El camino recorrido

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EL EVANGELIO EN MARCHA

El camino recorrido

(DEUTERONOMIO 8:1-5)

Por: Rev. Julio Ruiz, Pastor de Iglesia Bautista Hispana Columbia, Falls Church, Virginia

 

caminoINTRODUCCIÓN: El año 2014 ha terminado. Según se cuenta el tiempo, al finalizar este año pasaron 12 meses, 365 días,  8.760 horas, 525.600 minutos y 31.536.000 segundos. Las preguntas que vienen al final de esta jornada  son obvias. ¿Cómo impactó el año en mi vida? ¿Cuáles fueron las buenas obras que hice por los demás? ¿Cuántas cosas dejé en el camino que me propuse cumplir al principio? ¿A cuántas personas les comuniqué el evangelio?  ¿Cuánto aumentó mi amor a Dios y a la Iglesia? ¿Cómo cumplí mi llamado como esposo o esposa respectivamente? ¿Qué tan buen hijo fui? El camino ya ha sido recorrido. Ahora nos toca a todos evaluarnos con sinceridad delante del Señor, ante quien no podemos esconder nada de lo que hicimos o dejamos de hacer. El pueblo de Israel pasó por un largo desierto durante cuarenta años, trayendo como consecuencia que las viejas generaciones  no entraron en la tierra prometida, debido a su desobediencia e incredulidad. Y justo cuando ya han pasado ese período, a los que se les permitió entrar en la tierra prometida, el Señor les recuerda en el libro de Deuteronomio “las lecciones del desierto” y sus advertencias. Ellos no deberían olvidar jamás la “escuela” que representó el desierto durante esos años. Pero sobre todas las cosas, ellos no deberían olvidarse jamás de la poderosa presencia de Dios en el camino recorrido y su fidelidad, a pesar de su infidelidad. Al igual que Israel, nosotros hemos  “recorrido el camino” en el año transcurrido. Por supuesto que un año no es lo mismo que cuarenta, pero si tiene características que valen la pena aplicar. El tiempo pasado es un camino recorrido y siempre dejará una marca en cada vida. Este pasaje nos mostrará la necesidad de recordar quién nos acompaña en el camino que recorrimos, cuáles fueron los propósitos de las pruebas que enfrentamos durante este tiempo y cuáles fueron las bendiciones de las promesas cumplidas.

 

  1. DEBEMOS ACORDARNOS QUIEN  FUE EL FIEL ACOMPAÑANTE EN EL CAMINO RECORRIDO

 

  1. Un acompañante para el camino nuevoLos GPS han sido uno de los mejores inventos que el hombre ha hecho para buscar direcciones. Pero la verdad es que algunos de nosotros aun con tan perfecto “guía” solemos perdernos. El ser humano nació limitado para conocer los caminos. Su condición como pecador le hace vivir perdido buscando el camino. Qué bueno saber que Dios no solo conoce cada camino, sino que ya anduvo por ellos. Eso es nuestra garantía. Cuando el pueblo de Israel pecó contra Dios haciendo el becerro de oro (Ex. 32), recibió la dura noticia que Dios no le acompañaría de allí en adelante. Pero Moisés, quien había recibido la orden de llevarlos a la tierra prometida, no aceptó esta resolución divina. Dios les había ofrecido su ángel, pero Moisés tampoco aceptó esta oferta, al decir tajantemente: “Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de este lugar” (Ex. 33:15).Por supuesto que la presencia de un  ángel era grande, pero nada podrá superar la presencia de “Jehová tu Dios”. Moisés se aseguró de la presencia de este fiel acompañante. El año que ha pasado nos reveló caminos inciertos, pero la presencia del “divino compañero del camino” nos condujo hasta donde estamos hoy.

 

  1. Un acompañante para el desiertoEl desierto podría ser la más visible descripción de aquello que carece de vida, de gozo y de esperanza. En un desierto no se puede apreciar la belleza de las flores con sus olores y colores. En ese lugar usted no escuchará el trinar de las aves que alegran las hermosas mañanas como en los días de primavera. Allí pareciera que el tiempo no avanza. Nuestra vida enfrenta su propio desierto. Al igual que Israel hay días donde pareciera haberse alejado el gozo porque no vemos nada en el horizonte que nos alegre la vida. Y es aquí donde surge la pregunta que a veces no hace sentido en la vida.  ¿Por qué pasar tanto tiempo en lugar sin vida y sin las condiciones para la felicidad? ¿Por qué Israel cruzó el desierto cuando se pudo ir por otro camino? Bueno quizás estas  preguntas no son lo más importancia cuando descubrimos quién fue el acompañante del desierto que nos trajo hasta este  lugar. Pero esta es su promesa: “He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad” (Is.43:19).No importa cuán grande sea tu desierto si el Señor es tu acompañante. ¿Te guió así el Señor durante el año 2014?

 

  1. Un acompañante de  tiempo completoEl número 40 en la Biblia  tiene un gran valor simbólico. Representa el “cambio” de un período a otro, así como los años de una generación. Observe cómo el diluvio duró 40 días y 40 noches. ¿Qué sucedió después de aquellos días? Pues que una nueva humanidad vendría detrás  del diluvio.  Moisés tuvo que permanecer  40 días en el monte Sinaí y al final de ese tiempo su vida fue otra. Elías peregrinó durante 40 días hasta el monte Horeb. Después de eso él fue otro hombre. Nuestro Señor Jesucristo ayunó 40 días para pasar de una vida privada a  una vida pública. Ahora vea esto, los israelitas pasaron 40 años en el desierto con una generación infiel. Los que entraron a Canaán fueron otros, comprobando la fidelidad de Dios, quien cuidó de ellos sosteniéndoles hasta que todos se asentaron en la nueva tierra. A Israel el Señor le dijo: “Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto…”.Hay un compañero del camino que no cambia. Su presencia ha sido garantía para el largo camino del año que terminó.

