Por: Rev. Ricardo Carrillo
CONSIDEREMONOS UNOS A OTROS. V.24-25
“Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Hebreos 10:24-25.
Parte de los maravillosos privilegios que tenemos como hijos de Dios, y que Jesús los ganó por su sangre, es que tú y yo podamos ser parte de su iglesia, que podamos ser parte de su familia, que podamos ser parte de su congregación, que podamos ser parte de su cuerpo.
Parte de la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad, considerémonos unos a otros para estimularnos, no es solamente ser parte de la iglesia, hay algunas cosas, que al ser parte de la iglesia se espera que vivas, no solo es decir soy parte de la iglesia, que bendición, hay cosas que tú y yo podemos hacer siendo parte de la iglesia.
Que Dios quiere y espera de nosotros, ya que somos parte de su cuerpo, lo primero que dice que debemos hacer como miembros de su familia, dice el verso 24: Considerarnos, la palabra considerar habla de observar cuidadosamente.
Muchas veces algunos de nosotros estamos observando cuidadosamente pero no para estimularnos al amor, sino para criticarnos y para juzgarnos, para condenarnos por ciertas cosas.
Muchas veces observamos a nuestros hermanos para ver lo que hacen mal, pero el texto nos dice, que está bien que puedas observar la vida de tus hermanos, observar cuidadosamente su caminar, pero lo que se espera es que puedas ayudarles, bendecirles, edificarlos, que seas un ungüento para consolarlos, para animarlos, para que en ese ánimo, animen a sus hermanos y sean de ejemplo, a vivir una vida de buenas obras.
NO SOMOS SALVOS POR OBRAS
Pero somos salvos para hacer buenas obras; Dios tiene planes, Dios tiene propósitos y muchas veces no puedes distinguir esos planes que Dios tiene para tu vida, hasta que alguien viene y te anime y te estimule y te dice: si has considerado que quizás podrías comenzar a servir de esta manera o podrías a comenzar a honrar a Dios de esta manera. Y tú le responderías, si puede ser, muchas gracias, eso me estimula, eso me anima, eso me bendice.
Pero dónde es el lugar donde vas a ser aconsejado, estimulado, animado correctamente, sino es en la iglesia, en tu congregación. Hermano querido, esto de estimulémonos al amor, exhortémonos, animémonos unos a otros, implica que se van a meter en nuestra vida, ¿te has puesto a pensar en esto?
Esa es la verdad, porque ya no es tu vida, porque tu vida fue comprada por sangre y le pertenece al Señor. 2 Corintio 5 nos dice: Que si uno murió por todos, luego todos murieron, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para aquel quien murió y resucitó.
LA IGLESIA COMO UN PROYECTO COMUNITARIO
Hermano querido, Dios ha diseñado la iglesia como un proyecto comunitario, en donde en esa comunidad, todos somos beneficiados, todos somos afectados, porque somos parte de un cuerpo.
Y nos gozamos contigo, lloramos contigo, es parte de la idea de Dios, por eso es, que es importante cuando alguien te busque, cuando alguien te exhorte; la mayoría de veces tendemos mucho a cerrarnos, cuando alguien muestra un poco de interés por nosotros de repente como que piensas: se están metiendo mis cosas privadas, yo entiendo a las personas que se meten en aspectos de nuestra vida y tú dices disculpa hermano eso es muy mío.
Entiendo a estas personas, que vienen de diferentes iglesias, en donde han sido testigos de excesos en su doctrina.
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Hay hermanos que de la iglesia que vienen, vieron un estilo de gobierno, diferente en donde les decían y les obligaban a vestirse de tal manera y hasta que se tenían que peinar de tal manera y les decían como tenían que caminar, todos peinaditos, sentaditos y vestiditos igualitos porque si no lo hacían así estaban en pecado y desobediencia.
Por eso mi hermano en recomendable buscar una iglesia donde se comparta una sana doctrina y un cuidado sano de las personas, sin ser autoritario, ni tratar de controlar la vida de las personas y es importante estar en una iglesia en donde tienen cuidado de mí, donde me amen.
