EL EVANGELIO EN MARCHA
Por: Rev. Ricardo Carrillo
LA TAREA Y LA AUTORIDAD
La tarea que tenemos y como se relaciona con esa autoridad dada por Dios. Criar es más que cuidar, criar es más que divertir a nuestros hijos, criar es más que proveer. La tarea que tenemos de padres es mucho más profunda y abarca tres temas. El primero es
CONOCER A TU HIJO: El primer desafío es que tú eres llamado a conocer a tus hijos y para conocerles, tú tienes que involucrarte con ellos, para realmente conocer a tus hijos, tú debes utilizar la Palabra de Dios, es imposible conocer a tu hijo sin la dirección de Dios.
Deuteronomio 6:6-7:6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; (Tenemos que detenernos un momento, el Señor le dice al papá y a la mamá, que estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón, es decir: ¿Cómo podemos enseñarles a nuestros hijos si la palabra de Dios no ha llegado primero a nosotros, a los padres.
¿Por qué tus hijos adultos no creen en el Señor? Quizás porque ellos no ven el poder de las palabra de Dios en sus padres, porque tenemos un doble discurso, porque una cosa es lo que decimos y otra es lo que nosotros hacemos en la vida diaria. Son tremendas demandas para nosotros. Tenemos que conocer a nuestro hijo, pero primero, debemos de comenzar con nosotros) 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Meditemos por un instante en Deuteronomio 6:8: 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos.
LA PALABRA DE DIOS
Es decir era un bombardeo publicitario de la Palabra de Dios, el hijo vivía y en el camino se iba encontrando con la Palabra de Dios. Hermano este método que está en la Biblia y si el Señor los ha puesto allí como ejemplo, es porque sirve, si Dios lo ha puesto en la Biblia es porque funciona y tenemos que tomar la decisión de obedecer o no, lo que Dios estaba diciendo allí era que tu propio cuerpo debe portar el mensaje, en tu casa se debe bombardear a tus hijos con los preceptos de la Palabra de Dios.
Cuando hablamos de conocerles, estamos hablando de que te intereses en ver cuáles son sus inclinaciones, cuáles son sus afectos, cuáles son sus anhelos, pero también; que tu conozcas cuáles son sus temores, a que cosa le tiene miedo, que puedes atreverte a combatir con tus hijos, puede ser que tu hijo tenga miedo a la oscuridad y tu le dices, los hombres no tienen miedo y agregas dos temores, el primero sería la oscuridad y el segundo temor sería el no ser hombre.
Yo tenía un amigo que hace 20 años me preguntó, Ricardo de donde salió mi hijo homosexual, en ese entonces le costó salir de su barrio, de su país, terminó en Paraguay; él trabajaba conmigo y se sintió avergonzado de que su hijo tenga esta conducta, era más por la vergüenza que sentía, habían ofendido su hombría, que renunció a todo, porque no tenía el recurso más importante, el amor de Dios.
Nosotros no tenemos nada en contra de los que se encuentran en esa condición, pero conozco varios casos, que Dios los ha convertido heterosexuales, porque Dios es un Dios de imposibles.
¿CÓMO SON TUS MOMENTOS CON TUS HIJOS?, ¿DE QUE SE HABLA EN LA CASA?, ¿CUALES SON LAS CONVERSACIONES EN LA MESA?
Realmente vivimos un divorcio total en la familia, con la modernidad todos los miembros de la familia viven su propio mundo, nadie interactúa con nadie, si alguien tiene hambre va al refrigerador y come lo que quiere y vuelve a lo que está haciendo, a la computadora, al IPhone, al IPod, ya no existe la reunión familiar, la familia se está desintegrando, ¿será este tu caso?
CONDUCIR A TUS HIJOS. Y la conducción tiene sus requisitos, tiene que ser una condición con amor, porque Dios espera que ames a tu hijo, 5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón: Deuteronomio 6:5-6
Tu hijo tiene que mirar con sus propios ojos, que tu como padre, amas a Dios con todo tu corazón, porque si no sería un doble discurso. Conducirse con humildad y sobre todo bajo autoridad.
