El discípulo restaurado

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EL EVANGELIO EN MARCHA

El discípulo restaurado

Por: Rev. Ricardo Carrillo

 

¿CÓMO ES POSIBLE QUE BAUTICES A GENTILES?

Y Pedro les dice: Hermanos esperen, ellos recibieron como nosotros el Espíritu Santo, ¿quién era yo para negarles que se bauticen? la iglesia de Jerusalén era una iglesia típica de judíos, pero en el norte se fundó la iglesia de Antioquía, que era de una mayoría de gentiles y mandaron a Pablo y a Bernabé y comienzan la obra con Gentiles.

Un día llega Pedro con todo el gozo a ese lugar y se goza con los hermanos gentiles, los hermanos que vienen del paganismo, pero Cristo los ha hecho nuevas criaturas, luego vienen algunos judíos de la iglesia de Jerusalén y nuevamente comienzan los prejuicios.

Pedro dice: Que van a decir los miembros de la iglesia de Jerusalén si me ven acá sentado con los paganos y comienza otra vez con los prejuicios. Entonces mirando este relato bíblico, tenemos que decir “Pedro no está terminado todavía” si, a Pedro le falta ser terminado; Pedro todavía es un aprendiz, está aprendiendo y sigue aprendiendo.

Entonces que pasa en ese momento, él se retrae, ahora no se acerca más, porque han llegado los judíos y prefiere estar con ellos y no considera a los gentiles.

Pablo observa la conducta pública de Pedro y le dice también públicamente: Y lo reprendí en la cara, porque era digno de condenar.

Mira lo que dice Gálatas 2:13-14: Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.14 Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?

Pablo cuando reprende a Pedro, seguro que le dijo, pero Pedro tu eres judío y vives como gentil, hermano por favor que estamos haciendo, reacciona. Pedro todavía no alcanza la meta, hermanos el proceso del discípulo nunca se acaba, es un camino que se empieza, pero nadie recibe el diploma final o puede decir aquí está terminado; seguimos luchando.

ILUSTRACION

Yo recuerdo cuando era jovencito, yo miraba y admiraba y respetaba a todos los pastores y quizás más a los mayores de 50  o 60 años y pensaba en mi corazón, yo quisiera ser como estos pastores, cuando tenga su edad, para no tener tentaciones, he llegado a las justas a esa edad y sigo teniendo tentaciones y pruebas.

Y entonces pienso, será que tengo que mirar a algún pastor de 150 años o 200 años una cosa así, así somos hermanos y seguimos con las tentaciones, pruebas y luchas; Dios no ha terminado conmigo, no ha terminado contigo, somos discípulos todavía, estamos en el ministerio, pero Dios nos sigue enseñando.

A Pedro no le dieron el diploma  final, a mí tampoco no me dieron; a ti tampoco te han dado el diploma final, todavía estamos aprendiendo.

Por eso que Pablo dice en 2 Timoteo 3:16: Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

 

QUIEN DE LOS QUE ESTAN AQUÍ ES PERFECTO

¿Nadie es perfecto? Yo tampoco, entonces que hacemos, ¿me bajo de aquí y me voy a mi casa?; hermanos la palabra perfecto, nosotros la usamos en dos sentidos, cuando hablamos del máximo grado de excelencia, decimos que algo es perfecto.

Pero en la Biblia no es lo mejor, no es la excelencia, pero sirve; si yo estoy predicando hoy en esta iglesia gracias a Dios, no es porque soy lo mejor, no soy la excelencia, pero para algo sirvo, es decir el Señor nos está usando, porque para algo servimos y por esa razón no nos podemos enorgullecer, porque todavía no hemos llegado, porque todavía estamos en la lucha.

NO SOMOS PERFECTOS, PERO PARA DIOS SERVIMOS

  Nadie puede alcanzar la excelencia, todos en el camino caemos, pecamos y le fallamos a Dios, pero con esas fallas el Señor nos usa y nos convertimos en instrumentos del Señor. El Señor nos va moldeando hasta que nos adaptamos a aquello que Dios nos quiere usar.

Dios trabajó con Moisés, él era un hombre muy capaz, no había sido criado como israelita que eran esclavos, sino, en el palacio del faraón y conocía de todo.

Estudiosos creen que Moisés manejaba la trigonometría, porque los egipcios lo enseñaban; es decir Moisés tenía un conocimiento basto de matemáticas, conocía de estrategias y Dios lo llama, pero él tenía el problema de ser un hombre impulsivo, violento en sus reacciones.

