La OEA pide a los países involucrados en el vuelo de Morales que se disculpen

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 WASHINGTON

 La Organización de Estados Americanos (OEA) pidió esta semana a los Gobiernos de Portugal, España, Italia y Francia que pidan disculpas por su implicación en el desvío forzoso del avión en el que viajó el presidente de Bolivia, Evo Morales, cuando regresaba de Moscú hacia La Paz.

Durante una reunión extraordinaria celebrada el martes 9 de julio, el Consejo Permanente de la organización se ha solidarizado con el mandatario boliviano y ha condenado el incidente que obligó al aterrizaje forzoso en Viena del avión del mandatario boliviano, en una resolución adoptada por consenso de las que, sin romperlo, se han desvinculado EE UU y Canadá.

Con esta decisión, la OEA se suma a la causa de Bolivia, como lo han hecho recientemente otras organizaciones del hemisferio. En el documento de inusual dureza, la organización “condena las actuaciones que violan las normas y principios básicos del derecho internacional, como la inviolabilidad de los Jefes de Estado” y “hace un firme llamado a los gobiernos de Francia, Portugal, Italia y España para que brinden las explicaciones necesarias sobre lo acontecido con el presidente, Evo Morales, así como las disculpas correspondientes”.

  Durante sus respectivos turnos de palabra, los embajadores de los Estados miembros de la OEA, con mayor o menor intensidad, repudiaron el incidente al que se vio sometido el dirigente boliviano ante las sospechas de que a bordo de su avión se encontrara el informático Edward Snowden, prófugo de la justicia de EE UU, que lo ha acusado por desvelar información secreta, en una evidencia clara del clima de indignación en América Latina por el trato dispensado a Morales por los Gobiernos europeos.

Ese malestar común parecía haber logrado superar las diferencias ideológicas que, en general, presiden las reuniones de la OEA, pero no impidió que, fiel a su tradición de consenso, las negociaciones para superar las discrepancias sobre los matices y la dureza del lenguaje del documento inicial se prolongaran durante buena parte de la tarde. Finalmente, EE UU y Canadá se apearon de la resolución alegando en sendas notas al pie que “no era apropiado” que la OEA hiciera declaraciones sobre asuntos que no estaban suficientemente aclarados y que las cuestiones sobre el uso del espacio aéreo son exclusivamente de carácter bilateral, una posición que ya había dejado clara en la sesión de la mañana la representante estadounidense, Roberta Jacobson.

Las decisión de EE UU y Canadá era esperada por el resto de los Estados miembros de la OEA y la forma de adoptarla, a través de una nota al pie, permite poner de manifiesto sus discrepancia sin romper el consenso que caracteriza las tomas de decisión de la organización. Aunque EE UU no aparece mencionado en la resolución de la OEA, los países promotores del texto, Bolivia, Nicaragua, Venezuela y Ecuador, aludieron expresamente a la intensa presión desplegada por su diplomacia para lograr el regreso de Snowden, como la causa directa de la violación de las normas de derecho internacional perpetrada por los Estados europeos al impedir el vuelo de Morales.

La resolución ha disgustado profundamente a España e Italia, cuyos Estados aparecen expresamente citados en el texto, una circunstancia que se había tratado de evitar por los países aludidos. El observador permanente de España ante la OEA, Jorge Hevia, insinuó que el contenido del documento estaba adoptado de antemano sin importar las explicaciones ofrecidas durante la sesión de la mañana por los embajadores afectados. “Da la impresión de que esto ha sido un teatro”, ha señalado Hevia. “En el texto se hacen precisiones inexactas cuando se habla de cancelación y demora de las autorizaciones de vuelo, cuando el Gobierno español nunca incurrió en esas prácticas”, ha puntualizado.

En su intervención final, el ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Romero, que representaba a su país en la OEA, ha insistido en denunciar que su presidente “fue secuestrado” cuando fue obligado a aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Viena al haber cerrado Francia el paso aéreo de su avión “por error”, según reconoció su representante francés por la mañana. “No aceptaremos intimidaciones”, ha concluido Romero, satisfecho con haber sumado un nuevo apoyo internacional a las recriminaciones de Bolivia por la humillación a la que se vio sometido su presidente. (Fuente: El País)