Las marcas del verdadero evangelio

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EL EVANGELIO EN MARCHA

Las marcas del verdadero evangelio

(Gálatas 1:6-12)

 Por: Rev. Julio Ruiz, Pastor

 

INTRODUCCIÓN: El capítulo 6 de Gálatas, el último de la carta es por demás revelador. Los versículos 11 al 17 son una especie de sumario de todo lo que Pablo ha venido tratando en una de sus más grandes defensas del evangelio. El penúltimo versículo dice: “De aquí en adelante nadie me cause molestias; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús. Por supuesto que el tema distintivo de este texto tiene que ver con la palabra “marcas”. Los judaizantes le causaron tantas molestias a Pablo que en esta carta él descarga todo su coraje sobre esos falsos maestros, porque estaban desviando a los nuevos creyentes del verdadero evangelio, tema que va a tratar desde el mismo inicio de la carta. Cuando Pablo habla de las “marcas” que trae en su cuerpo, no estaba hablando de tatuajes, aretes o cicatrices de operaciones. Él estaba hablando que todo su cuerpo está lacerado por lo que había sufrido por la causa de Cristo. Un resumen de esto está en 2 Corintios 11:13-17. La palabra “marca” en este pasaje es la que tiene que ver con la palabra griega “stigmata” que significa “cicatrices”. Pablo va a decirnos que fue golpeado por todo el cuerpo. Ese era su stigmata. Los cristianos de hoy no podrán decir lo mismo que dijo Pablo. Las marcas que muchos traen son las del mundo en lugar de las de Cristo. A lo mejor esto se deba a que, al igual que los Gálatas, están viviendo otro evangelio, no porque haya otro como bien lo dice Pablo, sino por conformarse cada vez a este mundo con sus placeres y deseos, lo que les hace vivir su propio evangelio. Creo, pues, que es muy oportuno que traigamos una serie de mensajes sobre las “marcas del cristiano”, comenzando hoy con la marca del auténtico evangelio. Cuál es la diferencia del verdadero evangelio.

 

  1. HAY UN EVANGELIO QUE SE HA CORROMPIDO

 

  1. El evangelio diferente v. 6. El creyente no escapa a la tentación de alejarse del Señor. Esta situación sucedió al principio de la iglesia y sucede hoy todavía. Pablo comienza con una nota de admiración y hasta de sorpresa. Es la reacción propia de un pastor que de repente ve a sus ovejas tomando rumbos distintos. Cuando habla de “os hayáis alejado” la idea es de una deserción militar. Y cuando dice “tan pronto”, también se sorprende porque es como si eso ocurrió después de su visita o cuando los falsos maestros comenzaron a frecuentarlo. Observe bien el texto. Las personas que se alejan acá no son inconversos, pues ellos viven en esa condición, son creyentes que fueron llamados por la gracia de Cristo. En ellos no se cumplen aquel texto que dice: “Se fueron de nosotros, porque no eran de nosotros”. El asunto de este texto era que ellos no solo se estaban alejándose de algunas doctrinas o de algunos fundamentos teológicos, sino que se estaban alejando de Dios. La pregunta que está siempre en la mente es ¿qué hace a un creyente alejarse de Dios? La respuesta es cuando comienzan a conocer otro evangelio. Un “evangelio” que les da más “satisfacción”.

 

  1. Los que perturban el evangelio v. 7. Pablo está claro que hay hombres, entre ellos los falsos maestros, que se habían dedicado a confundir la mente y el conocimiento de los creyentes a los que él había formado que su finalidad era perturbarlos para que no siguieran en los caminos del Señor. Y para contrarrestar esta situación el apóstol va a poner dos asuntos extremos de manera que las iglesias de Galaxia entendieran que hay un solo evangelio al que debería seguirse y no escuchar el consejo de los que hasta ahora tienen el propósito de desviarles de la fe que habían recibido por parte de Pablo. Observe los dos ejemplos que se sugieren en el texto. Está el hecho que los mismos apóstoles o un ángel del cielo trajera un evangelio diferente. Pablo dice que, si este fuera el caso, ambos deberían ser considerados anatemas (v.8). Esta es la palabra más fuerte que existe para condenar perpetuamente a algo o a alguien.

 

  1. Lo que pervierte el evangelio v. 7a. Pablo inmediatamente explica el asunto de un evangelio diferente. Simplemente no hay otro evangelio. No puedo haberlo porque el verdadero evangelio es el que tiene el poder de Dios para salvación (Ro. 1:16). El evangelio que Pablo recibió de Dios por revelación consiste en la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Sin embargo, este evangelio puro ha sufrido su perversión por aquellos que desde el principio se han opuesto a su enseñanza y propagación. Nos cuesta hablar de un evangelio corrompido, pero cuando vemos la forma cómo se ha cambiado tantas cosas del evangelio apostólico, esto es lo que vemos.

