ECONOMIA EEUU
Barack Obama, en su primer discurso como presidente reelecto, anunció este viernes algunas de las medidas para resolver el déficit por el que pasa Estados Unidos. Fue enfático al recalcar que “no podemos cortar nuestro camino hacia la prosperidad”.
“Hay que tomar grandes decisiones que van a tener un enorme impacto en la clase media”, aseguró Obama. “Esto implicará subirle los impuestos un poco a quienes ganan más”.
El presidente fue enfático en decir “no voy a pedir que la clase media y los más pobres paguen el costo de esta crisis, mientras que a gente como yo no se le suben ni un poco los impuestos”.
Obama hizo su primer anuncio de vuelta al trabajo, rodeado de trabajadores corrientes y entre aplausos en la Casa Blanca, para ofrecer consenso a los republicanos, pero también para recordar que él ha ganado las elecciones con su receta para equilibrar las cuentas públicas subiéndole los impuestos a los más ricos.
El presidente aseguró que “la única manera” de mantener una buena educación pública, evitar que las empresas se vayan a China y no cargar de deudas a los jóvenes o recortar la Sanidad para los ancianos es que “los que ganan más paguen un poco más”. “La mayoría de los americanos están de acuerdo con mi enfoque”, dijo en el principio del debate para llegar a un nuevo pacto fiscal contrarreloj, en el próximo mes y medio. “Si el Congreso fracasa, los impuestos de todo el mundo van a subir”, recordó Obama.
De hecho, será así, porque a falta de un acuerdo mejor, las desgravaciones fiscales aprobadas por la Administración Bush en 2001 y 2003 dejarán de aplicarse en enero.
Los líderes de la Cámara de Representantes (de mayoría republicana) y del Senado (de mayoría demócrata) están invitados a negociar en la Casa Blanca la semana próxima. También empresarios y otros líderes para “recoger ideas”. Obama aseguró que va a “trabajar con los dos partidos” para que Estados Unidos se recupere de la gran recesión. El presidente se sacó un bolígrafo de la chaqueta para mayor énfasis y dijo que está preparado para firmar el nuevo acuerdo y que los ciudadanos “no van a tolerar” enfrentamientos partidistas. “Quieren acción”, recalcó.
Si no se llega a un acuerdo mejor en el dividido Congreso, la Administración aplicará un paquete de recortes e impuestos de hasta 600.000 millones de dólares a partir de enero. Esto supondría, según el Fondo Monetario Internacional, que la economía de EEUU caería en recesión de inmediato, el primer semestre de 2013. La Oficina de Presupuesto del Congreso, un grupo neutral, calcula que la economía estadounidense terminaría el año con una caída del PIB del 0,5%. El año próximo, el desempleo subiría por encima del 9% (ahora la tasa está en el 7,9%).
La Administración asegura que el resultado de las elecciones indica que los votantes “claramente eligieron la visión del presidente de que se les pida a los americanos ricos que hagan un poco más para reducir nuestro déficit de manera equilibrada“, dijo David Plouffe, asesor de la Casa Blanca. Pero los republicanos aseguran que la mitad de quienes ganan más de 250.000 dólares son empresarios y subirles los impuestos podría costarle a la economía 700.000 empleos. (Con datos de El Mundo)