¿Cómo vencer las trampas de Satanás? (PARTE III)

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EL EVANGELIO EN MARCHA

 ¿Cómo vencer las trampas de Satanás?

(PARTE III)

 

Por: Pastor Kléber Jiménez

 …para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros;

pues no ignoramos sus maquinaciones. ” 2 Corintios 2:11

 

16085708062010041646 Para llegar a ser alguien en la vida, hay que seguir un proceso. Todo lo que se consiga en esta vida, se lo hace a través de seguir ciertos procesos o etapas. Por ejemplo; nadie nace siendo doctor, abogado, arquitecto, mecánico, electricista, constructor, agricultor, etcétera. Para llegar a ser cualquiera de estas u otras profesiones u oficios; debemos seguir o entrenarnos en ciertas etapas.

Para llegar a ser un profesional aquí en los Estados Unidos; primero se empieza por la Escuela Elementaria (Elementery School); luego la Escuela Intermedia (Middle School); luego la Escuela Superior (High School); luego viene la Universidad; para recibir el título de Bachelor o Licenciado; pero en el mundo exigente del día de hoy; las empresas y organizaciones, requieren un nivel académico más alto; como una Maestría; un Doctorado o un Phd.

De la misma manera ocurre con cualquier oficio que uno desee aprender; va a existir alguien que le enseñe, en cualquiera de las ramas artesanales: mecánico, constructor, plomero, zapatero; estilista, etcétera. Además, sobre todo en este país y en los nuestros se requiere que cualquiera de estos oficios, tenga su licencia como tal para poder ejercer dicho oficio. Aun en esto vemos un proceso de aprendizaje y entrenamiento.

Toda persona por lo general, tiene el deseo innato de superarse, de desear desarrollarse más en la vida. Así  mismo es en la vida o carrera cristiana; jamás el Señor Jesucristo nos llamó solamente a ser creyentes; Él les dijo a sus discípulos: “Vengan en pos de mí, y los haré pescadores de hombresMateo 4:19. Aun, para ser un pescador, se requiere aprender ciertas técnicas y herramientas para ser un verdadero o profesional pescador.

Ese es el deseo de nuestro Salvador y Amo; que nos convirtamos en pescadores de hombres; pero para ello, debemos de pasar el proceso de nacer de nuevo; siendo un bebé espiritual, seguir creciendo hasta convertirnos en verdaderos discípulos; luego convertirnos en maestros y por último en reproductores de discípulos.

Pero, nuestro enemigo en común:

 

  1. SATANÁS NO DESEA QUE SE HAGA MAESTRO, UN SIERVO LÍDER, SINO QUE DESEA QUE SEA DE CARGA PARA LA IGLESIA: HEBREOS 5:12; HECHOS 14:23.

 

Hay personas o hermanos en las iglesias que piensan que por el hecho de haber “nacido” en un hogar cristiano, o por estar muchos años como miembros de una Iglesia, o “estar” en el Evangelio; creen que ya son maestros de la Biblia o ya son expertos en la Palabra de Dios. La experiencia o la sabiduría en la palabra de Dios y en el Servicio a Dios, no viene con los años de “ser miembro”; viene con los años de aprendizaje, estudio y entrenamiento de la Palabra de Dios: Hebreos 5:12.

En el ejército; nadie se convierte en General de la noche a la mañana; debe pasar un riguroso entrenamiento y etapas de años en esa carrera. Es exactamente lo mismo que debería suceder en la vida cristiana o dentro de la Iglesia; pero lamentablemente, vemos en algunas iglesias que, por así decirlo, unos “soldados” al poco tiempo llegan a ser “generales”. Es decir, en poco tiempo y de pronto, sin ninguna preparación bíblica, teológica o ministerial, algunas personas, lideran iglesias como “pastores” de la misma; lo cual es contrario a lo que la Biblia enseña: Pablo dice que el Siervo de Dios, no debe ser un neófito: 1 Timoteo 3:6. Es decir, no debe ser un novato, un principiante o aprendiz.

Ahora bien, cada cristiano es llamado a ser imitador de Cristo, nuestro modelo por excelencia; y nuestro Amo, vino a darnos ejemplo de lo que debemos hacer. Él tomó un grupo de discípulos y por espacio de tres años aproximadamente, durante las 24 horas del día; los siete días de la semana, los entrenó, capacitó y equipó para que cumplieran el propósito de sus vidas: Ser pescadores de hombres.

El apóstol Pablo, es un ejemplo de ello; a pesar de que Pablo no tuvo el “apoyo” de los apóstoles de Jerusalén; pero si el apoyo de la Iglesia de Antioquia de Siria, él fue a plantar iglesias en lo que ahora es Turquía y Grecia; pero no solamente eso; sino que Hechos 14:23; nos dice que Pablo establecía “ancianos”; esta palabra, no significa que eran personas mayores; sino que la palabra se traduce como siervos o líderes espirituales”.

Pero si estudiamos profundamente el libro de Hechos, vemos que Pablo, no pasaba mucho tiempo en las ciudades que plantaba iglesias, ya que como de costumbre era amenazado, perseguido, apedreado o azotado por los judíos que no creían al Evangelio. El mayor tiempo que Pablo estuvo en una ciudad, fue en Éfeso, aproximadamente tres años: Hechos 19:1-10; de donde levantó discípulos, los entrenó y estos plantaron otras iglesias hacia el interior de Turquía. Luego en Corinto permaneció un año y medio: Hechos 18: 1, 11.

Si en el espacio de un mes, dos o tres meses, Pablo convertía, entrenaba a discípulos y los convertía en maestros; y en aquellos tiempos, que era un lujo de que alguien posea las Escrituras del Antiguo Testamento, porque eran las únicas que existían. ¿Cómo más hoy en día, que tenemos miles de recursos bíblicos, ministeriales y teológicos, no nos convertimos en maestros?

Si usted se fija, el porcentaje de cristianos que sirven en una Iglesia, a veces no supera el 20% de toda la congregación. Ese grupo pequeño, lleva la carga de toda la Iglesia. Y el resto de ellos, vienen a constituirse en carga para la Iglesia.

Estoy seguro, que usted no desea ser carga para el Señor; pero entonces ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué no hay muchos servidores en las iglesias? Es porque hemos caído en las maquinaciones de Satanás: 2 Corintios 2:11.

Pero en el nombre del Señor, usted puede levantarse y constituirse en un gran siervo del Señor; ¿Cómo?

Primeramente; créale a Dios de todo corazón, crea que Dios puede hacer todo en usted y a través de usted. Segundo; devore la Biblia a través de un estudio profundo de la misma: Juan 5:39. Tercero; obedezca a Dios en todo lo que Su Palabra ordena. Cuarto: Póngase en humildad a las órdenes de su Pastor y sirva en el ministerio que él le asigne; NO ESPERE GRANDEZAS. Recuerde que todo lo que hacemos es única y exclusivamente para glorificar a nuestro Señor. Quinto; siga creciendo más y más en la Gracia de nuestro Señor; y por ultimo; gócese de las maravillas que Dios hará a través suyo.

 

Continúa la próxima semana.

 

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