EL CRISTIANO DEBE DETERMINAR SUS PRIORIDADES

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EL EVANGELIO EN MARCHA

“Manejando su dinero con éxito”

PARTE II

EL CRISTIANO DEBE DETERMINAR SUS PRIORIDADES

Mateo 6:33

Por: Pastor Kléber Jiménez

 

INTRODUCCIÓN

Existen dos maneras de manejar el dinero: Primero: la manera del mundo. El mundo te dice: “el dinero que tu ganes y acumules es todo tuyo, y tú puedes usarlo como a usted le plazca”. El cristiano puede seguir el camino del mundo con la misma facilidad que el inconverso, a pesar que este de dinero a la Iglesia de Dios. El problema que tiene el cristiano inmaduro es decidir cuánto darle a Dios y cuanto gastar en sí mismo.

La manera del mundo, se enseña en todos los medios imaginables del día de hoy; televisión, periódico, volantes en los buzones de correo, internet, y aun en los salones de clase.

SEGUNDO: la manera de Dios. La manera de Dios de manejar el dinero, inicia reconociendo el hecho de que todo lo que usted posee y aun su vida, le pertenece a Dios. David lo reconoció: “De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo, y los que en el habitan” Salmo 24:1.

La manera de Dios dice: Todas las posesiones que yo tengo, le pertenecen a Dios; y yo las usaré de acuerdo a las enseñanzas de Dios que encuentro en Su Palabra y al liderazgo de Dios en mi vida, a través del Espíritu Santo.

Todas las personas tenemos prioridades en la vida, puede que no hayan sido declaradas formalmente esas prioridades o no se hayan puesto por escrito. Sin embargo, usamos esas prioridades para determinar cómo usar nuestro tiempo y nuestros recursos.Con respecto al cómo usar nuestros recursos económicos; debemos tener presente dos prioridades al principio de la lista:

 

  1. LA PRIMERA PRIORIDAD DEL CRISTIANO DEBE SER DIOS: PROVERBIOS 3:9-10.

Muchas personas declaran que Dios es lo primero en su vida; pero del dicho al trecho hay mucho trecho. No es decirlo, es demostrarlo con acciones.

 

  1. La prioridad de acuerdo a lo que declara este pasaje incluye dos cosas:

Pongamos atención a la palabra “honra”; la cual literalmente significa “ser rico para con Dios”

Si Dios es la prioridad número uno, entonces lo voy a honrar con “las primicias”; no con las sobras: Éxodo 34:26a.

Cuando le damos las primicias a Dios; estamos expresando dos cosas:

Gratitud. Dios es el más grande dador de todos los tiempos. Ni todos los seres humanos juntos, no podemos alcanzar a Dios en su bondad de dar; sin embargo, cuando damos a la manera que Dios quiere que demos, le estamos expresando nuestra gratitud a Dios porque Él nos ha dado. No darle a Dios como debemos darle, es el colmo de la ingratitud a Dios.

  Fe. Cuando le damos a Dios nuestras primicias de nuestro trabajo, expresamos fe de que Dios proveerá para nuestras necesidades.

Si dejamos pasar el tiempo para ver si damos al fin del mes o después, no  estamos dando en la manera que Dios desea. La manera de Dios es que demos los primeros frutos de nuestros trabajos.

Cuando no le damos a Dios las primicias, volvemos el asunto de dar solo cuestión de dinero. Y esto es algo que Dios no hace en ninguna parte de la Biblia. Dar es cuestión de fe, de confianza y obediencia. ¿Creemos que Dios hará lo que prometió hacer cuando le damos las primicias?

 

  1. OBSERVE LA PROMESA DE DIOS V:10.

Esto no es una promesa de abundancia o de prosperidad falsa; sino que es una promesa de suficiencia: Filipenses 4:19.

