EL EVANGELIO EN MARCHA- PERLAS DEL ALMA
Por: Francisco Aular (faular @hotmail.com)
El león ha rugido, así que, ¿quién no tiene miedo? El SEÑOR Soberano ha hablado, así que, ¿quién puede negarse a proclamar su mensaje? Amós 3:8 (NTV)
ELECCIÓN Y RESPONSABILIDAD
Grandes privilegios acarrean grandes responsabilidades. Esto que es cierto en las relaciones humana, lo es en grado superior en nuestras relaciones con el SEÑOR OMNIPOTENTE. Israel disfrutába de un compañerismo muy especial como pueblo de DIOS: “De entre todas las familias de la tierra, sólo con ustedes he tenido una relación tan íntima. Por eso debo castigarlos por todos sus pecado”. (Amós 3:2,NTV).
Sus decisiones irresponsables como pueblo traerían sus consecuencias nefastas. DIOS les advierte una y otra vez, la seriedad de su compromiso y responsabilidad con Él. Utilizó para ello a Sus profetas. En todo caso, Israel pensó que entre sus muchos privilegios también se contaba el alejarse de DIOS y no pagar un precio por ello. Estaban equivocados. Israel no comprendió el propósito de Dios al llamarlo y encomendarle, ser modelo de un pueblo escogido y apartado para Él. Israel no fue escogido por lo que había sido y lo que era; sino por lo que podía llegar a ser. Israel había sido creado por DIOS para llevar a través de él la salvación a otras naciones y pueblos. Como todos lo sabemos, Israel, no pudo.
¿CUÁL ES NUESTRA RESPONSABILIDAD HOY?
¿Cuál es nuestra responsabilidad como cristianos hoy? Nuestra responsabilidad es muy grande. DIOS nos ha escogido para ser Sus hijos, nos dio el don de la fe para creer en Él, así entendimos que DIOS envió a Su único Hijo para comprarnos un lugar en el cielo. Nos dejó Su bendita Palabra para que guiados por ella, lo obedezcamos.
Nos dejó el Espíritu Santo para darnos todo el poder de Su gracia para llevar la Buena Nueva a todas las naciones: “Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes. Y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.” (Hechos 1:8,NTV).
Además de todo esto, nos dio una iglesia local para que allí, “en amor” se nos enseñara la obediencia y aprendiéramos a servir al SEÑOR con nuestros dones y posesiones. Pero ser cristiano nacido de nuevo, es ante todo, estar claros de que somos parte del plan de DIOS para alcanzar a nuestra generación con el mensaje de salvación en CRISTO.
El cristiano nacido de nuevo tiene que
entender primero que todo, qué es un hombre nuevo y por lo tanto, es nueva
criatura y por ello, es poseedor de una nueva naturaleza, una nueva mente, una
nueva capacidad afectiva y una nueva voluntad. En otras palabras, DIOS nos
capacita para realizar un trabajo en la brevedad de nuestras vida humana en
donde podamos impactar con Su evangelio a la generación en donde vivimos. Es
nuestra responsabilidad ser dócil a la voluntad de DIOS y obedecer. “….El
SEÑOR Soberano ha hablado, así que, ¿quién puede negarse a proclamar su
mensaje?”. (Amós 3:8,NTV).
ORACIÓN: Padre Eterno, ¡Gracias por darme el don de la fe para depositar toda
mi confianza por medio de la fe salvadora en la obra de tu HIJO AMADO JESÚS!
Ayúdame a crecer y madurar en la fe que puede mostrar en todo tiempo y en todo
lugar el carácter tuyo por medio del fruto de tu Espíritu Santo. En el nombre
de JESÚS. Amén.
PERLA DE HOY: ¿Cuál es su responsabilidad y compromiso con el SEÑOR? Pídale que le ayude a mostrar gozo en todo lo que haga para el Reino.