EL EVANGELIO EN MARCHA
¿Alguna vez te has escuchado orando?, si lo has hecho te darías cuenta que la mayoría de palabras que usas son para PEDIR.
Oraciones como: “Señor te pido que…”, “Dios mío por favor has…”, “Padre ayúdame a….”, “Señor dame…”, “Dios mío cumple…”, etc. Casi siempre no hay frase que no vaya con la intención de pedir algo en específico y muy pocas veces oramos solo para agradecer a Dios lo que ya nos ha dado.
La mayoría de nosotros siempre esperamos que Dios nos de y nos siga dando, pero pocas veces estamos dispuestos a dar nosotros a Él. Este día quiero invitarte a no pedir absolutamente nada, aun cuando tengas una enorme necesidad de pedirte o que cumpla algo en especifico. ¡Hoy no!, no pidas, solo agradece, dile al Señor:
Dios mío te doy gracias por mi familia… Señor te agradezco por la vida que me regalas…Padre gracias por el privilegio que me das de servirte… Dios Santo, te agradezco por cada persona que me permites conocer… Te doy gracias Señor por tu provisión porque hasta aquí nada me falto, siempre me diste lo NECESARIO.
Te agradezco Padre porque me das salud y también le das salud a mi familia… Te doy gracias por las veces que me ayudaste y respondiste aunque en algunas ocasiones dudé que lo hicieras… Te agradezco Señor por aquellos momentos de dificultad los cuales me enseñaron a confiar más en ti y a crecer espiritualmente… Dios mío te doy gracias por cada experiencia vivida, ya que de ellas pude aprender algo bueno… Te doy gracias por cada persona que ha leído alguna línea de las que me permitiste escribir… Te doy gracias por tu amor, tu fidelidad, tu misericordia hacia mi vida, por tu gracias derramada en mi, por todo lo que haces sin yo merecerlo y por lo que me das aunque no haga mérito alguno para obtenerlo… Te agradezco Señor por la vida de cada una de las personas que hoy están leyendo este devocional…