WOODBRIDGE, VIRGINIA
El asesinato de la salvadoreña Glenda Marisol Coca Romero, de 21 años, mientras laboraba en una tienda de Woodbridge, Virginia, el pasado viernes 22 de febrero, ha conmovido a la comunidad latina del área, quien en un alto porcentaje huye de la situación de violencia de sus países de origen y no se imaginan encontrar la muerte en manos de delincuentes en Estados Unidos.
“Esto es lamentable y reprochable, espero que capturen a estos asesinos y los castiguen con todo el peso de la ley” dijo Marisol Martínez, también salvadoreña residente en Woodbridge.
Entre otras reacciones también el hondureño Pedro Aguilar condena el hecho y dice “Se imagina lo que cuesta venir a este país, los sueños y esperanzas de nuestras familias y que venga un criminal a quitarnos la vida; debe perseguirse y capturarse a estos criminales: sostuvo.
Glenda Marisol, fue asesinada pocos minutos antes de que se cerrara el negocio Platanillos Grocery, por tres sujetos enmascarados que llegaron y le dispararon; también hay otra empleada del negocio con heridas graves que fue hospitalizada.
Se ha dicho que el caso ha tomado prioridad en las investigaciones que realiza la policía del Condado y que ya existen pistas que lleven a dar con los criminales.
Traslado a El Salvador
Los restos de Glenda Marisol, serán trasladados este sábado 1 de marzo a su tierra natal, Yayantique, La Unión, El Salvador y se tiene previsto su entierro para el 3 de marzo en el Cementerio General de San Miguel.
La empresa Alma Cuscatleca, que se ha establecido en Woodbridge, se ha solidarizado y ha facilitado todo el servicio de envío del cadáver y entierro en El Salvador. “Es la añoranza de la mayoría de salvadoreños que residen en el exterior regresar a ser enterrados en El Salvador. Este es un deseo que pocos han podido cumplir, ya que hay que realizar 53 pasos logísticos con más de 10 organizaciones y a un costo que puede rondar los 10 mil dólares” dijo Javier Torres.