¿Dónde estás Dios mío?

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EL EVANGELIO EN MARCHA- PERLAS DEL ALMA

¿Dónde estás Dios mío?

Por: Francisco Aular (faular @hotmail.com)

Oh SEÑOR, ¿por qué permaneces tan distante? ¿Por qué te escondes cuando estoy en apuros? Salmo 10:1 (NTV)

 En esta mañana me asomo al mundo y contemplo una inmensa oscuridad espiritual. Verá, todos los hombres y mujeres nos hallamos en grandes peligros y densas tinieblas cubren a las naciones. El mismo diablo con sus demonios nos hacen sentir una sensación de inseguridad y el temor se ha metido a nuestros hogares y hasta en las mismas iglesias. Pensando en esto, voy a las últimas horas de JESÚS sobre la tierra, Sus discípulos empiezan a sentir al sufrimiento cercano, pero el SEÑOR entre ellos, les habla:

“Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.” (Juan 17:33,DHH). ¡Sí el Cristianismo es el pueblo de la esperanza y la paz con Dios porque es el pueblo unido a CRISTO! Sigo mirando al mundo a mi alrededor y consternado veo el cumplimiento exacto de las palabras del profeta, cuando escribió, (unos 700 a. de J.C): “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!” (Isaías 5:20 RV60).

Entonces, en tono reverente le pregunto al Señor: “¿Acaso no ves SEÑOR que el mundo está desenfrenado como nunca antes? ¿Cuánta injusticia en los tribunales? ¿Cuántos asesinatos en las calles y en las plazas y ya no respetan ni a los templos? ¿Cuánta arrogancia en los gobiernos y en los hombres que nos dirigen? Tú no estás en ninguno de sus pensamientos porque se inclinan delante de sus ídolos y buscan los consejos de los satánicos en vez de tu Palabra.

¿Cuántas muertes y lágrimas en las distintas guerras que hoy se libran en el mundo? ¿Cuánto irrespeto al ser humano se muestra al apoyar al terrorismo que hacen volar en pedazos los cuerpos de sus enemigos y de inocentes? ¿Acaso SEÑOR tú no vez todas estas cosas o no las sabes? Sí lo sabes, ¿es que no te importa? Y si te importa, ¿por qué y para qué te tardas en intervenir? ¿Cuánto demorarás SEÑOR en bajar desde el cielo con tu mazo de llaves en la mano y acabar con todo esto de una vez? Preguntas como éstas se hace David en este Salmo.

El rey David descubrió que Dios lo sabe. Dios se preocupa, y tiene un plan eterno, inmutable. Nada ni nadie podrá cambiar ese plan.

La verdad de las cosas es que Dios no se ha alejado de nosotros, sino que nosotros nos hemos alejado de Él. Todavía tengo fresca en la mente las dantescas escenas de los aviones pilotados por los terroristas que atacaron las Torres Gemelas de Nueva York, y la posterior angustia de ese nefasto día en Estados Unidos.

¿Dónde estaba Dios que permitió todo esto? Esta misma pregunta se le hizo a Anne Graham -la hija mayor de famoso evangelista Billy Graham y ministra muy versada en la Palabra de Dios-, un periodista: “¿Cómo pudo Dios permitir que sucediera esto?” Anne Graham dio una respuesta “Al igual que nosotros, creo que Dios está profundamente triste por este suceso, pero durante años hemos estado diciéndole a Dios que salga de nuestras escuelas; que  salga de nuestro gobierno, y que salga de nuestras vidas. Y siendo el caballero que es, creo que se ha retirado tranquilamente. ¿Cómo podemos esperar que Dios nos dé su bendición y su protección cuando le hemos exigido que nos deje estar solos?”.

Pase lo que pase el cristiano nacido de nuevo, tiene su fe puesta en el SEÑOR y viva o muera, está seguro en Sus manos. Pero hablando genéricamente, ciertamente, nosotros nos alejamos de Dios con nuestra incredulidad en su Palabra; sin fe en que nuestras oraciones serán oídas por Él; nos olvidamos que Él nos ama y nos perdona; ponemos a un lado la asistencia y participación en la familia espiritual, nuestra iglesia; nos avergonzamos de ser sus hijos por la adopción que Él ha hecho a través de Su hijo JESÚS.

PERLA DE HOY: La verdad de las cosas es que Dios no se ha alejado de nosotros, sino que nosotros nos hemos alejado de Él.