La angustia de los siete años

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EL EVANGELIO EN MARCHA

Mateo 24: 3-31

 Por: Rev. Julio Ruiz, Pastor de Iglesia Bautista Hispana Columbia, Falls Church, Virginia

 

nivo-2INTRODUCCIÓN: De los tantos huracanes que ha tenido este país, uno llamada “Camille” que sucedió en agosto de 1969, golpeó fuertemente una comunidad playera de Mississippi. Irónicamente cierto número de gente rica se reunió en uno de los apartamentos cerca de la playa para hacer “fiesta de huracán” como un claro desafío al fenómeno natural. El Jefe de Policía se acercó y les gritó: “Ustedes necesitan irse de aquí lo más pronto posible. La tormenta está empeorando”. Un hombre borracho, gritó desde la fiesta: “si quieres que me vaya, tendrás que arrestarme”. La historia dice que el jefe de policía no lo arrestó a él ni a ninguna otra persona en la fiesta, sino que apuntó sus nombres para notificar a los familiares, mientras que ellos riendo dijeron que no dejarían ese lugar. Y como en efecto se esperaba, a las 10:15 PM la fuerza de la tormenta arremetió con grandes vientos de más de 205 millas por hora, algo jamás visto. Las gotas de lluvia caían con la fuerza de balas. Olas de más de veinticinco pies azotaron el apartamento. No quedó nada aparte de la fundación. El único sobreviviente fue un niño de cinco años que fue hallado aferrado a un colchón el día siguiente. ¿Qué sucedió? Pues que a todos se les había advertido del inminente peligro que venía, pero ninguno de ellos hizo caso. Esta es la historia de nuestra humanidad. Noé predicó por ciento veinte años que vendría un diluvio y nadie le creyó. Solo ocho personas se salvaron. Lo último que quiere saber la gente de nuestro tiempo, es de sufrimiento, de tribulación. Menos van a creer si les hablamos de una tribulación que será   única; que no ha habido nada semejante en la historia del mundo, y no habrá nada igual otra vez después de esto. La mayoría de la gente “se ríe” cuando oyen este tipo de advertencia bíblica. Sin embargo, nos toca a nosotros como iglesia proclamar el peligro que se cierne sobre nuestro mundo. Nada será comparado con el “tiempo de angustia para Jacob”, según lo dice Jeremías 30:7. Será el tiempo de los “dolores de parto” que se describen en Apocalipsis 6 al 12. Así que mientras la iglesia está con el Señor de fiesta en el cielo, la tierra experimentará su mayor angustia durante siete años. La Gran Tribulación que tendrá como propósito castigar a las naciones gentiles y salvar el remanente de Israel, nos emplaza sobre el siguiente escenario:

 

  1. AQUEL TIEMPO DE ANGUSTIA ESTARÁ ACOMPAÑADO DE SEÑALES JAMÁS VISTAS EN OTRO TIEMPO

 

  1. “Mirad que nadie os engañe” v. 4. El engaño espiritual estará en gran aumento durante ese tiempo porque algunos afirmarán ser el camino de la salvación. Habrá muchos falsos profetas y falsos Cristos durante la Tribulación. Entre los que más usarán las artimañas del error estarán el anticristo y el falso profeta, según Apocalipsis 13. Ambos se consideraran dioses y van a exigir que les tribute adoración de parte de los hombres. Una de las herramientas que utilizará el anticristo será engañar al mundo hablando de una época de paz (Apc. 6:2; Dn. 8:25). Observe como Mateo 24 nos habla del surgimiento de los falsos Cristo previo a la segunda venida, cuando dijo: “Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán” v. 5. Esta misma verdad la afirmó también, diciendo: “Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” v. 24.

 

  1. “Y oiréis de guerras y rumores de guerras…” v. 6. La guerra y las hostilidades entre las naciones no cesarán durante ese periodo v. 6-7. La falsa paz instituida por el anticristo no durará y será reemplazado por una guerra mundial cual nunca ha habido hasta ahora. Si el mundo teme por una tercera guerra mundial, usted tiene que saber que la guerra que se desatará durante la Gran Tribulación tiene proporciones de orden apocalípticas como en efecto se registran allí (Apc. 6:4). De los cuatro jinetes del Apocalipsis, el caballo rojo tendrá que ver con la guerra que será desatada durante ese tiempo. Pero note que el otro caballo que comandará la devastación de esos días es de color amarillo y “el que lo montaba se llamaba muerte, y el Hades le seguía” (Apc. 6:8). Esto habla de un poder destructivo jamás visto.

 

  1. “… el amor de muchos se enfriará” v. 12. Esta señal es propia de nuestros tiempos y se profundizará para cuando Cristo venga. La maldad ha sido una constante en la experiencia humana. Desde que el hombre cayó de su estado de gracia en el Edén, su corazón fue gobernado por el pecado, y la maldad ha sido el resultado directo. Una consecuencia de la multiplicación de la maldad es que el amor que muchos profesaban por el Señor se enfriaría. No nos parezca extraño esto. El juicio de la Gran Tribulación que viene será dado por ese estado de enfriamiento. ¿Cómo es su amor por el Señor ahora?

