Ignacio López López, conocido artísticamente como Ignacio López Tarso, quien por más de 70 años deleitó al público con obras de teatro, en películas de cine y en programas de televisión, este sábado murió en un hospital de México a causa de una neumonía y por un problema gastrointestinal.
López Tarso de inmortalizó al encarnar al indio Macario que hace un pacto con la muerte, que le da un poder de salvar a personas que estaban postradas por alguna enfermedad. El primero en salvar de la muerte fue a su hijo que cayó a un pozo y fue declarado muerto por la comunidad. La película salió a luz en 1960.
Fue la familia del actor que dio a conocer la información sobre su muerte: “Con una enorme tristeza les informamos que hoy por la tarde falleció nuestro querido esposo, papá, abuelo, bisabuelo y primer actor, Ignacio López Tarso”, escribió la familia del actor de 98 años en su página de Facebook.
“Somos una familia afortunada por haber recibido de él y durante todos estos años, sus consejos, abrazos, sonrisas, apoyo, confianza, soporte y que nos haya dejado hoy, este enorme legado. Murió en paz y contento”, añadieron y no dieron a conocer las causas de su deceso.
La Asociación Nacional de Intérpretes de México destacó a López Tarso, quien fue presidente de la asociación, como un “actor con una amplísima carrera en teatro, cine, televisión”.
La Secretaría de Cultura de México lamentó el fallecimiento de “uno de los más grandes actores de México”, que nació el 15 de enero de 1925 en ciudad de México, era hijo de Ignacia López Herrera y Alfonso López Bermúdez. Le sobrevive su esposa Clara Aranda, sus hijos: Susana, Juan Ignacio y Gabriela.
López Tarso se caracterizó por una versátil carrera en que se desenvolvió con historias de revolucionarios mexicanos o en melodramas. Siempre puso un toque grandilocuente a los personales. Era declamador de corridos mexicanos.
Trabajó con las actrices Silvia Pinal, María Félix y Dolores del Río, y con los directores Alejandro Jodorowsky, Pedro Armendáriz y Emilio Fernández.