Científicos responsabiliza los ensayos de armas nucleares de los Estados Unidos, con la radiación que hay en las aguas del disputado mar de la China Meridional. Todo proviene de las pruebas que se realizaron en las décadas de 1940 y 1950 en los campos de pruebas del Pacífico, en las islas Marshall.
La información fue dada a conocer por la revista Environmental Chemistry, al que tuvo acceso South China Morning Post y que puso en alerta al mundo entero sobre lo que esta ocurriendo en dicho lugar.
El profesor Peng Anguo de la Universidad del Sur de China, se da cuenta de que los contaminantes radiactivos de las pruebas realizadas en los campos de pruebas del Pacífico y que fueron transportados por las corrientes oceánicas a más de 5.000 kilómetros, extendiéndose por todo el mar de la China Meridional.
Se dijo que el equipo de Peng rastreó los contaminantes radiactivos hasta su origen mediante el análisis de la proporción de dos isótopos de plutonio en muestras de sedimentos para identificar con precisión de dónde procedían.
Los sedimentos se recolectaron del lecho marino de las disputadas islas Spratly y su análisis reveló que la radiación emitida de los campos de pruebas del Pacífico aportaba entre el 7,15% y el 15,89 % del plutonio encontrado, lo que representa las muestras de las islas Spratly llenaría un vacío en la comprensión científica de la distribución de la radiación contaminante en la región.
La historia registra que los Estados Unidos realizaron 67 pruebas nucleares en esa zona del Pacífico y en el área de las Islas Marshall entre 1946 y 1958. Eso arroja 210 megatones de TNT, lo que equivaldría a más de dos bombas del tamaño de la lanzada en Hiroshima cada dos días.
Esos ensayos que incluyeron detonaciones atmosféricas y submarinas liberaron grandes cantidades de plutonio, cesio, estroncio y otros materiales radiactivos que fueron transportados por los vientos y las corrientes marinas a otras partes de la región del Pacífico.
Un ambientalista marino que tiene su sede en Pekín, siendo citado por el medio, sugirió que China podría unirse a las Islas Marshall y otros países afectados para responsabilizar a Estados Unidos por el daño ambiental ocasionado por las pruebas nucleares. “Hay dudas sobre la legalidad y la ética de las pruebas. Esto puede dar a los países afectados una base para buscar compensación”, puntualizó.