EL EVANGELIO EN MARCHA
PERLAS DEL ALMA
JESÚS, el Poeta del amor
Por: Francisco Aular (faular@hotmail.com)
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. JUAN 3:16
La vida de JESÚS es el poema del amor de Dios dirigido al ser humano. El poema impacta por su sencillez, por lo profundo, lo alto y lo ancho. JESÚS hace muchas cosas por el pecador que nadie más puede hacer, por eso, al inicio mismo de su Ministerio afirmó: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor” (Lucas 4:18,19; RV60).
En efecto, JESÚS es el poema que vino del corazón de Dios, directamente al corazón afligido y sin esperanza del ser humano enemistado con Dios desde aquel día, cuando en desobediencia en el Edén prefirió usar su libre albedrío para alejarse de Dios, y, por eso, fue echado del Paraíso al errar el blanco de la voluntad divina. No obstante esto, el amor de Dios nos envía un Salvador y Señor para hacernos nacer de nuevo y llevarnos de vuelta a Dios: “Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva.
La vida antigua ha pasado, ¡una nueva vida ha comenzado! Y todo esto es un regalo de Dios, quien nos trajo de vuelta a sí mismo por medio de Cristo. Y Dios nos ha dado la tarea de reconciliar a la gente con él” (2 Corintios 5:17,18; NTV). ¡Qué gran noticia, el cielo es un regalo de Dios! Y JESÚS vino para comprarnos un lugar allí y hacerlo posible. Qué bendición tan grande es cuando se nos agotan las palabras en prosa, y, ¡surge el Poema! ¡Alabado sea Dios por su amor sin límites!
El evangelista Lucas nos dice que fueron beneficiarios de aquel poema, los tristes, los desheredados, los “pobres en espíritu”, porque ellos aceptan humildemente que son pecadores que necesitan el perdón de Dios. Delante de Dios, nuestras obras para intentar ganar la salvación, ¡son como trapos sucios que intentan, vanamente, cubrir nuestra desnudez! En realidad, el ser humano está en bancarrota a causa de su pecado, delante de un Dios santo; fíjese que no está hablando del pobre socialmente hablando, sino de la pobreza espiritual. La muerte de JESÚS es la glorificación del amor de Dios que abrió el camino de la salvación para lo que quieren ser sus discípulos y seguirle.
Decía el poeta Kahlil Gibrán: Durante mi infancia, mi madre me hablaba de JESÚS y me decía: “Fue el más grande de todos los grandes poetas, y, sin embargo, nunca escribió una sola línea, salvo aquella que grabó con su dedo en la arena. Y yo, en mi ignorancia, le pregunté: “Pero, madre, ¿cómo pudo ser un gran poeta sin haber escrito nunca nada? Entonces ella, con una gran sonrisa, me contestó: “-Eso, ¿quién lo sabe, hijo mío? Quizás la humanidad entera, y hasta tal vez nosotros mismos, todo seamos los versos que Él nunca llegó a escribir”.
Oración: Padre celestial: ¡Qué mi vida sea un verso en tu poema de amor por la humanidad! ¡Qué pueda yo vivir de tal manera que impacte a mi generación! ¡Que sea parte de los que te alaban y sirven! Ayúdame Señor y escucha mi clamor, para que tu preciosa vida viviendo en la mía sea de la que trae la paz en medio de las tormentas, la que edifica con amor, y yo predique con valor el año de jubileo, el año agradable de parte de Dios para renovar la tierra y todo lo que vive sobre ella. Humildemente, te pido esto en el nombre de mi amado JESÚS. Amén
Perla de hoy: Somos versos en las manos de Dios; cartas de su amor a un mundo en crisis, no tengamos temor a que el mundo nos lea.