INMIGRACION
En su visita a Las Vegas, sin dar más detalles sobre su alivio migratorio que evitará la deportación de unos cinco millones de indocumentados, el presidente Barack Obama le envió aquí un mensaje a sus críticos, los legisladores republicanos: éste sólo es un primer paso y ellos pueden aprobar una reforma migratoria más amplia.
“Para los miembros del Congreso que cuestionan mi autoridad para hacer que el sistema migratorio funcione mejor, yo los invito a que aprueben la ley. Nadie los va a detener”, dijo Obama en el auditorio de la preparatoria Del Sol, en esta ciudad. De inmediato, más de mil asistentes empezaron a corear “¡Aprueben una ley!”, “¡Aprueben una ley!”.
El presidente repitió los detalles preliminares de su orden administrativa: que no serán deportados y podrán trabajar legalmente los indocumentados que hayan estado aquí por al menos cinco años, que tengan hijos ciudadanos o con residencia permanente, que no tengan antecedentes penales y paguen impuestos.
Cuando Obama pronunciaba su discurso sobre inmigración en Las Vegas, Nevada, fue interrumpido por un activista.
Varias personas coreaban y aplaudían una frase del Presidente, cuando un activista inconforme por las limitaciones de la amnistía migratoria decretada por el ejecutivo, lo interrumpió a gritos preguntando por qué no todos califican (para el alivio migratorio).
“Te he oído”, dijo Obama. “Yo te he escuchado. Te he oído, joven. Estoy hablando con un montón de gente aquí. He sido respetuoso con usted. Ahora yo quiero que seas respetuoso conmigo”.
El debate migratorio no sólo compete a la comunidad latina, sino a todo el país, insistió el presidente y subrayó que esta acción no es una amnistía.
“Este es sólo el primer paso, no es el único, tenemos que hacer más […] No tengo la autoridad de hacer importantes reformas”, dijo Obama. Las sonrisas no cesaban en el auditorio. El “sí se puede!” arropó al presidente en su partida de la escuela Del Sol, y lo recibió un “se ve, se siente, Obama está presente!”.
En la audiencia estaba Nancy Catano, una michoacana que llegó ilegalmente a este país hace diez años. Su hija Michelle, de nueve, le permitirá salir de las penumbras. “Para mí es un giro, porque mi hija estaba temerosa que me separan de ellos. Es un respiro, estamos saliendo de esta jaula de oro”. Para Rebeca Ronquillo, de la Alianza de Trabajadores Inmigrantes de Koreatown (KIWA), el discurso de Obama en el debate migratorio ha sido el más ecuánime de sus seis años de mandato.
“Lo escuché un poco más firme que antes. No estamos de acuerdo en todo, pero sí en que un camino a la ciudadanía nos falta”, dijo la activista.
Se calcula que unos seis millones de inmigrantes quedan sin nada tras la orden de Obama. “Debemos crear un programa para campesinos, debemos emitir visas para empleados altamente calificados, debemos crear un camino a la ciudadanía, pero sólo el Congreso lo puede hacer”.
NO PAGUE DINERO A NADIE
Instituciones y abogados advierten a los inmigrantes de que intentarán estafarles con los trámites de la nueva medida migratoria
Las medidas para regularizar a inmigrantes indocumentados anunciadas por el presidente Barack Obama el 20 de noviembre no deberían costarle ni un dólar a nadie, al menos por ahora. Nadie puede ayudarle a procesar su solicitud, sencillamente porque esta no existe todavía y es probable que no exista hasta abril.
Si alguien trata de cobrarle estos días por hacer la solicitud o por ponerle el primero en la fila, está mintiendo. Varias organizaciones de ayuda legal a inmigrantes, el Consulado de México en Los Ángeles y el propio Ayuntamiento de Los Ángeles pidieron el lunes a los inmigrantes indocumentados que tengan prudencia ante los intentos de fraude que seguro se van a producir. Además, pidieron que cualquier intento de abuso por parte de abogados o notarios sea denunciado a las autoridades.
“Ya está empezando el fraude”, dijo la responsable de Inmigración del Ayuntamiento de Los Ángeles, Linda López, durante una rueda de prensa en el Consulado General de México en la ciudad. López recordó que nadie puede ayudar a los inmigrantes a rellenar ninguna solicitud en el Servicio de Inmigración (USCIS) sencillamente porque no existe todavía.
López aseguró que su departamento ya tiene noticia de algunos intentos de fraude. Alertó especialmente contra las notarías que proliferan en los barrios latinos de la ciudad. “En Latinoamérica un notario equivale a un abogado, pero aquí no”, recordó López. Su departamento se propone elaborar una lista de “organizaciones de confianza” a las que acudir para buscar ayuda con el proceso.
Con todo, lo más grave no sería que le quitaran el dinero. “Una persona que califica, mal asesorada, puede acabar deportada”, dijo el cónsul general de México en Los Ángeles, Carlos Sada. Por eso el Consulado pidió a todos aquellos que crean que están en uno de los supuestos de regularización temporal que acudan a sus oficinas o a alguna asociación de ayuda legal gratuita, para revisar bien su caso antes de dar ningún paso.
“Muchos, con la emoción de la noticia, en seguida contactan con gente que les dice que les puede ayudar”, explicó Silvia Marín, presidenta de la Confederación de Federaciones Mexicanas (Cofem). Marín puso el ejemplo del programa Daca (para evitar la deportación de menores inmigrantes, los llamados dreamers). “Hubo jóvenes a los que les cobraron 4.000 dólares por hacer la solicitud para Daca cuando nosotros lo hacíamos gratis”.
“El problema del fraude va a ser muy intenso”, dijo Hernán Vera, presidente de la organización Public Counsel, que ofrece ayuda legal a inmigrantes. Vera animó a denunciar a aquellos abogados que traten de cobrar por servicios inexistentes o cantidades abusivas. “Mis colegas del Colegio de Abogados de California están pendientes. Queremos saber qué abogados toman dinero, sabemos que ya están empezando a hacerlo”. Vera identificó por el momento dos tipos de fraude. Primero, el abogado que dice “yo tengo acceso especial”. Y segundo, el que intenta meter prisa al inmigrante para “porque si no se va a quedar al final de la cola”.
Por ejemplo, durante el programa Daca, la solicitud ante el Gobierno federal costaba 465 dólares de tasas. Junto con algunos trámites y copias, todo el proceso puede salir por 500 dólares. Si se pone en manos de un abogado, como mucho le puede cobrar un par de cientos de dólares por la gestión, “pero no debes pagar miles de dólares”, aclaró Salas. Las organizaciones estiman que es probable que las tasas en este caso sean parecidas. (Con datos de La Opinión)