EL EVANGELIO EN MARCHA
La verdadera relación
Por: Rev. Ricardo Carrillo
EXAMINÁNDOME A MÍ MISMO
Queremos terminar esta serie de LA VERDADERA RELACION con un tema que tiene que ver con los indicadores en nuestras vidas, quiera Dios que entendamos, que es necesario EXAMINARNOS A NOSOTROS MISMOS; es necesario que cada uno se examine, para saber en ¿qué condición nos encontramos frente a nuestro Señor?.
Por eso que cada primera semana de cada mes, tenemos nuestro tiempo de Santa Cena, en este tiempo, recordamos en el pasado lo que Cristo hizo por nosotros, por nuestros pecados, pero también recordamos que Cristo ha dicho que va a venir para llevarnos a cada uno de nosotros a vivir por toda la eternidad, esa es la promesa, si le entregamos nuestras vidas a Jesucristo.
Pero también nos ayuda a mirar el presente, para ver el tipo de vida que estamos llevando nosotros. Por eso es que el Apóstol Pablo en 1 Corintios capítulo 11 dice: Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. 30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. 31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;1Corintios 11:28-31
Una de las cosas que Pablo nos va a decir en este pasaje es que debemos examinarnos a nosotros mismos, tenemos que examinar nuestras vidas, en todas aquellas áreas que todavía no están sintonizadas con la vida cristiana.
Por eso que Pablo dice que si no nos examinásemos podríamos caer en el error y estar comiendo y bebiendo juicio para nosotros mismos, es decir nos estamos condenando a nosotros mismos y dice también, por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.
Y cuando dice muchos duermen no se refiere a los que se duermen en el culto, sino está hablando de aquellos que han muerto, por tomar la cena de manera indigna, por eso debemos considerar estos consejos de Dios.
Pablo nos lleva a la reflexión y nos dice: examinémonos a nosotros mismos y hay muchas áreas en que nos podríamos examinar, pero hoy queremos hacerlo con la pregunta ¿Qué clase de seguidor de Cristo soy?, ¿qué clase de seguidor me llamo?, ¿qué clase de cristiano, de hijo de Dios soy?; Uno de los pasajes con el cual nos podemos examinar y evaluar es: Mateo 7:24-29 donde nos describe dos clases de personas que seguían a Jesús, ¿con cuál de ellos me identifico?
HOMBRE PRUDENTE E INSENSATO
24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. 26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; 27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. 28 Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; 29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Mateo 7:24-29.
Capítulo 5,6 y todo el capítulo 7 del evangelio de Mateo menciona cuando el Señor Jesucristo subió al monte y yo me imagino a 8,000, a 10,000 personas siguiéndolo, escuchándole, luego que Jesús nos muestra todo lo que nos enseñó en el sermón del monte, llega al final.
Jesús va a describir aquí a dos tipos de seguidores, Jesús no se ilusionaba con la cantidad que le seguía, al inicio del libro de Juan dice que no había necesidad que nadie le dijera a Jesús como era la persona, porque él conocía la mente y el corazón del hombre, conocía las intenciones del corazón.
No había necesidad que alguien le dijera: qué tipo de seguidor era tal o cual persona, porque él conocía el corazón de todos. Mi hermano, mi amigo él conoce tu corazón, por esta razón para que podamos examinarnos nosotros también, él va a describir a dos tipos de seguidores.
LO QUE CALIFICA DE SABIO AL SEGUIDOR DE CRISTO.
Cuáles son las características que debe tener este servidor para que se le denomine sabio, que debemos reflejar en nuestras vidas, para ser llamados sabios, un seguidor sabio. “A cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente (…)” Mateo 7:24
Jesús comienza diciendo a cualquiera que me sigue; el señala aquí, que para él no hay distinción de seguidores, puede ser un niño, puede ser un adolescente, un joven, un adulto, un joven adulto, un anciano, un hombre o una mujer casados, con educación o sin educación, con posesiones o sin posesiones.
Puede ser cualquier tipo de persona, el ser seguidor de Jesucristo es para cualquiera persona que está dispuesto a seguirlo.
