El expresidente y prófugo de la justicia, el efemelenista Mauricio Funes, llamó “estúpidos” a los salvadoreños que residen en Estados Unidos, por mostrar su total apoyo al gobierno del presidente Nayib Bukele, y por criticar a la exdiplomática Mari Carmen Aponte y a Javier Simán.
Funes, fiel a su estilo maleducado y grosero, se atrevió a decir que la diáspora “no era más estúpida porque Dios puso límites a la estupidez”, ante las críticas vertidas por los compatriotas a la exembajadora norteamericana Aponte, quien amenazó -sin ser funcionaria de Biden- que habría sanciones para el país por los cambios impulsados por la Asamblea Legislativa.
Los compatriotas consideran que Aponte sigue al agenda de Simán.
Aponte no solo fue muy cercana a los gobiernos del Fmln, sino que además, jamás pronunció una condena o amenazó con sanciones ante las políticas públicas de Funes y Sánchez Cerén, como la tregua de grupos criminales que dejó miles de salvadoreños trabajadores asesinados. Tampoco la exdiplomática hizo nada por los sendos casos de corrupción de Funes, del segundo gobierno del Fmln y de Arena.
Casualmente, el asilado Funes sale en defensa de Aponte y de Simán, siguiendo el mismo guión de la diputada del Fmln, Anabel Belloso (partido que siempre se declaró antiimperialista y quemaron la bandera de Estados Unidos); del nieto de Billy Sol Bang (condenado por la corrupción Cel-Enal), Johnny Wright Sol; Javier Simán, presidente de la Anep, quien según los medios de comunicación, financia a Funes para que ataque al Gobierno que cuenta con el apoyo de más del 90 % de la población.