En Estados Unidos, el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU, por sus siglas en inglés), se está uniendo a la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO, por sus siglas en inglés) sumando aproximadamente dos millones de miembros a la organización sindical de 13 millones de afiliados, que incluye a trabajadores de más de otros 50 sindicatos.
La medida vuelve a unir a las dos poderosas organizaciones sindicales dos décadas después de que estas se separaran y al tiempo que se espera que el Gobierno entrante de Trump lance nuevos ataques contra los derechos de los trabajadores. (Fuente: Democracy Now)