Moisés tenía clara sus metas, él decía hay que liberar a este pueblo, pero tenía unos métodos terribles, sanguinarios; entonces Dios lo manda 40 años al desierto y lo mandó a pastorear ovejas.

Hermanos cuarenta años con las ovejas, le habían bajado toda la violencia que tenía; todos los impulsos, se había bajado todo su orgullo; en ese momento Dios le dice a Moisés: ahora ya estás preparado, ya eres perfecto y Moisés le dice: Señor, así como soy, yo no soy perfecto, por favor manda a otro a quien tengas que mandar, yo soy torpe para hablar y Dios le confirma que tiene que ir.

Y Moisés vive los últimos años de su vida gloriosa, sacando al pueblo y viendo las maravillas que Dios podía hacer. Moisés fue un hombre que Dios fue moldeando; no importa que materia prima traigas a la presencia del Señor, él puede moldearlo en sus manos.

Si eres muy rebelde como en el caso de Moisés, tendrás que ir 40 años al frízer, para que te enfríe, pero Dios no desecha, él tiene tres propósitos. Estar con Él (formación de carácter), enviarlos (te da una misión), tener autoridad (Poder); esta es la forma como Dios va trabajando.

Pedro demostró en Pentecostés que él tenía una gran erudición en las escrituras, es asombroso el mensaje que el  dio, cita e interpreta el Antiguo Testamento; cita al profeta Joel, cita a los salmos de David, argumenta sobre la profecía y demostró que la resurrección estaba profetizada y que el Espíritu Santo se había manifestado, fue un sermón increíble el que Pedro presenta.

Pero no fue eso lo que lo hizo a Pedro apto, nosotros podemos saber mucha Biblia, entenderla, pero eso, no define al hombre y la mujer de Dios.

 

LO QUE DEFINE AL DISCIPULO ES SU SABIDURIA

Cualquiera puede adquirir conocimiento; debemos diferenciar entre conocimiento y sabiduría. Conocimiento es lo que sabemos, lo que tengo en la cabeza; Sabiduría es como aplicamos ese conocimiento en la vida diaria. Dios está buscando que apliques lo aprendido en la vida diaria.

Jesús trabajó sobre todos los aspectos de la vida de Pedro; trabajó sobre su carácter, él se movía con sus propios criterios, tenía que cambiar y dejarse llevar por el Señor; Pedro se creía el mejor de los discípulos, tenía que abandonar esa soberbia, él se creía invulnerable, se llevaba por sus criterios humanos, tenía que admitir su debilidad.

Simón siempre gobernaba en su vida, era necesario que Pedro se manifieste en su vida y Pedro se manifestó. El problema era que Pedro estaba actuando como Pedro; pero de vez en cuando, aparecía Simón y cuando pasaba esto, el Señor venía y lo volvía a poner en su lugar.

Es interesante como Pedro es transformado por el Señor, en la última frase que Pedro escribe, luego de haber hablado de los indoctos e inconstantes, el escribe en 2ª Pedro 3:18

Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

Estas son sus últimas palabras en su segunda carta, lo dice un hombre que le costó Sangre, sudor y lágrimas, como decía Winston Churchill. Pero qué quiso decir Pedro en estas últimas palabras, él quiso decir: Aumentar las fuerzas y el vigor, que el Espíritu Santo pone en Nosotros, creced espiritualmente.

Como cuando se es niño, es dependiente, necesita y va madurando, va creciendo, comienza a caminar solo, supera las dificultades, estudia, produce, trabaja, se casa, se reproduce y empieza  desde abajo, pero va creciendo.

Pedro dice esto, creced en la gracia. empecemos desde abajo, pero empecemos a crecer espiritualmente. Como el árbol que primero es una planta pequeña, no apuremos el crecimiento, como los pollos que los hacen crecer, que los inflan, debemos dar tiempo al crecimiento, que se fortalezca y se vigorice con el Espíritu Santo, ese es el crecimiento espiritual.

Pedro un hombre voluble, descarriado, claudicante y termina siendo una columna, un baluarte en la iglesia cristiana. Un día Jesús llamó a los discípulos y volvemos al inicio de esta serie y Jesús les dijo: ¿Dejamos la tierra y nos subimos al barco? y vamos a la otra  orilla y ellos se embarcaron con Jesús. Hubo tormentas y hubo problemas, pero llegaron a la otra orilla, embarcados con Jesús.

 

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