Cuando las relaciones se rompen

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EL EVANGELIO EN MARCHA HERIDAS EN EL ALMA 2

Cuando las relaciones se rompen

TEXTO BIBLICO: Génesis 37:3-18

 

INTRODUCCION

Continuamos con la serie “Heridas en el alma” y en esta oportunidad queremos tratar un tema en particular, cuando las relaciones se rompen. En el diario vivir, en el interactuar constantemente con aquellos que están a nuestro alrededor, en alguna circunstancia, independientemente de la persona con la que tienes problemas, del lugar o si hay falta de interés en resolver un tema por cualquier causa, se ha generado en rompimiento de una relación.

Es entonces que surge en el corazón, en el interior del ser humano, esas emociones, sentimientos, reacciones que podemos alimentar.

Hoy vamos a ver a la luz de la Palabra de Dios, tres clases de respuesta que debemos adoptar cuando nuestras relaciones se rompen. Como debemos actuar cuando estas relaciones se resquebrajan o se rompen. La primera respuesta vamos a relacionarla con nuestras relaciones con nuestros hermanos.

 

  1. CUANDO LAS RELACIONES FILIALES SE ROMPEN

Y queremos tomar la vida de José como paradigma en este punto, como un ejemplo a seguir. La vida de José esta descrita en el libro del Génesis desde el capítulo 37 hasta el 50; es interesante ver que en este relato, cuando comienza nos habla de un joven que tiene 17 años, a esa edad es huérfano de madre, tiene once hermanos, pero de cuatro madres diferentes, quizás hoy podemos ver este cuadro con frecuencias, permíteme ilustrar.

 

ILUSTRACION

En esta multicultura que vivimos, en donde  existen familias que son presentadas de la siguiente manera: Te presento a mis hijos, ellos son los hijos de mi esposo y estos son nuestros hijos, o cuando se están en una discusión familiar, la madre que tiene poco carácter, algunas veces dice: “mi amor, mi amor, entre tus hijos y mis hijos van a matar a nuestros hijos”

Esta es la familia contemporánea de estos días, y José estaba inmerso, José con 17 años, en nuestro tiempo el  ya estaría acabando la High School, o ingresando a la universidad, cursando el primer ciclo de estudios en el college o en la universidad, pero esa no es la realidad de José, él no tiene otro oficio, sino el de dar cuenta a papá, de lo que hacen sus hermanos.

Recordando que la fama de los hermanos, la Biblia dice que era mala, ¿cómo le dicen ustedes  a aquel que te para acusando? soplón, exactamente, los once hermanos mayores lo consideraban a José así, imagínate como lo amaban a su hermanos, porque debemos pensar también que José, no solo tenía la costumbre de dar cuenta a papá, sino que además José era el consentido de papá, era el preferido de Jacob, lo amaba más que a todos, mira lo que dice Génesis 37:4.

Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían y no podían hablarle pacíficamente, Génesis 37:4.

Este era el más antipático de los hermanos, no de los vecinos, sino de su entorno familiar, José recibía del padre el aprecio que los otros hermanos no tenían a José le hicieron una túnica especial que a los otros hermanos no les hicieron, José fue levantado públicamente por encima de sus hermanos, imagínate la reacción que fue generando esta diferencia entre sus hermanos, dice que lo aborrecían, eso fue lo que produjo esta abismal diferencia.

 

ABORRECIAN A JOSE

Tarde o temprano eso que los hermanos en su interior fueron gestando hasta que llegó el momento, que ellos no podían hablarle pacíficamente. Los hermanos aborrecían a José, ¿te imaginas? Ahora, ¿tu irías a un lugar donde la gente no te quiere?, que te detesta, José tenía que ir todos los días a casa y allí encontraba a todos sus hermanos.

Mira lo que dice Génesis 37:18: Cuando ellos lo vieron de lejos, antes que llegara cerca de ellos, conspiraron contra él para matarle: Génesis 37:18.

Conspiraron para matarle, los hermanos estaban pastoreando el ganado familiar e iban de prado en prado, pasteando al ganado. Un día los hermanos divisan de lejos que venía el enviado de papá, José no era bien visto y tenemos que agregarle que un día este joven tuvo un par de sueños, de aquí que lo llamaron el soñador, los hermanos lo encaraban diciendo, ¿acaso tú serás nuestro Señor?.

Todo esto hizo que los hermanos lo aborrecieran a José, hasta que un día eso que fueron acumulando con los años, llegó a un tope, conspiraron para matarlo. José está llegando a ellos y los hermanos deciden matarlo, tú conoces la historia, no lo matan, sino lo venden como esclavo, llega a Egipto es calumniado y termina en la cárcel.

 

JOSE EN LA CÁRCEL

Ahora tenemos que ponernos en los zapatos de José, él está en una cárcel por razones totalmente injustas, ¿cómo reaccionarías tú? Si por razones injustas te encierran en un penal, si pierdes el trabajo por razones abusivas, cual sería tu reacción frente a aquellos que te han hecho daño, cual sería tu pensamiento frente a Dios, ¿cuál sería nuestra reacción si tuviéramos el poder para irnos contra la persona que nos hizo daño?, ¿Lo pensarías siquiera? Que dices, no somos creyentes, los creyentes deben dejar la venganza a Dios, Pero, ¿nunca lo has pensado?

Viendo los hermanos de José que su padre era muerto, dijeron: Quizá nos aborrecerá José y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos. Génesis 50:15

La historia la conocemos, José salió de la cárcel y fue designado el segundo del faraón, José proveyó para todo el pueblo de Dios, sus amigos, sus hermanos, llegaron a Egipto, todo se solucionó, sin embargo, en el corazón de los hermanos todavía existía este sentir, cuando será el día en que José con todo el poder que tenga ¿cómo reaccionara cuando papá muera?

Eso pasó, en la última etapa del Génesis, se acaba la historia de José y los hermanos piensan en eso inmediatamente, dirían ya no hay nadie que abogue por nosotros, tal vez sea el tiempo que José nos pague con la misma moneda.

Pero José, no lo hizo, José tuvo otra actitud, José tuvo la disposición de perdonar, José no miraba las circunstancias, la mirada de José estaba puesta en Dios. Él había comprobado esa verdad, cuando llegó a la casa de Potifar, el Señor estaba con él y Potifar lo veía y la casa lo veía y José no se descuidaba del Señor cuando llegó a la cárcel, el carcelero se dio cuenta de que el Señor estaba con José, por eso le dio la administración de la cárcel, cuando va a revelarle el sueño a faraón, José dijo: Yo no lo puedo interpretar, pero Dios lo puede hacer, en todas sus crisis, en toda su agonía, José siempre tenía sus ojos puestos en Dios.

Hermano cuando tenemos nuestros ojos puestos en Dios, entonces podemos realmente perdonar a aquellos que de una u otra manera nos hicieron algún daño. Tú y yo podemos decir, Señor yo ya perdone a aquellos que me hicieron daño, ¿cuál debe ser nuestro segundo paso?, reconcíliate.

Mira lo que dice el apóstol Pablo en Romanos 12:17-18: No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.

Cuando la relación se rompe, esa es la primera respuesta, cuando la relación se rompe, aun cuando sea por causa de otro, lo que debemos hacer nosotros es Perdonarlo. Si hemos sido afectados por culpa de terceros ¿cuál debe ser nuestra actitud? perdonarlos.

No importa las circunstancias la respuesta del creyente debe ser perdonar y después dar el segundo paso, la reconciliación.

 

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