El hijo debe estar un convencido, de que el padre también está bajo la autoridad de Dios y el padre en su testimonio seguro que le ha dicho al hijo: Yo tengo que cuidarte, tengo que alimentarte, tengo que disciplinarte, tengo que conocerte, tengo que conducirte, porque Dios, me va a tomar cuentas a mí.
Y si no lo hago, yo pagaré por no hacerlo y el niñito, va a entender eso; tú no puedes decirle a tu hijo: Mira en esta casa mando yo, porque cuando tú dices esto, estás violentando el mandato de Dios, tú tienes que decir: en esta casa manda Jesucristo.
Si escucha esta verdad desde niño, el hijo va a entender. Va a entender que Jesús manda a su padre, no es tan complicado, lo va a entender.
TENEMOS QUE CONDUCIR A NUESTROS HIJOS:
SIN IRA: Que importante es demandar la obediencia o la conducción de tus hijos sin tener como base la ira, quizás porque te molesta cómo se comporta.
Santiago 1:19-20: Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Este es un principio universal, cuando tú estás enojado, cuando tú estás alterado, tú no puedes hacer cosas buenas, La ira del hombre no obra la justicia de Dios. Muy posible que si estás airado, te puedas arrepentir del daño que le puedas hacer a tu hijo golpeándolo, todo porque estás enojado. Cuantos padres descargan sus frustraciones con sus hijos y estos padres creen que así lo están disciplinando, no podemos trasladar nuestro enojo con nuestros hijos. No, eso no es disciplina, eso es castigo, eso es abuso de autoridad.
SIN DELIBERACION Este es un mal de la modernidad los hijos se convierten en deliberantes de los padres, los hijos eligen la comida que quieren comer en el restaurant, eligen la ropa que a ellos les gusta, eligen el lugar de diversión, un poco más y se convierten en los tiranos de la casa y si tu no hablas bien el inglés y ellos sí, mejor ni te digo, esa es la verdad.
Los padres hemos ido retrocediendo y escondiéndonos de este mandato de Dios, de ejercer la autoridad en nuestro hogar y para no ganarnos problemas decimos: ¡ya si quiere eso, que se lo lleve! No importa, ya mañana compramos otro y no nos damos cuenta que estamos deformando y no formando a nuestro hijo.
CORREGIR A TUS HIJOS.
Aquí viene la disciplina, esta es la clave y tiene que anotarlo; el padre no solo tiene que buscar en el hijo un cambio de conducta, que sea aceptable socialmente y marginando su corazón. Si no estamos trabajando el corazón de nuestro hijo, no lo estamos educando, si no trabajamos el corazón de nuestro hijo, no estamos cumpliendo el mandato de Dios.
ILUSTRACION.
Conocí a un hombre que trabajaba mucho y ganaba mucho dinero, tenía dos hijas y las puso en la mejor escuela privada del país, se esforzaba muchísimo para pagar las mensualidades, compró una casa en una zona exclusiva y le dio todo lo mejor a sus hijas, cuando él se hace anciano, las hijas eran las mujeres más finas de la sociedad, muy fino en su trato, eran una chicas modelos, todos tenían que ver con su conducta en la sociedad, eran modelos de vitrina. Este hombre ya está anciano, perfectamente lucido, todavía maneja su empresa.
Vendieron la casa lujosa que tenían y las hijas para quedarse con el dinero, declararon interdicto al padre, significa, que el padre está incapacitado mentalmente para tomar decisiones , todo por dinero, pero eran niñas modelos, si, socialmente aceptables, si, pero con un corazón perverso.
Porque ese padre solo trabajó lo que se veía, la periferia de la personalidad de sus hijas, trabajó solo la cáscara. La parte externa de ellas, la parte socialmente aceptable de ellas, pero no trabajó el corazón de ellas y si tu no trabajas el corazón de tus hijos y solamente estás buscando una aceptación social, solo lo exterior, entonces estás hundiendo a tus hijos.
Proverbios 15:5 dice: El necio menosprecia el consejo de su padre; mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente, 32 El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma, mas el que escucha la corrección tiene entendimiento.
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