hizo la Casa Blanca y el Gobierno de Japón en la reciente reunión del G-7 de principios de semana.

El presidente de la Reserva Federal reiteró que espera que la economía siga creciendo y que dispone de los instrumentos para apoyarlo preservando la estabilidad precios. Pero antes de adoptar cualquier decisión, debe dar dos pasos. El primero, determinar si el crecimiento es el adecuado. El segundo, ver si es necesaria una acción y qué opción es la más adecuada. Y repitió que la política monetaria no debe verse como una panacea.

Pero a los miembros de la Fed les preocupa que esta dinámica de negatividad se vaya alimentando y sea difícil de contener, por eso necesitan estar listos para actuar. Las tres condiciones que forzarán al banco central de EE UU a actuar son un claro empeoramiento de la economía, si los riesgos futuros crecen y ante la amenaza de la deflación. De momento, los precios están estables.

Aunque los últimos datos, sobre todo de empleo, se califican de “decepcionantes”, la mayoría de los miembros de la Fed están en una posición indecisa. En los extremos, son más los que se pronuncian a favor de reactivar estímulos por la vía convencional que los que se oponen. Pero es hacia donde se decante ese grupo en el centro lo que determinará el consenso.

Una tercera ronda de estímulos por la vía cuantitativa ayudaría a inyectar más liquidez en el sistema, pero su impacto en la economía real sería muy limitado y el sector financiero en EE UU no tiene un problema de falta de fondos. La opción más inmediata pasa por extender la recompra de deuda. También se contempla comprar deuda hipotecaria, para estimular la vivienda. (Con datos de EL PAIS)