Dar nuestros diezmos y ofrendas no es un plan financiero para hacernos ricos. Sin embargo, Dios si promete que suplirá para nuestras necesidades cuando somos obedientes de dar nuestros diezmos y ofrendas. Y si Dios nos da la bendición de hacer riquezas; será con el propósito de bendecir a otros.

 

  1. LA SEGUNDA PRIORIDAD DEL CRISTIANO DEBE SER SU FAMILIA: PROVERBIOS 17:1.

Este versículo contrasta el hogar del que tiene pocas posesiones materiales, pero donde reina el amor, la paz y la armonía; con el hogar donde abunda lo material, pero no hay paz, amor y armonía.

Ray Kroc, jefe de la cadena McDonald’s, dijo que sus prioridades son: Dios, familia y las hamburguesas de McDonald, pero cuando llego a la oficina las pongo en el orden inverso. Kroc es un ejemplo de la manera que muchas personas viven, aun llamándose cristianos.

Siempre va a ser un error poner las prioridades en el orden equivocado. Dios siempre debe ser nuestra prioridad y la familia debe ser la segunda prioridad.

 

  1. Los esposos y padres deben tener siempre las prioridades correctas.

Es muy fácil para los hombres trabajar tanto que descuidan a su familia y se olvidan de Dios. Si un hombre no puede ganarse la vida y también tener tiempo para su familia y para Dios, entonces debe de buscar otro trabajo.

También es fácil para el cristiano ser tentado a decir, que paga todos los gastos familiares del mes, que simplemente no me queda nada para darle a Dios.

Y no creemos que Dios quiera que descuidemos a nuestra familia a pesar de las circunstancias: Levítico 23:2; Deuteronomio 6:6-9; Proverbios 22:6.

Sin embargo, también es cierto que Dios no tuerce las reglas para nadie. ¿Cómo podemos hacer las dos cosas al mismo tiempo? Mire a su alrededor. ¿Cuáles familias siempre están en mejores condiciones? Para las familias que ponen primero a Dios y segundo a la familia, todo trabaja para bien.

La manera de Dios siempre funciona mejor y Dios siempre va mantener el orden de nuestras prioridades en el orden correcto: Dios – familia.

 

  1. Las esposas y madres necesitan mantener sus prioridades correctas.

Uno de los mayores problemas que vemos el día de hoy es que muchas de las madres trabajan fuera del hogar. La situación es preocupante; porque debemos poner más atención a las madres que descuidan a sus hijos y esposos por adquirir más posesiones materiales.

El problema de prioridades equivocadas surge cuando la familia adopta un estilo de vida que demanda dos sueldos. En lugar de sacrificar tiempo y esfuerzo para la familia; será mejor abandonar ese estilo de vida.

 

  1. A los hijos se les debe enseñar las prioridades correctas.

Cuando a los hijos se les da dinero por primera vez para sus gastos, se les debe enseñar poner a Dios en primer lugar.

Enséñeles a sus hijos a que glorifiquen a Dios con el diezmo. Se les debe enseñar a los hijos a darle a Dios su dinero o bienes, antes de gastar en ellos mismos.

También se les debe enseñar a los hijos que las actividades familiares son muy importantes. Hay ocasiones en que los hijos deben poner a la familia por encima de cualquier circunstancia o actividad que ellos tengan. Para ello es muy importante la comunicación familiar.

Se les debe enseñar a los hijos que lo primero y lo mejor debe ser reservado para Dios y para la familia. Cuando ponemos esas dos prioridades en su lugar, las demás cosas encontrarán su lugar. Si no lo hacemos, los problemas serán inevitables.

 

CONCLUSIÓN:

El poner las prioridades en orden, requiere que le creamos a Dios; es la base para todo lo demás, tal como Dios nos exhorta a hacer: “Sí buscamos el Reino de Dios y su justicia” Como ven, hay una condición para que todas las demás prioridades de la vida sean suplidas, debemos de empezar por lo espiritual.

 

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Información: 703-717-8608

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