En donde si hay algo malo en mi vida, pueda abrir mi corazón y decir ok, lo recibo con gratitud. Es preferible una iglesia así, que estar en una congregación en donde nadie me diga nada.
Dios ha diseñado la iglesia, para ser un lugar donde Dios nos cuida a través de los mismos hermanos y podemos ser exhortados, podemos ser estimulados, podemos ser animados unos a otros y ese es un enorme regalo de Dios.
LA EXHORTACIÓN
Hermano, ¿tienes gente a tu alrededor que te exhorte, tienes gente a tu alrededor que te anime, que te estimule, a que seas la persona que Dios quiere que tú seas. Que te haga ser una mejor persona para la gloria de Dios, en el mejor sentido?
Porque no se trata ser las mejores versiones de nosotros mismos, no, no, vamos a ser lo que Dios quiere que seamos y vamos a dar lo mejor de nosotros para su gloria. En Santidad, en consagración, en servicio, pero la pregunta es: ¿hay gente alrededor de ti que te ayuda a darte cuenta de estas cosas?
¿Tú eres un estímulo para otros? cuando te reúnes con los hermanos de la iglesia, ¿cuáles son los temas de conversación? ¿Cuál es el ambiente de esa reunión?, ¿Realmente es de edificación?, ¿después de la reunión sales animado?, ¿Sientes que le haces bien a tus hermanos o ¿es como cualquier otra amistad?
Qué temas tratan, tus amigos te inspiran o tú eres de inspiración o es una reunión donde nadie habla. Considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejando de congregarse como algunos tienen por costumbre.
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Independientemente que te caen bien o no los hermanos de la iglesia, si tienes ganas o no tienes ganas de ir. Si crees que necesitas o no necesitas ir. La Palabra no dice, si no tienes nada que hacer ve a la iglesia.
¿Está mal, si un domingo no vienes a la iglesia? Pues, pierdes tu salvación por supuesto. Nooo. De allí no pasas, es que este domingo me enfermé, si el siguiente domingo tuve un compromiso familiar y el siguiente no dormí bien y el siguiente ya tenía un compromiso con mi familia y el siguiente domingo como simplemente me desperté y dije no, me miré al espejo y dije ¡No! No voy, y pasaron las semanas, los meses los años y el domingo que estabas dispuesto para ir, jugaba tu equipo de fútbol y decides no ir, pues ya será el otro domingo.
Esta porción de la palabra de Dios, no nos da una sugerencia, esto es establecido por Dios y no puede obedecer a lo que yo quiero, sino a lo que Dios quiere.
Dios quiere tratar con nosotros, es la idea de Dios; este tema muchas veces es un poco escabroso, sobre todo, por el abuso a lo largo del tiempo que ha existido en las iglesias a cerca del control, de que en algunas iglesias casi se pasa lista y el culto en lugar de durar una hora y treinta, dura 4 horas porque pasan lista.
Es difícil pero también es escabroso, porque a nuestro corazón rebelde no le gusta que otros puedan decirle lo que tienen que hacer, es decir no les gusta someterse a otros. Aquí lo que vale es mi relación con Dios y punto.
Hermano querido, no es fácil para la carne querer obedecer la idea de congregarnos y la iglesia es linda, pero no tan linda de cierta manera, porque está compuesta de puro pecador, somos gente con hábitos feos, con debilidades.
Desde que llegas a la iglesia, ves al pastor y dices, que lugar tan raro, ¿Dónde me vine a meter, que es esto?, pero cuando conoces al pastor y compartes con él dices, no hombre, quizás pienses, esto no puede ser idea de Dios.
Yo no voy a la iglesia, porque está llena de hipócritas, yo te digo: TODAVIA HAY LUGAR PARA UNO MAS, VEN. La iglesia está llena de gente así, no somos los más capaces, ni los más buenos, porque lo vil y lo menospreciado escogió Dios, para avergonzar a los sabios.
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