 

  1. AQUEL TIEMPO DE ANGUSTIA LLEGARÁ A LO MÁXIMO CUANDO EL ANTICRISTO SE SIENTE EN SU TRONO

 

  1. Será el tiempo de la abominación desoladora v. 15. La labor del anticristo para que sea creída tiene que parecerse a la de Cristo. Por lo tanto, al principio de su reinado engañará con una supuesta paz, donde hará una alianza con Israel durante esos años, pero antes que se cumpla ese período, el anticristo romperá su pacto con la nación de Israel. Para ese tiempo Israel habrá construido su nuevo templo, entonces el anticristo entrará allí donde se declarará a sí mismo como Dios y exigirá que el mundo caiga rendido delante de él y le adore (Apc. 13:1-8).

 

  1. Serán días de intensa persecución v. 16-20. Estos versículos hasta el 29 son una referencia a ese tiempo de los primeros tres años y medio de la Gran Tribulación. Por demás está decir que será el más indescriptible momento que vivirá la humanidad, razón por la cual el texto nos dice que aquellos días serían acortados “por causa de los escogidos” v. 22. Cuando el anticristo se erija como Dios, entonces Israel huirá. Si Israel ha experimentado persecución como nación, lo que está por suceder no tiene comparación.

 

  1. Serán días de intenso dolor v. 21. Es probable que no haya un texto como este en toda las Escrituras. Jesús lo dejó como una de las profecías no cumplidas. Es una referencia a un tiempo de profundo sufrimiento. Las cosas que él mismo describe de guerras, hambre y persecución que sucederían en la primera parte de la aquella tribulación, no son comparadas con lo que ha de acontecer en el segundo periodo de aquel tiempo sin precedente. Juan contempló ese tiempo y lo describe en su revelación a través de los seis juicios de las trompetas de Apocalipsis. 8 y 9. El anuncio de destrucción que hace cada uno de los siete ángeles, no ha tenido parangón en la historia de la humanidad. La destrucción será vista en la tierra y los mares. De igual forma, el sol y la luna serán heridos para que no den su luz. Esta es una de las profecías más serias de la Biblia.

 

III. AQUEL TIEMPO DE ANGUSTIA LLEGARÁ A SU FIN CON LA APARICIÓN GLORIOSA DEL SEÑOR JESUCRISTO

 

  1. La aparición del triunfante Salvador v. 30. Como tenía que suceder, al final de la Gran Tribulación aparecerá en la forma más gloriosa nuestro amado y eterno salvador Jesucristo. Mateo 24 es muy preciso en esto. El versículo 29 habla que inmediatamente de aquel horrible período, las luminarias del cielo (sol y luna), apagarán sus luces para dar lugar al resplandor de la gloria celestial que anuncia la llegada del triunfante salvador con su iglesia redimida. Su venida enfrentará a los que usurparon su dominio en la tierra, como el anticristo y sus aliados. Este evento tendrá un significado especial para Israel. Jesús va a regresar a esa hora cuando Israel está a punto de ser derrotado por los ejércitos gentiles ( Zc. 12). Él rescatará a su pueblo, y ellos le verán y reconocerán como su Mesías (Zac. 12: 9-14). Para ese tiempo, Israel experimentará un arrepentimiento nacional, una limpieza, y una restauración nacional, bajo el liderazgo de su Mesías. Su venida será para reinar después de poner a todos sus enemigos bajo sus pies. Ninguna esperanza es más cierta que la segunda venida de Cristo. Y ninguna promesa es tan amada como el saber que con su segunda venida se instalará su reino de mil años con su Esposa glorificada.

 

  1. Los escogidos de los cuatro vientos v. 31. ¿Quiénes serán los “escogidos de los cuatro vientos?”. Pues serán todos aquellos que se arrepintieron por la predicación de los 144 mil misioneros que fueron enviados de parte de Dios para traer a Israel al arrepentimiento y al reconocimiento del Mesías que ellos mismos despreciaron. Pero también serán aquellos alcanzados por la predicación de los “dos testigos”, quienes morirán durante ese tiempo por haber predicado la palabra, pero el Señor los resucitará y después serán llevados al cielo. Así, pues, este toque de trompeta no debe ser confundido con aquel de 1 Tesalonicenses 4:16, que será para despertar a los muertos en Cristo y para transformar a los que estén vivos. El uno tiene que ver con el “rapto” de la iglesia, mientras que este será para recoger a todos aquellos que se arrepintieron durante el tiempo de la Gran Tribulación. Una vez reunidos de los “cuatro vientos”, entonces entrarán vivos con el Señor y su iglesia en el tiempo milenial. ¡Qué día tan glorioso!

 

CONCLUSIÓN: Cuando la gracia haya sido levantada de este mundo le seguirá el juicio conocido como la “angustia de los siete años”, o la Gran Tribulación. ¿Qué más puede pasar cuando los hombres rechazan a Cristo? Pues que se exponen al horrible juicio de Dios. Por lo tanto, si los hombres rechazan el amor de Dios tienen que enfrenar Su enojo y Su la ira. Pero si hemos conocido a Jesucristo como el salvador no hay nada que temer. La iglesia en su estado glorioso no sabrá nada de este juicio. Serán siete años que nadie puede imaginar y que el Señor los anunció en Mateo 24. Será el tiempo para disciplinar a Israel y darle otra oportunidad cuando el Señor les envíe a sus mensajeros con el fin de ser salvos en medio de esta condición. Escapemos, pues, de semejante tiempo recibiendo a Cristo como nuestro Salvador. Dejemos que Cristo, y no el anticristo, sea quien al final gobierne nuestras vidas. Si Cristo es mi salvador ahora, lo será durante los días más terribles que han de venir. Escape del castigo venidero aceptando a Jesucristo. Únase a la Novia de Cristo que estará en cielo cuando esto acontezca.

 

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