MEXICO
Cada vez que tocan las campanas de la Iglesia en Tancítaro, Michoacán, la gente se reúne y se organiza para impedir el acceso de personas posiblemente vinculadas con el grupo criminal de Los Caballeros Templarios.
Habitantes de Michoacán, entrevistados por CNNMéxico, dicen que se han convertido en testigos temerosos de los enfrentamientos entre los grupos de autodefensa y el crimen organizado, mientras el Ejército ha llegado a la región para desarmar a los ciudadanos.
“Por un lado están Los Caballeros Templarios, que han venido secuestrando y extorsionando, robando, y por otro lado, ante la ausencia del Estado, empiezan a surgir grupos de autodefensa”, dijo en entrevista José Antonio Ortega, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, una asociación civil autodefinida apartidista que realiza estudios sobre seguridad.
“(Los ciudadanos) están muy asustados, muy alarmados, con un sentimiento de impotencia y sobre todo, lo que más les llama la atención, es la ausencia de la autoridad. Pareciera Michoacán un Estado fallido”, agregó Ortega.
“La autoridad (federal), en lugar de poner orden, en lugar de rescatar las ciudades, están prácticamente de árbitro, están viendo cómo hay una guerra civil en Michoacán y no intervienen”.
Desde noviembre, cuando los grupos de autodefensa llegaron a Tancítaro, ubicado en el noroeste del estado, algunos habitantes instalaron retenes en los accesos y comenzaron a armarse, relató en entrevista con CNNMéxico un ciudadano cuya familia vive en el municipio y quien pidió el anonimato por razones de seguridad.
Todos los cruceros y las entradas a los ranchos vecinos del municipio están bloqueados con barricadas y los residentes inspeccionan cada vehículo que entra, para evitar el paso de integrantes de los Templarios, agregó. CNNMéxico no pudo verificar de manera independiente esta información.
Según una encuesta telefónica realizada el pasado 13 de enero por el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), el 49.7% de los michoacanos considera que el principal objetivo de los grupos de autodefensa es “proteger a los ciudadanos del crimen organizado” y “defender su comunidad y su estado”.
Entre los mexicanos en general, el 56.9% considera que el objetivo de estos grupos es de “proteger a los ciudadanos del crimen organizado”. En tanto, 43.5% de los mexicanos tienen una “buena” o “muy buena” opinión de los autodefensas, mientras que el 29.7% tiene una opinión “mala” o “muy mala”.
El gobierno anunció el miércoles la detención de Joaquín Negrete, supuesto jefe local de Los Templarios en el municipio de Los Reyes (65,000 habitantes), quien estaría vinculado al asesinato de siete policías, según fuentes oficiales.
Michoacán, donde gran parte de la población vive en la pobreza, se ha convertido en el desafío de seguridad más apremiante para el presidente Enrique Peña Nieto, quien al asumir el poder en diciembre de 2012 heredó una guerra contra el crimen organizado que ha dejado más de 77,000 muertos en todo el país desde finales de 2006.
Las autodefensas han ido apoderándose del control de comunidades en una veintena de municipios de Michoacán con el fin declarado de expulsar a Los Caballeros Templarios. Los voceros de las milicias aseguran que su movimiento está formado por campesinos y otros trabajadores cuya única intención es acabar con la criminalidad en Michoacán, además de recalcar que están cansados de hacer el trabajo de seguridad que le toca a las autoridades.
De su lado, el gobierno mexicano reclama a las autodefensas que abandonen las comunidades tomadas y entreguen las armas para que sus efectivos se ocupen de la seguridad de la región. (Con datos de CNN)