 

II.DEBEMOS ACORDARNOS CUÁL FUE EL PROPÓSITO DE LAS PRUEBAS EN EL CAMINO RECORRIDO

 

1.El Dios que nos pruebaEste versículo nos presenta una de las verdades que a veces nos cuesta digerir, y es que Dios nos prueba. Explícitamente dice que Dios les trajo por el camino “para afligirte, para probarte…”. El mundo concibe dos imágenes de Dios que no son ciertas. Una  es la de un Dios caprichoso, iracundo e implacable por quien vienen muchos males a la humanidad. La otra es la de un Dios tolerante, buena gente, que no sería capaz de castigar a nadie por cuanto es un Dios de amor. Pero la Biblia nos presenta a un  Dios que está lejos de los dos conceptos. Él no es un Dios iracundo, aunque se aíra. Pero tampoco es tolerante, aunque sea un Dios de amor. El Dios de la Biblia utiliza el medio de la prueba para sacar lo mejor de nosotros. Hemos dicho que Satanás tiene la intención de tentarnos para que caigamos, pero nuestro Dios nos da las pruebas para fortalecernos. Israel tuvo que ser afligido y probado. Su obstinada desobediencia y sus continuas murmuraciones requerían esto. Si Dios ha traído una prueba en su vida este año que termina, sepa que él tuvo un gran propósito con esto. Ahora usted necesita descubrir cuál fue el propósito de esa prueba. No en vano vienen esas pruebas a la vida.

 

  1. “… y te hizo tener hambre…”.Nos gustan los textos que tienen la misión de satisfacer nuestros apetitos. Cómo repetimos“mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falte, según sus riquezas en gloria” (Fil. 4:19). Nos encanta escuchar “no he visto justo desamparado ni su descendencia que mendigue pan” (Sal. 37:25). Decimos con mucha fuerza y un fuerte amén “todo lo puedo en Cristo que nos fortalece” (Fil. 4:13). Pero nos parece extraño que  Dios nos haga pasar hambre intencionalmente. Pues eso es lo que nos dice este texto. ¿Cuál es la intención de esta palabra? Crear una intensa necesidad de Dios en la vida. La verdad comprobada es que la mucha comida nos hace ser flojos y perezosos. Un estomago lleno no tiene necesidad de otra cosa. Cuando la vida parece llena de tantos bienes materiales, no hay tiempo para la comunión con Dios. El maná fue la única comida que Israel tuvo en el desierto. Olvídese de otro menú que ellos desearon. El maná fue su única comida para que supieran que “no solo de pan vive el hombre”. Y es que nada alimenta más la vida que la comida dada por  Dios. ¿Cuánto anhelé a mi Dios durante el 2014?  ¿Qué tan real fue mi comunión con él?

 

III. DEBEMOS ACORDARNOS DE LA BENDICIÓN QUE TUVO  CADA PROMESA EN EL CAMINO RECORRIDO

 

1 “Tu vestido nunca se envejeció sobre ti…”. ¿Sabe usted lo que es tener un vestido que dure cuarenta años y no se envejezca? ¿Puede ser eso posible? Bueno esto es parte de los milagros de la protección de Dios. Los términos claros y precisos que emplea Moisés aquí indican una interposición especial y milagrosa de su amante Protector en conservar su ropa en tan larga travesía por  desierto, con los  cambios que imponía una vida nómada como la ellos. Este texto  nos revela como ningún otro la protección de Dios en el tiempo.

 

  1. “…ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta años”.Si la anterior promesa nos hace pensar en el cuidado externo de Dios, esta que nos habla de pies sanos en el desierto, es de por si reveladora. ¿Por qué Moisés se asegura en dejarnos esta información? Porque es la más inobjetable visión de lo que es capaz nuestro Dios cuando a través de sus promesas se determina en cuidarnos y protegernos de todo peligro. Por razones obvias el calzado de un desierto tiene que ser suave y descubierto. La inclemencia del clima exige eso. Hablamos de unos dos millones de personas caminando. Sus pies atravesaron el desierto. Y la promesa nos dice que Dios se encargó de cuidarlos hasta que llegaron al Canaán. Usted pudo ver cómo esta promesa también fue suya en el 2014. Haga un repaso de esta bendición y se dará cuenta que Dios también le sostuvo así.

 

CONCLUSIÓN: Se ha dicho que el desierto no es el fin del la vida, sino el medio por el cual llegamos a nuestro destino. Dios nos ha bendecido abundantemente durante el año que termina. Por su infinito poder y amor, recibimos toda su provisión, no solo en medio de las pruebas sino cuando hemos atravesado exitosamente el desierto. Ahora nos toca recordar que en todas las bendiciones que disfrutamos, incluyendo las pruebas, no podemos olvidar quién fue el que lo hizo: nuestro amoroso Padre celestial. A él debemos agradecerle y guardarle fidelidad en todo momento de nuestra vida. Esta historia nos enseña que si nos apartamos de él, la infidelidad  nos robará las bendiciones. Entonces, ¿cuál es mi actitud frente a las pruebas? ¿Encuentro bendiciones en los períodos difíciles? ¿He visto cómo Dios me trajo por este largo camino?

 

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