La primera característica es: Ser perseverante en la búsqueda de Dios, “(…) cualquiera…que me oye estas palabras (…)” Mateo 7:24.
¿Qué significa esto? estas palabras tienen un significado totalmente limitado, pero en la riqueza del idioma griego, podemos sacar una connotación que va enriquecer nuestro estudio, porque esta Palabra el que me oye, se traduce como algo que se hace continuamente, habla de una urgencia, de aquel que está oyendo.
No es algo casual, no es alguien que por casualidad lo está haciendo, o por necesidad, o porque ha sucedido algo en el momento y necesita escuchar. No, está hablando de alguien que de manera continua está prestando oído a las palabras del Señor Jesucristo, el salmo 42 nos grafica este concepto.
“Cual ciervo jadeante en busca del agua, así te busca, oh Dios, todo mi ser. Tengo sed de Dios, del Dios de la vida. ¿Cuándo podré presentarme ante Dios?” Salmo 42:1-2.
Así como el siervo que está en las alturas, corriendo, caminando, y llega a tener una tremenda sed, y ¡busca el agua!, el salmista dice, así te busca, oh Dios todo mi ser. Y él dice: ¿Cuándo podré presentarme ante Dios?
Habla de una necesidad, habla de una urgencia, de una perseverancia, de una búsqueda diaria. ¿Por qué? Juan 6:68: Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Entonces la primera característica de aquel hombre sabio es la perseverancia en las cosas de Dios, aquella persona que ha descubierto que no hay nada que valga la pena, fuera del Señor y puede decir como Pedro: ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
UN ESTILO DE VIDA DISTINTO
Es la persona que ha descubierto que el cristianismo no es una religión, sino un estilo de vida, que es una relación con Dios y que Él quiere hablarnos, Dios quiere enseñarnos, Dios quiere que seamos un buen esposo, una buena esposa, un buen hijo, una buena hija, una buena madre, un buen padre, una buena suegra; el Señor quiere cambiar tus valores y tus prioridades, por eso debemos perseverar.
El Señor quiere que seamos buenos amigos, buenos creyentes, buenos trabajadores, buenos estudiantes. El Saber que no hay nada mejor que seguir a Cristo y por eso no lo cambia por nada y persevera en sus enseñanzas; Dios anhela que cumplamos los propósitos que él tiene para nuestras vidas.
Este seguidor sabio ha descubierto que de Jesús mana la vida, este es un oidor que persevera en la Palabra de Dios, sabe que esta palabra es palabra de vida Eterna, que puede confiar; Este es un oidor que ha visto la urgencia, aunque no sabe qué problemas enfrentara mañana, pero tenemos la urgencia de buscar en la Palabra las respuestas a nuestras preguntas.
BUSCAD A JEHOVÁ
“Buscad a Jehová y su poder; buscad su rostro continuamente” 1 Crónicas 16:11. En 1crónicas el profeta nos exhorta a buscar a Jehová y su poder; buscar su rostro continuamente. Esta es la primera característica del seguidor sabio el que persevera a la Palabra de Dios. La segunda es: Ser hacedor de la palabra.
No solo se queda buscando a Dios, oyéndolo perseverando en las cosas de Dios, sino que es un hacedor de la ¨Palabra” “(…) cualquiera (…) que (…) las hace (…)” MATEO 7:24
Además Santiago lo ratifica: Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” Santiago 1:22.
El apóstol Santiago dice que seamos hacedores de la Palabra, para que ni tu ni yo vivamos vidas engañadas, ser hacedores de la Palabra, 24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Mateo 7:24.
Cualquiera que las hace, tiene la misma fuerza del verbo anterior, del que persiste en oír, porque habla de una persona que está oyendo con persistencia y además está aplicando la Palabra a su vida también con insistencia.
Esta es la persona que dice: tú me has enseñado esto, lo voy aplicar a mi vida ¡ya ¡ y todo lo que oye lo aplica. Aunque algunas veces, no lo entienda por completo y se le haga difícil, pero él propone en su corazón hacerlo, y le promete al Señor hacerlo.
Sigue la próxima semana
SI USTED DESEA CONTACTARNOS, POR FAVOR LLÁMENOS AL (571) 217-2000