Se necesita la revelación de Dios para entender la Biblia

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EL EVANGELIO EN MARCHA

Se necesita la revelación de Dios para entender la Biblia

Por: Boris López, Pastor Tabernáculo Bíblico Bautista, Manassas, Virginia (borislopez986@yahoo.com)

 

  En el evangelio de San Lucas, en el capítulo 24:13-35, se nos narra a dos de los discípulos que caminan hacia Emaús, cuando son alcanzados por nuestro Señor Jesucristo. En la narración, los dos discípulos expresan con tristeza los diferentes eventos que habían sucedido en los últimos tres días, en los cuales Jesús llamado el Cristo, había sido crucificado, y que ellos esperaban que fuese el tan esperado Mesías que habría de restaurar a Israel. En la conversación Jesús les cita las palabras de los profetas de que era necesario que las cosas sucedieran de esa forma, veamos:

Entonces él les dijo: !Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!  ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?  Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. Llegaron a la aldea a donde iban, y él hizo como que iba más lejos.  Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.  Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?  (Lucas 24:25-32)

La enseñanza de esta hora, es el fenómeno que experimentan los discípulos, “les fueron abiertos los ojos”, la figura del lenguaje, es más bien que “les fue abierto el entendimiento”, lo que nos demuestra, que aunque Cristo les había explicado las escrituras con respecto al cumplimiento de las profecías no habían entendido, sino entendieron hasta que recibieron la revelación de parte de Dios, cuando les fue abierto el entendimiento.

La Biblia la palabra de Dios, no es de interpretación privada, como nos dice 2ª Pedro 1:20:  “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;  entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada”; por eso cualquiera puede interpretarla como quiera, solamente que esto conlleva a un grave peligro y riesgo, que al tratar de entender las escrituras, se caiga en errores intentando darle un significado humano, bajo argumentos filosóficos y de allí surge el problema que hoy en día existan diferentes sectas que a pesar de que aparentemente son diestros manejando textos y capítulos y libros de la Biblia, estén en completa oscuridad de las tinieblas con respecto a una verdadera interpretación de la palabra.

La respuesta es que la palabra de Dios, no puede estar separada de la experiencia Pentecostal, no podemos recibir una verdadera enseñanza si no somos guiados por el Espíritu Santo, quién es el Espíritu de Verdad (Juan 16:13), y el que nos da el discernimiento de una forma sobrenatural. En la escritura tenemos diferentes experiencias de Revelación de parte de Dios y para dejar claro el punto quiero mencionar el momento cuando Jesús les pregunta a los discípulos acerca de que quién dice la gente que es él. Le contestan que la gente dice que Elías, que otros dicen que Juan el Bautista, que alguno de los profetas, pero Jesús se vuelve a ellos y les pregunta – y ustedes quien creen que soy, la respuesta es la que quiero transmitirles hoy, leamos:

  “Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.  El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?  Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. (Mateo 16:14-17)

En este pasaje vemos claramente, que el entendimiento humano es anulado y hay un sentir que viene de Dios, por eso las palabras de Jesús hacia Pedro, que la revelación no había nacido de un entendimiento humano, de un análisis humano, de una filosofía humana, sino que directamente había recibido la revelación de parte de Dios.

Estimado lector, si usted quiere entender la palabra de Dios y tener un entendimiento correcto de lo que Dios quiere revelarle, no tiene más que invitar a Jesucristo a su corazón para que reciba el Espíritu Santo y de esa forma pueda encontrar el camino seguro al entendimiento de la persona de  Dios. Ore así: – Señor Jesús, te abro mi corazón y te recibo como Señor y Salvador de mi alma, perdona mis pecados, te doy gracias por morir por mí en la cruz y por darme vida eterna, Amén.

*El pastor Boris López, es graduado del seminario de la Misión Bautista Internacional de El Salvador.

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