EL EVANGELIO EN MARCHA
El hijo de un pastor evangélico, Vern L. Bengtson, de 72 años de edad, profesor de la Universidad del Sur de California (USC), ha investigado a 350 familias desde el año 1969 hasta el 2008, a quienes siguió regularmente para determinar en qué medida se trasmite la religión de generación en generación, según publica NY Times.
Sus conclusiones de este estudio están en el libro “Families and Faith: How Religion Is Passed Down Across Generations” (Familias y fe: Cómo la religión se transmite de generación en generación). Escrito junto a dos colegas, el profesor Bengtson, sostiene que las familias hacen bien en transmitir la fe religiosa a sus hijos. Más interesante es que presenta sus conclusiones sobre por qué algunas personas mantienen la fe, mientras que otros la abandonan en la edad adulta.
Entre sus conclusiones Bengtson apunta a un patrón. “El mantenimiento de las convicciones religiosas de los padres a los hijos, no ha disminuido mucho en 35 años”. Los índices de “lealtad” a una denominación son bajos. Sin embargo, las generaciones más jóvenes son propensas a mantener las creencias fundamentales como el literalismo bíblico y la importancia de la asistencia a la iglesia.
Los padres no sólo quieren transmitir a los hijos una lista de creencias, explica. “La motivación es querer que sus hijos alcancen la paz, la alegría, la esperanza y la inspiración que un día ellos mismos encontraron”.
En cuanto a por qué algunos niños siguen a los padres, espiritualmente hablando, la investigación de Bengtson confirma, con base científica algunas ideas ampliamente conocidas. Por ejemplo, los padres son el modelo de religiosidad: si hablas de la iglesia, pero nunca vas, los niños perciben la hipocresía. Los matrimonios “mixtos” no ayudan. Si no te casas con alguien de la misma fe, difícilmente sus hijos compartirán su religión.
La conclusión principal del profesor es que los vínculos familiares son cruciales. La “conexión emocional” está directamente relacionado a “la transmisión de las ideas religiosas”, escribe. Según su análisis, hay un aspecto “realmente interesante”.
En general, “un padre que dice que tiene fe, incluso como uno de los pilares de la iglesia, si no demuestra su fe en casa, es casi seguro que no verá sus hijos siguiendo su fe”. El profesor Bengtson también descubrió en su investigación que los abuelos tienen una fuerte influencia sobre el desarrollo religioso de los hijos, y que pueden llenar los vacíos dejados por sus padres. (Fuente: AcontecerCristiano.Net)