El presidente Donald J. Trump firmó una Orden Ejecutiva que devuelve el poder sobre la educación a las familias, en lugar de a las burocracias.
La Orden Ejecutiva ordena al Secretario de Educación tomar todas las medidas necesarias para facilitar el cierre del Departamento de Educación y devolver la autoridad educativa a los estados, a la vez que continúa garantizando la prestación efectiva e ininterrumpida de los servicios, programas y beneficios de los que dependen los estadounidenses.
La Orden también establece que los programas o actividades que reciban los fondos restantes del Departamento de Educación no promoverán la DEI ni la ideología de género.
DESMANTELAMIENTO DE LA BUROCRACIA Y EMPODERAMIENTO DE LAS FAMILIAS:
El control de la educación por parte del gobierno federal ha fallado a estudiantes, padres y docentes.
Desde su creación relativamente reciente en 1979, el Departamento de Educación, que no educa directamente a los estudiantes, ha gastado más de 3 billones de dólares sin mejorar el rendimiento estudiantil, medido por las puntuaciones estandarizadas de la Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP).
Los contribuyentes federales gastaron alrededor de 200 mil millones de dólares en fondos adicionales para la educación durante la COVID-19, lo que, dada la sustancial pérdida de aprendizaje resultante, ejemplifica la ineficacia del modelo actual impulsado por el gobierno federal.
Los resultados en matemáticas y lectura han bajado en las escuelas públicas, a pesar de que el gasto per cápita ha aumentado más del 245 % desde la década de 1970, lo que indica que un mayor gasto no significa una mejor educación.
RESULTADOS EN MATEMÁTICAS
Los resultados en lectura de los estudiantes de 13 años son los más bajos desde que comenzaron las pruebas hace más de 30 años. Los estudiantes con bajo rendimiento se están quedando aún más atrás. En 2023, 13 escuelas secundarias de Baltimore, Maryland, no tenían estudiantes que se evaluaran como competentes en matemáticas. El Departamento de Educación sobrecarga a las escuelas con regulaciones y papeleo.
Sus cartas de “Estimado Colega” han obligado a las escuelas a redirigir recursos hacia el cumplimiento de iniciativas ideológicas, lo que desvía el tiempo y la atención del personal de la función principal de las escuelas, la enseñanza.
El Departamento de Educación de Biden añadió normas que impusieron casi 3.900 millones de dólares en costos y 4.239.530 horas de papeleo.
Los contribuyentes ya no tendrán que cargar con decenas de miles de millones de dólares desperdiciados en experimentos sociales progresistas y programas obsoletos.
Bajo la administración de Biden, el Departamento de Educación malgastó más de 1.000 millones de dólares en subvenciones destinadas a afianzar ideologías radicales en la educación.
El Departamento de Educación de Biden reescribió las normas del Título IX para ampliar la definición de discriminación “sexual” e incluir la “identidad de género”.
La administración Trump canceló recientemente 226 millones de dólares en subvenciones del Programa de Centros Integrales que impusieron agendas radicales en los estados y sistemas, incluyendo la discriminación racial y la ideología de identidad de género.
CUMPLIMIENTO DE PROMESAS A PADRES Y ESTUDIANTES: El presidente Trump ha delineado una visión audaz para las escuelas estadounidenses y el regreso de la educación a los estados.
Durante su campaña, el presidente Trump declaró: “Cerraré el Departamento de Educación y devolveré la educación a los estados, donde corresponde”.
Al hablar sobre los derechos de los padres en la educación, el presidente Trump mencionó una profunda reestructuración de las escuelas: “Quiero que todos los padres en Estados Unidos tengan la capacidad de enviar a sus hijos a la escuela pública, privada, concertada o religiosa de su elección. Ha llegado el momento de la elección universal de escuela. Al devolver la educación a los estados, utilizaré todas mis facultades para otorgarles a los padres este derecho”.
Desde su regreso al cargo, el presidente Trump ya firmó una Orden Ejecutiva para ampliar la libertad y las oportunidades educativas para las familias, reconociendo que nuestro sistema educativo asignado por el gobierno ha fallado a millones de padres, estudiantes y docentes.
