EL EVANGELIO EN MARCHA
¿Estás afligido? Confía en Dios como el rey David
Por: Moisés Evangelista
Quizá en algún momento de tu vida te has sentido así como David. Afligido, triste, de caído, cansado, , desesperado, sin dinero, con deudas, con familiares enfermos o hasta con tu vehículo arruinado, muchas cosas nos pueden afligir a las personas, quiero decirte algo hoy este día.
Tu dependencia no tiene que estar en un hombre o en un trabajo, incluso en tu propia familia. Tu dependencia tiene que estar en Jesús sino mira a David siendo un rey, acudió al lugar correcto, no cuentes tus necesidades a tus amigos a tu familia, acude primero a Jesús pon toda tu fe en él, sabes el ocupa personas medios para realizar su obra, es ahí donde tocará el corazón de tu familiares y tus amigos.
Con esto no quiero decir, que no busques ayuda, claro búscala pero primero acude a él, así cuando llegues donde tu familia y amigos será mucho más fácil.
Ellos te entenderán y podrán ayudarte, dirigirte directamente a Jesús tal como lo hiso David, ¿sabes por qué?, El más que nadie conoce tus necesidades. El si te entiende, tus necesidades antes que tú se lo pidas.
ÉCHALE UN VISTAZO LO QUE PIDIÓ DAVID:
Señor, escucha mi oración, permite que mi grito llegue a ti!, No escondas de mí tu rostro
cuando me encuentre angustiado; dígnate escucharme!, ¡respóndeme pronto cuando te llame! Pues mi vida se acaba como el humo, mis huesos arden como brasas, mi corazón está decaído como la hierba marchita; ¡ni aun deseos tengo de comer! La piel se me pega a los huesos
de tanto gemir.
Soy como una lechuza del desierto, como un búho entre las ruinas. No duermo. Soy como un pájaro solitario en el tejado. Mis enemigos me ofenden sin cesar y usan mi nombre para maldecir.
En vez de pan, como ceniza; en mi bebida se mezclan mis lágrimas, por causa de tu enojo y tu furor, pues me alzaste para derribarme después. Mis días pasan como una sombra; me voy marchitando como la hierba. Pero tú, Señor, reinas por siempre; tu nombre será siempre recordado!..
Que esto quede escrito para las generaciones futuras, para que alaben al Señor los que aún han de nacer. El Señor miró la tierra desde el cielo, desde su santa altura, para atender los lamentos de los prisioneros y libertar a los condenados a muerte; para que en Sión, en Jerusalén, se proclame y se alabe el nombre del Señor cuando gentes de todas las naciones
se reúnan para adorarlo.
Él me ha quitado fuerzas a medio camino; ha hecho más corta mi vida. Yo le digo: «Dios mío, no me lleves en la mitad de mi vida.» ¡Tus años no tienen fin! Afirmaste la tierra desde el principio; tú mismo hiciste el cielo. Todo ello dejará de existir, pero tú permaneces firme.
Todo ello se gastará, como la ropa; ¡tú lo cambiarás y quedará cambiado, como quien se cambia de ropa! Pero tú eres el mismo; tus años nunca terminarán. Darás seguridad a los descendientes de tus siervos; en tu presencia misma los establecerás. Dios Habla Hoy (DHH)
Pronto saldrás de ahí créelo Dios’ tiene el control de tu vida el te ama.