¿Quién es la madre verdadera?

0
132

EL EVANGELIO EN MARCHA

¿Quién es la madre verdadera?

(1 REYES 3:16-27)

 

Por: Rev. Julio Ruiz, Pastor

 

Quien-es-la-madre-verdadera-310x165INTRODUCCIÓN: Que bueno que hagamos una parada obligada todos los años para reconocer a nuestras preciosas madres y decirles cuánto significan para nosotros. Porque una madre será siempre una madre no importa cuál sea su condición, como es el caso de esta historia. Estamos en presencia de dos madres que a lo mejor no son los mejores modelos para tocar  de quién es la madre verdadera. Pero en efecto, es en este ejemplo donde vemos que la maternidad es un regalo divino indistintamente de la conducta de tal persona. Esta historia va a mostrarnos la sabiduría con la que Salomón comenzó su ministerio,  pero lo que nos llama la atención es que este tercer rey de Israel inicie su reinado con una escena donde dos madres se disputen la pertenencia  de un hijo, demostrando con ello lo más grande que posee una mujer: amor por su hijo. Es verdad que al final de esta historia se va a elogiar al rey Salomón por la manera cómo aplicó su sabiduría, pero no podemos dejar de mencionar como esta extraña historia nos deja lecciones que deben ser aplicadas al momento de encontrar a la madre verdadera y también a esas madres a quien este título les queda muy grande. Así que con esto en mente vamos a abordar este tema. La maternidad no fue dada a un hombre. El diseño de Dios ha sido perfecto desde el principio. Solo una madre sabe lo que es parir a su hijo, por eso ellos son su más grande amor. Entonces, dónde encontrar la madre verdadera.

 

  1. LA CONDUCTA MORAL PONE EN EVIDENCIA A LA MADRE VERDADERA

 

  1. Madres pecadoras v. 16. La presente historia nos muestra hasta dónde la conducta moral puede ser cambiada por alguna tendencia del corazón. Dos madres con una moral cuestionada, pues se nos dicen que eran prostitutas. Sin embargo lo que aquí resaltamos es que la mujer no escoge la maternidad, ella forma parte de su naturaleza, aun si su conducta no es la mejor delante de Dios y de los hombres. Así, pues, dos madres en conflicto acuden delante de un juez sabio a resolver una disputa extraña relacionada con su hijo. No hay madres perfectas, pero eso no les quita a ellas la bendición con la que Dios le ha rodeado. En todo caso es la presencia del hijo lo que honra a ese nombre. Una prostituta no sabrá quién podrá ser el padre de su hijo, pero al final eso no será lo que importa, pues una madre será siempre una madre. Un hijo no escoge a su madre, sin embargo la madre lo reconocerá siempre. La imperfección de una madre no la hace ser menos. Dios le dio ese don. Su hijo es su más grande amor.

 

  1. Madres que matan a sus hijos v. 19. Lo que da origen a esta escena conmovedora es la muerte de un bebé en circunstancias muy penosas. Los detalles de cómo se dio la muerte al final no importa, pero lo que si tomamos de esta historia es que hay madres que matan a sus hijos. Si bien aquí no se ve el elemento de lo intencional, la verdad que sigue conmoviendo el corazón es como una mujer puede matar al hijo de sus entrañas. Y aquí es donde las leyes humanas entran en conflicto con las divinas. Así que, mientras se hacen las leyes para proteger los derechos de la mujer, esgrimiendo con esto que ellas tiene el derecho de elegir si da o no a luz al hijo, hace muchos años Dios legisló para proteger al bebé, diciendo: “No matarás”. La maternidad sufre los estragos de aquellas mujeres egoístas que por salvar su reputación o porque no estaban preparadas para traer un hijo al mundo, le quitan la vida sin saber lo que ese hijo podría ser en el futuro. Hay otras formas cómo una madre puede “matar” a su hijo. Piense en la falta de corrección, la falta de vigilancia y la continua tolerancia de sus malos actos.

 

  1. Madres conflictivas v. 20. Como hemos dicho, en la búsqueda de la madre verdadera nos encontramos algunas que son conflictivas. Observe lo que originó el pleito en estas dos madres. Si bien todo comienza con el sentimiento materno, la perversidad del corazón siempre revelará ese lado oscuro del alma. Hasta lo más insólito aparece en escena cuando hay algo relacionado en la defensa de un hijo. Se cuenta de una madre que entró en un ring de boxeo para ver pelear a su hijo. Pero cuando vio como el contrincante golpeaba a su hijo, y siendo pequeña de estatura, se abrió paso en la multitud y esquivando a los guardias de seguridad, subió al cuadrilátero, agarró el tacón de su zapato y le propinó una golpiza en la cabeza al otro boxeador, abriéndole una brecha en la cabeza lo cual hizo que el réferi parara el combate. ¿Fue justo eso? ¡No! Pero hasta allí llega una madre por su hijo. Esta historia revela las dos cosas que puede hacer una madre cuando se trata de retener a un hijo: un lado bueno y otro malo.

