EL EVANGELIO EN MARCHA
Proceso para tu restauración
Por: Boris López, Tabernáculo Bíblico Bautista, Manassas, Virginia (borislopez986@yahoo.com)*
Dicen que la iglesia Cristiana ha crecido gracias a que por allí apareció uno que otro desventurado que se me metió en líos en la vida y cuando tuvo que pasar por el desierto, encontró que no podía solo y al final terminó formando parte de los cristianos evangélicos. Pues sí, es una realidad, algunos solo aprendemos a las malas, una muy poca parte del Cristianismo actual vino a Dios por las buenas. De todos modos el tener necesidades espirituales, emocionales, materiales o físicas nos hacen candidatos a aceptar las bienaventuranzas que nos ofrece Dios. (Mateo 5:1-12)
Lo que si puedo decir con certeza es que aquellos que tomaron la decisión de rendirse a Cristo, lograron la total restauración de sus vidas y de esa forma han podido dar testimonio de que en Cristo sí hay un plan infalible al que cualquier persona puede tener acceso. Dentro de todos los testimonios recopilados puedo decir que miles necesitan ser restaurados, ¿por que? Porque ya fueron por el mundo como el hijo prodigado del que leemos en Lucas 15:11-32, quien pidió su herencia para irse a vivir perdidamente y cuando hubo malgastado todo, tuvo que regresar humillado por la necesidad que tenía. Así muchos, ya fuimos por el mundo y convertimos nuestra vida en un total desastre, vivimos perdidamente y hoy estamos en un desierto, es el momento de buscar la restauración porque como dije, el plan de Jesucristo es infalible.
Dentro de lo que he podido vivir, pienso que en 2a de Crónicas 7:14 existe un plan que seguramente da resultado, amparado a la palabra de Dios, analicemos el pasaje: “Si se humillare Mi pueblo, sobre el cual Mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren Mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces Yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.” En base a este pasaje, puedo concluir que los pasos fundamentales para la restauración son los siguientes:
Paso 1- Haga las pases con Dios. “Si se humillare, Mi pueblo sobre el cual Mi nombre es invocado.” El primer paso definitivamente es reconocer que nos hemos equivocado, mientras usted viva en soberbia y arrogancia, sin reconocer que ha andado en caminos que no son agradables a Dios, no va a poder comenzar su restauración, ahora ríndase a Cristo y entréguele su vida.
Paso 2- Haga un pacto con Dios. “y oraren y buscaren Mi rostro”. Dios es un Dios de pactos, él espera la propuesta de parte nuestra, que le presentemos un plan de conducta, las cosas con las que vamos a contrarrestar los obstáculos contra los que estamos luchando. Establecer un plan de trabajo, asistencia a la iglesia, lectura bíblica diaria, oración diaria.
Paso 3 – Apártese de los malos caminos. “y se convirtieren de sus malos caminos” ¿Cómo lograrlo? Haga un cambio antropológico, ya deje esas malas amistades que solo le hacen caer una y otra vez en el vicio, en las drogas, en los consejos de malos, cámbiese de casa, de vecindario o de ciudad, sólo así podrá librarse poco a poco del hombre anterior. De la vieja humanidad, la que está viciada por el mundo, no se puede esperar que haya cambios haciendo lo mismo.
Paso 4 – Vea la Gloria de Dios. “Entonces Yo oiré desde los cielos.” Cuando ya hemos seguido los pasos anteriores, pero solo cuando los hemos puesto en práctica, es cuando vemos a Dios facilitando nuestra existencia, el favor y la gracia de Dios estarán entonces en nuestras vidas y podremos contestar a nuestro estado de ánimo: “bendecido y prosperado.” solo en Jesucristo podemos alcanzar la paz en nuestras vidas y la total reutilización de ella. Cuando Abraham fue llamado a ser el padre de naciones, él mencionó que no era mas que polvo y ceniza (Génesis 18:27), Sí, a veces no somos mas que polvo y ceniza, pero en Jesucristo tenemos la oportunidad de volver a la vida. Siga los pasos y terminará dándole la gloria Jesucristo, no pierda el tiempo, Hágalo ya.!
*El pastor Boris López, es graduado del seminario de la Misión Bautista Internacional de El Salvador.
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