A medida que los casos de coronavirus en Estados Unidos superan los 2,1 millones, con más de 116.000 muertes reportadas, la Administración de Alimentos y Medicamentos ha retirado su autorización al uso de emergencia de los medicamentos antipalúdicos hidroxicloroquina y cloroquina, aclarando que “ya no es razonable creer que pueden ser eficaces en el tratamiento contra la COVID-19”. El presidente Donald Trump ha promocionado repetidamente estos medicamentos, incluso cuando varios estudios han demostrado que no solo son ineficaces contra la COVID-19, sino que podrían provocar ataques cardíacos o incluso la muerte. Cuando se le preguntó el lunes sobre estas últimas noticias, Trump continuó defendiendo los medicamentos.
El presidente Donald Trump dijo: “A personas gravemente enfermas, que parecía que no iban a poder superar la enfermedad, les dimos un poco de hidroxicloroquina y luego no se recuperaron, entonces la gente dice: ‘Tal vez el presidente estaba equivocado’. Todo lo que sé es que hemos recibido unos informes tremendos”.
El presidente Trump también culpó al aumento en la cantidad de pruebas de diagnóstico realizadas por el alto número de casos de coronavirus en el país. “Si no haces pruebas, no tienes ningún caso”, les dijo a los periodistas. El vicepresidente Mike Pence se hizo eco de esta idea en una llamada a los gobernadores el lunes, en la que los animó a adoptar el mismo mensaje de que realizar más pruebas está llevando a un aumento de los números, en lugar de que la propagación en la comunidad se produce por la flexibilización de las restricciones. Pero los datos sugieren que los picos recientes de casos son mucho mayores de lo que se reflejaría simplemente por un mayor número de pruebas de diagnóstico.
Los casos continúan aumentando en el estado de Arizona, donde se reportaron más de 4.400 casos nuevos durante el fin de semana. El brote de Arizona comenzó a surgir a principios de junio, dos semanas después de que se levantara la orden de quedarse en casa. La tasa de contagios per cápita de Arizona es ahora más de tres veces mayor que la del estado de Nueva York.
El estado de Florida, que también está sufriendo un aumento en los casos, informó el viernes que 3.400 menores dieron positivo por coronavirus; diez de ellos tienen una enfermedad inflamatoria grave, que los funcionarios de salud han descrito como similar a la enfermedad de Kawasaki o síndrome de shock tóxico. (Democracy now)