INMIGRACION
Obama promete a Centroamérica “hacer más” ante la crisis de los niños migrantes
El Salvador, Honduras y Guatemala piden dinero y una posición política clara
Tomado de El Pais, por: Silvia Ayuso
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama recibió este viernes 25 de julio en la Casa Blanca a los mandatarios de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; Guatemala, Otto Pérez Molina; y Honduras, Juan Orlando Hernández. Durante hora y media, los cuatro mandatarios analizaron sus respectivas respuestas a la crisis desatada en la frontera sur de EE UU con la llegada masiva de niños migrantes que, en su mayoría, además viajan solos.
“Hemos compartido información sobre los esfuerzos continuos que ha hecho Estados Unidos”, afirmó Obama al término de la reunión. “Todos reconocemos que tenemos que hacer más”. El presidente agradeció a los mandatarios Centroamericanos su respectivos esfuerzos en respuesta a la crisis y habló del compromiso de buscar “planes de acción agresivos” para detener el flujo de niños migrantes “bajo el principio de responsabilidad compartida”.
La presidencia de EE UU había adelantado su intención de reiterarles la importancia de que redoblen esfuerzos para detener el flujo de menores no acompañados de estos países que han llegado por decenas de miles hasta la frontera estadounidense, creándole al mandatario demócrata una emergencia humanitaria y una crisis política para la que aún no ha conseguido hallar una salida. Pero los presidentes centroamericanos llegaron a la cita con su propio pliego de demandas por lo que consideran que empieza a ser una gran lista de reclamaciones a sus Gobiernos sin una reciprocidad contundente, lamentan, por parte de EE UU.
Su tesis es que Washington les exige que actúen contra el tráfico humano, pero les retiene el dinero prometido para apoyar programas que mejoren la seguridad y las oportunidades socioeconómicas necesarios para que menos jóvenes se vean obligados a emigrar.
Además, consideran que EE UU mantiene un discurso migratorio equívoco, que ha dado pie a falsos rumores extendidos por los coyotes para alentar la migración ilegal. Y todo ello cuando el origen de buena parte de sus problemas es el narcotráfico, un negocio ilícito que tiene en EE UU su principal cliente.
“Estados Unidos es el mayor consumidor de drogas. Ustedes han logrado resolver el problema separando la violencia del consumo de drogas, y para muchos funcionarios el problema aquí es una cuestión de salud. ¿Pero qué es para nosotros en Centroamérica? Es un problema de vida o muerte”, declaró el presidente de Honduras a la cadena MSNBC justo antes de su cita con Obama.
EXIGENCIAS DE CENTROAMERICA
La lista de exigencias de los presidentes centroamericanos no acaba ahí. Según dejaron claro tanto en el Capitolio —que visitaron el jueves— como en la Casa Blanca, son conscientes de que la crisis requiere un “frente único” con una “responsabilidad compartida”, aunque subrayan que Washington no puede limitarse a pedirles más esfuerzos sin hacer su parte. Empezando por una mayor claridad en su política migratoria, la gran frustración de Obama, que ha visto cómo el principal proyecto legislativo de su segundo mandato, una reforma que habría ofrecido una vía de legalización para los 11 millones de indocumentados que viven en el país, moría lentamente este año en la Cámara de Representantes dominada por la oposición republicana que se negó a someterlo a votación.
El “perverso” negocio del tráfico de menores “también tiene su origen en la ambigüedad de los discursos sobre la reforma migratoria que no ha tenido lugar, en la falta de claridad en las políticas migratorias de EE UU”, subrayó al respecto Hernández durante un duro discurso ante la Organización de Estados Americanos (OEA) la noche del jueves. “Es fundamental aclarar ese punto para que estos coyotes perversos no abusen de la necesidad tan sentida de estos padres y familias”, insistió.
El problema es la falta de respuestas inmediatas que puede darles la Casa Blanca de Obama, más allá de proyectos puntuales como un “plan piloto” en Honduras para examinar si los menores que quieren emigrar pueden hacerlo con condición de refugiado.
PETICION DE $3,700 MILLONES ESTANCADA
Al igual que pasó con la reforma migratoria, la sustancial petición de fondos, 3.700 millones de dólares, que ha solicitado el presidente al Congreso para hacer frente a la crisis en la frontera tanto en clave interna como con ayudas extras a los países centroamericanos (300 millones), está estancada en un Capitolio donde los republicanos exigen durísimas condiciones para dar su visto bueno a la partida. Y el tiempo vuela: en agosto el Congreso se va de vacaciones, y a su regreso las inminentes elecciones parlamentarias de noviembre harán más difícil aún el debate de una cuestión políticamente tan encendida.
El presidente Obama tuvo palabras también para la oposición republicana en el Congreso, donde se encuentran bloqueadas las medidas de respuesta: “Espero que Boehner los republicanos no se vayan de vacaciones sin hacer algo para resolver este problema”.
El frente centroamericano ha dejado claro durante su visita a Washington que no está contento con los recursos que le llegan en el marco de la Iniciativa de Seguridad Regional de Centroamérica (CARSI). Por eso le reclama a EE UU un plan más contundente, tal como le ofreció en su momento a Bogotá con el Plan Colombia y a México con la Iniciativa Mérida.
“Lamentablemente el CARSI no funcionó, los recursos comprometidos no llegaron”, aseguró Pérez Molina, quien junto con Hernández y Sánchez Cerén coincidió en que sería fundamental que “así como se impulsó un Plan Colombia, un Plan Mérida [con México], se pueda lograr también un impulso para un Plan Centroamericano buscando la paz y la prosperidad de nuestros países”.