Por Ronna McDaniel, Presidenta del Comité Nacional Republicano (RNC)
Los virginianos están a una semana de elegir un nuevogobernador, y la alternativa no podría ser más contrastante. Los votantes quieren que su voz se escuche en lo que tiene que ver con la educación y las escuelas de sus hijos. Están hambrientos de alivio económico, impuestos más bajos, precios asequibles y trabajos bien pagados. Están cansados de sentirse inseguros en sus vecindarios. Solo hay un candidato que ofrece una alternativa frente a cuatro años más del estatus quo: el Republicano Glenn Youngkin.
El impulso está del lado de Youngkin, a medida que se acerca el Día de las Elecciones. Las encuestas muestran que la contienda está reñida, los expertos la han considerado un “cara o cruz” y los Demócratas están asustados. Una manifestación reciente de Youngkin atrajo a una multitud desbordada, con cientos más afuera. Claramente, los virginianos están listos para un cambio real en Richmond.
Un vistazo rápido al historial del Demócrata Terry McAuliffe nos muestra por qué.
La educación se ha disparado a la cima de la lista de temas que preocupan a las familias de Virginia. Pero McAuliffe tiene un historial de poner a los estudiantes en último lugar. Durante su mandato como gobernador, las escuelas de Virginia redujeron sus estándares de acreditación académica.
McAuliffe vetó un proyecto de ley de elección escolar, aprobado por la Asamblea General de Virginia, que impedía que los estudiantes pudieran transferirse fuera de las escuelas de bajo rendimiento. Aún más repugnante, vetó un proyecto de ley que habría requerido que las escuelas advirtieran a los padres sobre libros con contenido sexualmente explícito.
Ésa es una de las razones por las que tantos padres están enfurecidos. Una madre preocupada de Virginia expuso recientemente que varias bibliotecas escolares del condado de Fairfax, Virginia, incluían libros que describían la pedofilia y traían contenido sexual explícito, y no se molestaron en alertar a los padres.
El Proyecto de Ley 257 de la Cámara de Representantes, que los Demócratas de Virginia aprobaron el año pasado, eliminó los requisitos para que los funcionarios escolares reporten delitos graves a la policía, tales como agresión sexual, acoso y amenazas contra maestros y personal.
Sabemos lo que sucede cuando las escuelas no están obligadas a denunciar las agresiones; basta mirar el encubrimiento que se expone actualmente en el condado de Loudoun. Y la incorporación de la Teoría Crítica de la Raza en los planes de estudio escolares en todo el estado, ha impulsado a los padres a hablar en las reuniones de la junta escolar.
Sin embargo, McAuliffe tiene la audacia de decir que “no cree que los padres deban decirles a las escuelas lo que deben enseñar”. Calificó a los padres alarmados por el veneno de la CRT como teóricos de la conspiración y los acusó de ser “racistas”.
Según McAuliffe, los burócratas del gobierno saben cómo criar a nuestros hijos mejor que nosotros. Como madre que soy, estoy asombrada por su arrogancia y sentido de derecho sobre los hijos de otras personas. Es un insulto para las familias de la Mancomunidad.
Y a McAuliffe tampoco le va bien en cuestiones de seguridad pública. Bajo su administración, los delitos violentos aumentaron en un 10%. En un momento, la tasa de homicidios subió un asombroso 43%. Y aunque McAuliffe afirma apoyar a las autoridades a cargo de la aplicación de la ley, aceptó con orgullo el respaldo de NARAL, un grupo que ha pedido el desfinanciamiento de la policía, y New Virginia Majority, otro grupo de izquierda radical que apoya la desfinanciación de la policía y la abolición de las cárceles. A medida que los homicidios en Virginia alcanzan los niveles más altos observados en más de dos décadas, los residentes necesitan un liderazgo que sea duro con el crimen, y no “políticamente correcto.”
Como si esto no fuera suficiente, las familias de Virginia están luchando para que el dinero que ganan les alcance, en medio de una economía lenta. Mientras que los estados Republicanos están creando puestos de trabajo y haciendo que los estadounidenses vuelvan a trabajar, Virginia ocupa el puesto 41 a nivel nacional, en la recuperación de puestos de trabajo perdidos debido a la pandemia de COVID-19.
La inflación sigue en aumento, los impuestos son cada vez más onerosos y los habitantes de Virginia están huyendo de la mancomunidad en busca de mejores oportunidades económicas. Aun así, McAuliffe elogió el trabajo del Gobernador Ralph Northam por la economía de Virginia, y anunció un plan de políticas que le costaría a la familia promedio $5,400 adicionales y potencialmente representaría el mayor aumento de impuestos en la historia de Virginia.
Viniendo de afuera del ejercicio político, Youngkin ofrece una visión diferente. Se ha comprometido a restaurar la excelencia en el sistema educativo de Virginia y a capacitar a los padres para que tengan voz en cuanto a los estudios académicos de sus hijos. Traería los instintos de un hombre de negocios a Richmond con políticas como eliminar el impuesto a los comestibles en Virginia y suspender el reciente aumento del impuesto a la gasolina.
Ha prometido que agregará 400.000 puestos de trabajo, reabriendo la mancomunidad y recortando las regulaciones en un 25%. Él está comprometido a hacer de la seguridad pública una prioridad, financiando completamente nuestros departamentos de policía, manteniendo a los criminales violentos fuera de nuestras calles y arreglando nuestro quebrantado sistema de salud mental.
Glenn Youngkin cree que vale la pena luchar por Virginia y tiene el plan de trabajo con las políticas para demostrarlo. Esta es la razón por la que los virginianos de todos los orígenes están apoyando a Youngkin y votando por los Republicanos de arriba a abajo en la boleta. Hay demasiado en juego en la Mancomunidad y en nuestro país.
Con nuestros mejores saludos y agradecimientos, a la espera de sus comentarios.