 

  1. HAY UN EVANGELIO QUE SOLO ES DE LOS HOMBRES

 

  1. El evangelio no es buscar el favor de los hombres v. 10ª. Por mucho tiempo Pablo buscó el favor de los hombres. Todo lo que previamente hizo, incluyendo la persecución de la iglesia, respondía a la complacencia de su propia conciencia y de los jefes que lo apoyaban. Sin embargo, ahora categóricamente nos dice que el verdadero evangelio no consiste en buscar el favor de los hombres, pues eso lo corrompe, sino el que busca el favor de Dios. Los falsos maestros habían invadido la vida de los gálatas, tanto que ahora ellos se inclinaban más por buscar sus favores, como si ellos les ofrecían algo mejor que el evangelio puro que Pablo les había predicado. Esta declaración significa, en efecto, que hay un evangelio que lo que busca es el favor de los hombres en lugar de Dios.

 

  1. El evangelio es agradar a Dios v. 10b. Pablo traía las “marcas de Cristo” por agradar a Dios antes que a los hombres. De hecho, después de su conversión por agradar a Dios, tuvo que desagradar a los hombres. Una lectura al libro de los Hechos, donde Lucas describe sus viajes misioneros, da cuenta de que Pablo desagradaba a los hombres. Fue él quien hablando de su deseo de agradar a Dios dijo: Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios (Hch. 20:24). Agradar a Dios debe ser el deseo más grande de cada creyente. Nos olvidamos con gran facilidad que la persona a quien debemos agradar es a Dios.

 

  1. El evangelio es servir a Cristo 10c. En una ocasión Whitefield recibió una maligna carta acusándole de malas actuaciones. Su contestación fue breve y cortés: “Le agradezco cordialmente su carta. En cuanto a lo que usted y mis otros enemigos están diciendo acerca de mí, sé cosas peores acerca de mí mismo que usted jamás me podrá llegar a decir. Con afecto en Cristo, Jorge Whitefield”. Los hombres que viven más cerca de Dios siempre serán los blancos de todos los ataques, pero su postura respecto a quien sirven en el ministerio, les llevará a mantenerse en su firme propósito de servir al Señor, pues al igual que Pablo se consideran “siervo de Cristo”. En esto consiste el evangelio de Dios y el evangelio de los hombres.

 

  1. HAY UN EVANGELIO QUE VIENE POR REVELACIÓN DIVINA

 

  1. Hay un evangelio de revelación humana v. 11. Las características del evangelio que predicaba Pablo distaban mucho del que los gálatas estaban oyendo ahora, por el cual muchos se estaban alejando del Señor. Estamos diciendo que hay un “evangelio” que es según los hombres. Es el evangelio de mi comodidad. Es mi propio evangelio. Es un evangelio sin compromiso, sin desafío, sin una real entrega. Es el evangelio donde yo pongo las condiciones sin importarme las demandas que estable el evangelio mismo. En algunos casos, el “evangelio de los hombres” se caracteriza por una serie de normas y preceptos, al mejor estilo de los judaizantes de este texto, en lugar del evangelio dejado por Dios.

 

  1. Hay un evangelio que es por revelación divina v. 12. A diferencia de los discípulos que anduvieron con Cristo, que recibieron el evangelio por el mismo Cristo durante sus tres años de ministerio, Pablo dice que él lo recibió por una revelación especial. ¿Por qué a veces nos sorprendemos de lo tanto que Pablo sabía acerca de Cristo? ¿Por qué el tema del que más habla en sus cartas es Cristo? Pablo fue el apóstol independiente que recibió de parte del Señor lo que los mismos apóstoles no recibieron. Si bien es cierto que Juan tuvo una visión más teológica que el resto de los evangelios, es Pablo que nos da una visión mucho más profunda de Cristo y su evangelio.

 

CONCLUSIÓN: El escritor L. R. Shelton, hablando del evangelio verdadero y el evangelio de la carne, ha dicho: “Vuelvo a repetirlo: cuidado con ese evangelio falso que se predica en la actualidad, que no exige nada, sino que muestra un camino fácil a la salvación (que no es más que el camino más corto al infierno). Este evangelio falso no se opone a la carne, sino que es “un amigo”, y, comprendido correctamente, es la fuente de mucha diversión buena y limpia y placeres inocentes. Nos deja vivir sin interferencias, nunca nos cambia la vida; sigue dejándonos vivir disfrutando de nuestros placeres, pero ahora, en lugar de cantar en la cantina y beber licor, nos deleitamos en cantar coros y ver películas religiosas. Sigue habiendo un énfasis en pasarla bien, pero ahora nos divertimos a un nivel más elevado tanto moral como intelectualmente. Este evangelio falso promueve un tipo de evangelismo nuevo y distinto. No procura dar muerte a la vida pecaminosa antes de brindarle la nueva vida en Cristo, sino que lo manda recibir la nueva antes de hacer morir la vieja. Así que sólo intenta encaminar al pecador en una nueva dirección. Lo encamina a una manera de vivir alegre, en la que puede mantener su amor al “yo”. Este evangelio falso le dice al hombre seguro de sí mismo: “Ven y muéstrale tu seguridad a Cristo”. Al egotista le dice: “Ven, jáctate en el Señor” y, al que siempre anda en busca de una nueva emoción, le dice: “Ven y goza de la emoción del compañerismo cristiano”. Intenta echar vino nuevo en odres viejos, pero ¡esto no puede ser! Lo viejo tiene que ser derribado antes de que lo nuevo pueda ser edificado”. ¿Cuál es su evangelio? ¿Es un evangelio de la carne o es del Espíritu?

 

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