EL EVANGELIO EN MARCHA
PERLAS DEL ALMA
¡El cielo no es el límite!
Por: Francisco Aular (faular@hotmail.com)
Él decidió darles a conocer este plan tan grande y maravilloso para todas las naciones, y que es el siguiente: Dios envió a Cristo para que habite en ustedes y les dé la seguridad de que van a compartir el poder y la gloria de Dios. Nosotros anunciamos a Cristo, y con toda sabiduría aconsejamos y enseñamos a todos, para que lleguen a ser perfectos como Cristo. Colosenses 1:27,28 (La Biblia en lenguaje actual)
La vida humana es un drama, una tragedia y un gozo, y al contrario de lo que muchos piensan, Dios no ha cometido ningún error en permitir que existiéramos rodeados de problemas y circunstancias que se escapan de nuestras manos. Dios, que ha permitido que en toda la historia del ser humano se levanten santos y otros benefactores de la humanidad, también permite que se levanten ciertos tiranos y malhechores que emergen como azotes en sus respectivas generaciones. En todo caso, cosas que hoy no entendemos -porque nuestro paso por este mundo como seres humanos es muy breve-, existen, porque Dios las ha permitido.
El rey Salomón escribió hace unos tres mil años lo siguiente: “Sé además que todo lo que Dios ha hecho permanece para siempre; que no hay nada que añadirle ni quitarle; y que Dios lo hizo así para que se le tema” (Eclesiastés 3:14 NVI). Podemos sentirnos seguros y confiados como cristianos nacidos de nuevo o como seres humanos que podemos admirar la obra de Dios, sabemos que el Creador del Universo jamás comete ninguna clase de error. Conscientes de esta verdad, nunca hemos de culpar a Dios por las miserias de nuestra vida cuando le hemos desobedecido. Sin duda, Él tiene un propósito supremo que va más allá de nuestro limitado entendimiento humano. Ante una perspectiva así, un temor reverente ante la inmutabilidad y santidad divinas surge de nuestro corazón.
¿Cuál es el límite del ser humano nacido de nuevo? La Biblia nos dice que hemos sido creados para ser como Cristo. Ser como JESÚS es el desafío para nosotros, a quienes Él ha llamado a pertenecerles. No debemos conformarnos nada más con ser salvos de la ira venidera, sino que debemos esforzarnos en su gracia para ser como Él es: “Perfectos como Cristo”; nuestro límite de crecimiento no es el cielo, sino ser como nuestro Creador, ¡JESÚS es el límite para nuestro crecimiento como seres humanos!
En efecto, en la Biblia se nos exhorta a crecer en Cristo; a ser transformados por el impacto de la verdad y la realidad de nuestra fe y confianza en Él, a pesar de los problemas a los cuales estamos sometidos como cristianos en medio de un mundo imperfecto, pero el cristiano vive con sus ojos puestos en JESÚS, y a pesar de las circunstancias tiene la paz de Dios: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:31; RV60). Admita en su crecimiento hacia la madurez cristiana que Dios tiene un propósito para usted detrás de cada problema que se le presente, creo que como Santa Teresa de Jesús deberíamos decir: Nada te turbe, nada te espante todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta sólo Dios basta.
Oración: Padre eterno, te alabo por enviar a tu Hijo amado para que por la fe viva en nosotros, nos lleve de triunfo en triunfo y de victoria en victoria. Pueda ser que ante los ojos del mundo yo no sea alguien, pero delante de tus ojos soy tu hijo, y mi límite para crecer y madurar en mi fe es Él. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy: Tu modelo para la vida cristiana no debería ser tu líder espiritual sino JESÚS.