EL EVANGELIO EN MARCHA
Sembrando Futuro
MATRIMONIO: ENTREGA INCONDICIONAL
Por: Pastor Juan Arispe
Efesios 5: 33 “Por eso les repito: cada hombre debe amar a su esposa como a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido”.
Continuamos con la serie MATRIMONIO, esperando que sea de ayuda a cada uno de los lectores de estas páginas. La escritura de hoy habla de respeto y amor entre ambos cónyuges y eso se va a desarrollar con el continuo vivir en pareja, además de la práctica de algunos principios que seguiremos explicando y hoy voy a comenzar por:
1-VERDAD.- Este es un elemento muy importante a ser tomado en cuenta en todo matrimonio. Cuando leemos la palabra en Génesis capitulo 2 verso 25 dice “Ahora bien, el hombre y su esposa estaban desnudos, pero no sentían vergüenza.”. Acá se está hablando de desnudez, esta desnudez no solamente es física, es en todos los sentidos.
Cuando en un matrimonio, no tenemos nada que ocultar, nos mostramos desnudos mental y espiritualmente. La desnudez refleja transparencia, todo al descubierto y eso es lo que el Señor quiere que haya en toda relación matrimonial. Un matrimonio que no es transparente va directamente al fracaso y a un sin fin de problemas, lo cual a la larga termina por destruir la relación conyugal.
Es importante que tú que estás leyendo esto, bases tu MATRIMONIO en esa fuente de la verdad que se llama Biblia. La Biblia es la guía verídica y confiable para cada área de la vida. Los intereses de ninguno de los dos estarán cumplidos si los esposos no son honestos entre ellos. La verdad sazonada con amor, promueve una atmósfera de confianza. No dejes nada oculto, cuanto más transparente seas en tu relación de pareja más exitoso y duradero será tu MATRIMONIO.
2-COMUNICACION.- Pareciera que los jóvenes cuando están enamorados y están en el periodo de noviazgo, pareciera que no tienen problemas en la comunicación; es muy común verlos hablar durante largas horas sin ninguna dificultad, pero lamentablemente en muchas parejas esto se pierde después del casamiento. En la inmensa mayoría de las parejas las cuales he tenido en consejería, su problema principal es la comunicación y la forma de resolver los conflictos que a diario se presentan en toda relación matrimonial.
Es muy común oír que muchas parejas se comunican en un entorno de enojo, gritos e insultos, llevando por ende la relación a un distanciamiento y trayendo como consecuencia irrespeto de ambas partes. Las parejas deben trabajar y buscar ayuda para romper ese esquema de comunicación nocivo.
Los problemas y las diferencias que se plantean en los matrimonios no son tan difíciles de resolver, el problema estriba en la forma de enfrentarlos. Hay una palabra en Santiago 1:19 “Mis amados hermanos, quiero que entiendan lo siguiente: todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse”.
Lo peligroso en estos casos es la forma de comunicar las diferencias o las áreas en las cuales no estamos de acuerdo. La palabra dice “ser lentos para escuchar”, esto nos permite entender la situación para luego ser “lentos para hablar”. El problema que a menudo observamos en los matrimonios es que no oímos lo suficiente y damos por entendido lo que la otra persona quiere decir y por supuesto la respuesta no va a ser buena.
Recuerde esto, nunca de por entendido lo que su pareja está por decir, en oportunidades ponemos palabras nuestras en la boca del otro, trayendo confrontaciones serias. Mientras dos personas mantengan abiertas sus vías de comunicación y puedan expresar libremente sus sentimientos, pueden resolverse todas las diferencias.
Para que un matrimonio esté sólidamente constituido debe estar sobre cimientos sólidos (Cristo Jesús), sentirse estrechamente unido y también mostrar respeto por los derechos y privilegios del otro. El hombre y la mujer que puedan hablar de sus diferencias libremente, despojarse de su hostilidad o enojo y luego besarse y hacer las paces, cuentan con una gran probabilidad de envejecer juntos.
Hay una palabra en la Biblia que dice: “Además, no pequen al dejar que el enojo los controle. No permitan que el sol se ponga mientras estén enojados.” Efesios 4:26.
En la próxima entrega estaré escribiendo sobre los asesinos de la comunicación.
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