 

  1. LA ANGUSTIA DEL ALMA PONE EN EVIDENCIA A LA MADRE VERDADERA

 

  1. Hay que traer la angustia delante del Juez v. 16. El conflicto de estas mujeres parecía sin solución. El texto revela que nadie vio lo que había pasado. En medio de dos madres de dudosa reputación, una de ella nos presenta su corazón sensible. Una de ellas sabe a quién le pertenece el hijo. Una de ellas sabe que la otra está mintiendo. Pero lo importante de esta historia es el juez ante quien van las dos para dirimir sus diferencias. Es un hecho que solo una de ellas tiene su corazón destrozado, angustiado y hasta ofendido. Pero han acudido ante la persona correcta para resolver el dilema del hijo muerto. Mis amados, esta historia nos muestra cuánto sufre una madre por el hijo de sus entrañas. Nadie más puede comprender esto sino ellas. Pero también nos muestra la importancia que tiene venir al Juez de su causa. Si bien es cierto que Salomón se está “estrenando” como rey, es una hermosa figura que representa al Señor para resolver el conflicto de un corazón angustiado. Nada es más placentero para una madre que traer su corazón angustiado el Juez que puede juzgar su causa con la más pura sabiduría.

 

  1. Hay que estar preparado para la decisión del Juez v. 23-25. Hemos dicho que esta historia es sorprendente. Su propósito es mostrarnos la sabiduría de Salomón. La manera cómo el rey solucionó este conflicto sorprendió no sólo a las madres que buscaban una salida, sino que a partir de allí todos comentarían y temerían al rey porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar” v. 28. Y es en esta parte donde se presenta una aplicación que luce extraordinaria al momento de ver la acción del rey Salomón pidiendo una espada para cortar el bebé vivo.

 

III.   EL AMOR POR EL HIJO PONE EN EVIDENCIA A LA MADRE VERDADERA 

 

  1. Amor que se sacrifica v. 26b. Esto es lo que descubre a la madre verdadera. Una mujer que no se sacrifica por su hijo no puede llamarse madre. Observe esta escena. La madre real del hijo en disputa estaba dispuesta a dejar que la otra lo criara si su hijo seguía con vida. Si entregando a su hijo a la que no era su madre ayudaba para que su hijo no muriera, ella estaba dispuesta. Una característica de la madre verdadera es el sacrificio que siempre hará por la felicidad de su hijo. Considere que por ellos, ella es capaz de no comer para que su hijo coma, de no vestirse para que su hijo este cubierto, de gastar todo lo que tiene para que su hijo estudie o trabaje. Ella es capaz de sacrificarlo todo por el hijo que está preso o   esclavo de algún vicio. El sacrificio de una madre por su hijo solo es parecido al que ya hizo el Señor por nosotros.  El amor de una madre solo es visto en el amor de 1 Corintios 13. Allí se nos dice que el amor todo lo sufre.

 

  1. Amor recompensado v. 27. El amor verdadero jamás será derrotado. Al rey Salomón no le costó mucho identificar a la madre verdadera. Su estrategia le funcionó. La sabiduría con la que comenzó su reinado puso de manifiesto por qué sería después el hombre más sabio que jamás haya vivido. Curiosamente la prueba de su sabiduría tuvo que ver con las madres, de allí también que no será extraño ver como sus proverbios están saturados de consejos a los hijos y a los padres. El amor de la madre verdadera al final es recompensado. La lucha de esa clase de amor no regresa con las manos vacías. En toda madre abnegada al final se cumplen las palabras que el mismo sabio escribiría después: Dadle del fruto de sus manos, y alábenla en las puertas sus hechos” (Pr. 31:31). El fruto del trabajo de una madre verdadera al final es recompensada cuando ve a sus hijos victoriosos, exitosos, preparados, pero sobre todo cuando ellos aman al Señor.

 

CONCLUSIÓN: Dos asuntos me llevan a la conclusión en este mensaje. Lo primero es que aquella madre prostituta después de haberle visto la cara a este rey lleno de sabiduría y de justicia, tuvo que ser otra. Aquel encuentro tuvo que traer un cambio de corazón y un cambio de “profesión”. Y lo segundo es que aquel hijo en disputa tuvo que ser un hombre de bien y consagrado al Señor. Aquella madre regenerada tuvo que educar a su hijo fuera de esa ambiente donde él se formaría. Se me ocurre pensar que Salomón le dio un seguimiento a su crecimiento y a lo mejor hasta regresaría  al palacio para servir al rey que le salvó la vida. Amadas madres,  los hijos que tienen en sus manos son un tesoro para ser amados, cuidados y formados. Quizás las circunstancias de la vida te han llevado a sufrir por tu hijo, pero en medio de tal sufrimiento lo has traído al Juez de los cielos quien con su sabiduría te respaldará como una verdadera madre y te entregará tu hijo para que lo críes y lo levantes en su temor. Hijos vean el sacrificio que hacen sus madres para que hoy valoren y recompensen la extravagancia de su amor por ustedes. Amen.

Si usted quiere comunicarse con el pastor Julio, llámelo al (571) 251- 6590 o escríbale a pastorjulioruiz55@gmail.com